LA AVARICIA
Estimada Batty, castigado me tienes, rediez. Ya no te acercas por mi tranquila playa a cantarme, como hacías, dulces melodías al amanecer mientras yo embreaba mi barca. Pero si tú ya me estás olvidando, —¡qué volubles sois algunas mujeres!, especialmente las más hermosas—, yo no me olvido de ti, y hoy, al alba del día y al alba del año, te hablaré, en la distancia para mi desgracia, de la avaricia y la codicia humana, y comenzaré por estas palabras de Ghandi tan sobradas de razón:
“En la tierra hay suficiente
para satisfacer las necesidades de todos,
pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos”
(Mahatma Ghandi)
Mientras la riqueza del mundo crece, la pobreza se incrementa por doquier, porque desgraciadamente es tanta la avaricia en determinados individuos que esta riqueza se ha ido acumulando en muy pocas manos. Y cuando esta acumulación de riqueza por parte de unos pocos, ocurre dentro de un país determinado y resulta indignante, aún lo es más cuando ocurre entre los diferentes países del mundo, enriqueciéndose unos y empobreciendo a los demás, generalmente siempre a costa de los más débiles.
[...]
Nota: Te digo muchas cosas más acerca de esta nefasta condición del ser humano, pero si quieres saber todas ellas, de cómo pienso sobre esta conducta insolidaria te ruego visites mi web, en mi firma está el enlace. En el apartado “Cartas a Batty” podrás leer este escrito hasta el final y otras muchas cosas. Aquí, ya sabes, se prefieren relatos cortos. Me iré acostumbrando.
El Postiguet