En realidad, cuando hay un desfase presupuestario tan grande entre ingresos y gastos, ´no hay otra alternativa. O se suben impuestos o se dan menos servicios o de peor calidad.

Si alguien conoce otra receta mágica, que la muestre a sus conciudadanos, por favor...

Si, ya se que algunos dirán que hay que ahorrar en coches oficiales, despilfarro y gastos superfluos. Pero eso, ya lo anticipo, en realidad, es el "chocolate del loro".

Aunque no tengamos los mejores políticos del mundop, tampoco creo que éstos sean los más imbéciles, faltos de ética y retorcidos de la humanidad. Vamos, que preferirán antes recortar lo superfluo que la sanidad o educación. Por lo menos la mayoría.

Aquí nos va a tocar un poco de todo. Subida de impuestos, de una u otra forma (IBI, patrimonio basuras, alcohol, tabaco, tasas varias..., quizás dejando igual IRPF). Bajada de inversión en obra pública. Congelación de salarios y quizás pensiones. No reposición de funcionarios (amortización de jubilados). etc.

Jue...posanda que no come chocolate ese loro ... mecachislamar ...

Bueno, Cora, no sabes el agujero que supone que 2,5 millones de personas dejen de pagar IRPF y seguridad social y pasen a cobrar desempleo y subsidio. Para dejar tiritando al Estado...!!

Pues yo opto por buscar a los que no pagan sus impuesto como todos.
A tratar que los desempleados encuentren trabajo y paguen impuestos.
A cortar gastos superfluos.

Ronaldo, estoy absolutamente de acuerdo con tu primera afirmación.

Porque en España cuando se habla de subir impuestos, generalmente nos referimos al IRPF, entendiendo por ricos gente que tiene un sueldo bruto de 60.000 euros o más, cuando eso no es riqueza ni nada que se le parezca.

Ricos son esos profesionales liberales y autónomos que declaran ganar 15.000 euros al año, reciben subvenciones públicas para hijos en guarderías, vivienda de protección, y luego conducen un X5, tienen vivienda en la playa, etc. hablo del fraude fiscal masivo de este país. Por ahí se podría recaudar mucho dinero.

Deberían incentivar los soplos o chivatazos para actuar contra los defraudadores.