Una fotógrafa americana llamada Julia Kozerski decidió ponerse a dieta para eliminar unos kilos que le sobraban. Y fue documentando su evolución a través de un blog llamado "probador", en el que rebosante de felicidad y orgullo iba subiendo fotos suyas probándose ropa.
http://juliakozerski.com/changingroom

Pero, al mismo tiempo, abrió otro blog llamado "la mitad", en el que se mostraba otra Julia muy diferente, desolada por los estragos que la dieta estaba haciendo en su cuerpo.
http://juliakozerski.com/half


Lo que le pasó a Julia le pasa a muchas otras personas, que públicamente muestran el triunfo de determinado proyecto personal, mientras que en la intimidad esa felicidad no es tal.

¿Quienes o qué somos realmente, lo que mostramos públicamente o lo que nos guardamos?

¿Tendemos más a mostrar la felicidad que la pena?

Creo que a veces no somos nosotros mismos, pues buscamos la aprobación de los demás,  y si la moda es estar delgados, aunque te deprimas y sufras,  se intentara hacer cualquier dieta para conseguirlo.  Por salud es bueno el reducir el peso, pero por la imagen es un gran error que afecta psicológicamente, y eso pasa en otras muchas otras cosas de la vida.


En el caso de esta periodista,  seguramente la satisfacción en la comida le hacía feliz, era su “prozac” comer un bollo o un sabroso plato lleno de hidratos, pero el resultado aunque a efectos externos le pudiera hacer sentir bien aparentemente, íntimamente sufría.