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Él tenía 18 años, ella 16. Se amaban y querían casarse, pero tuvieron la mala suerte de vivir en Afganistán, convulsionado país asiático donde costumbres sociales muy arraigadas ponen en los padres la potestad de decidir quién se casa con quién. Ellos fugaron pensando que les iría bien, pero se equivocaron.


Ambos, habitantes de la provincia de Baghlan (norte de Afganistán), fugaron durante 12 días, tras los cuales llegaron a un acuerdo con sus familias para regresar al pueblo y contraer matrimonio. Los mayores de edad accedieron, pero solo con la primera parte.

Javid Basharat, policía del lugar, lamentó que los familiares rompieran la promesa. El joven, Abdul Zahir Qayum, murió por 10 balazos, su novia Rahila recibió 6. Por este crimen de “honor” hay dos personas detenidas.

Ambos fueron ajusticiados por un consejo tribal (jirga-e-mahali). Es común que estos organismos informales sentencien a parejas que no respetan la tradición a muerte o prisión. En algunos casos su arbitrariedad los lleva a matar a mujeres que no consiguen embarazarse o por casarse con otro hombre tras un divorcio. (EFE)
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La ley es ley.

Estes donde estes siempre existe el imperio de la ley.

Vease la sharia en algunos paises.

Queda demostrado que ley y justicia, son dos cosas muy diferentes.

LaL0L@ escribió:Queda demostrado que ley y justicia, son dos cosas muy diferentes.

Tienes razon la ley es subjetiva, mientras que la justicia es objetiva.

El problema viene cuando los conceptos en determinados contextos van contra nuestros intereses.