El Postiguet escribió:.

—Pues no se lo permito, y ¿a qué insulta usted así a mi santa madre?
—Su madre será muy santa, no lo pongo en duda, y hacia ella no va mi expresión, sino a usted y sólo a usted.
—Pues mi permiso no lo tiene, y dígame ¿a qué santo viene todo este cuento?
—Vamos por partes: ¿Escribió usted, sí o no, lo que sigue? : “es de suponer que este individuo fue en zona roja por lo menos uno de los muchos intelectualoides exaltados que han llevado a las masas a cometer toda clase de desafueros, si es que él mismo no se ha entregado a ellos”.
—No recuerdo haberlo escrito nunca.
—Y yo le digo que sí lo escribió.
—Y si lo hice ¿qué?
—Pues que por eso le llamo hijoputa, porque por “suponer” usted envió a un buen hombre a la cárcel y allí, enfermo de tuberculosis, con escasa atención médica, lo dejaron morir.
—Eso ocurrió hace mucho tiempo.
—El tiempo no le libra de ser tal como le digo.
—Es que encima se la dio de poeta.
—Sí, de gran poeta; uno de los mejores que España ha tenido en este siglo pasado.
—Es que era comunista y cabrero.
—Y un hombre, téngalo presente, un hombre, cosa que usted no es.
—Me está insultando.
—Se insulta usted en cada frase. Ahora me dirá que se llamaba Miguel y ese nombre no le gustaba, como tampoco su apellido Hernández.
—¡Es que era un rojo!
—Y usted ya sabe lo que es, no hace falta que se lo diga de nuevo, y no por su santa madre, que la pobre debe ser muy desgraciada por haber parido a semejante individuo.

Y sí, así “se le suponía”, y así, encarcelado, ni ver a su hijo recién nacido le dejaron. Ni ese criminal nacido en El Ferrol, al que hasta el Papa de Roma pidió clemencia, o al menos eso se dijo, movió un hilo para que saliera de la cárcel hacia un hospital. Y España, esa España al que el criminal gallego se le encendían los ojos cuando la nombraba, perdió a un gran poeta. Hace de esto 75 años y nació en Orihuela.

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ppalacios escribió:La libertad guiando al pueblo como una luz en la noche fria y oscura. Cuentan que en esa guerra murieron muchos inocentes, pero solo gracias a unos cuantos elegidos se ilumina el vasto escenario, gracias a esas pocas cabezas privilegiadas, todavia a dia de hoy, siguen conmoviendo y estremeciendo corazones anonimos, que sin ese altavoz estremecido y diáfano de la insigne cruz de guía, no serian nada, solo un hilillo, un eco efimero y breve. Quizas sigan sindo nada, pero al menos una nada ilusionada en su mullido sofá o sillón orejero. Emocionante.

Antisozzial escribió:Da igual, el titulo es ofensivo, pero yo no lo modificaria ,  si total ahora es mas ofensivo llamarte catalan o español que hijo de puta

Antisozzial escribió:¿El poeta era geys?

Atlántida escribió:A ver si sabes las definiciones de estas palabras, Antitodo: ignorante, mezquino, zafio, mediocre, tóxico, enturbiador, troll.

Antisozzial escribió:Maricon, bujjara, marica playa, sarasa, desviado, flojo, sensible, muerde almohadas ,,,,,,,,,

El Postiguet escribió:
En esa guerra, y me refiero a la última nuestra, como en todas, mueren inocentes, y la guerra no es más que el fracaso humano. Toda guerra tiene su posguerra, y es ahí donde, por lo general, el vencedor saca a relucir sus peores instintos, en especial el de la venganza, y más si la guerra es de esas inciviles llamadas civiles.

Pero soy humano, y me veo obligado a entender a la Humanidad de la cual soy parte. He conocido la venganza del fascista cuando se ha visto vencedor y con el fusil y el correaje al cinto, pero mi entendimiento me hace ir hacia otros estadios donde otros hombres y mujeres, diferentes en ideas, también han sufrido la barbarie del que se cree justiciero. Le llamaré X a un sacerdote, ya fallecido, el cual un día me narró el terror que le supuso ser llevado al fusilamiento y "amnistiado" después. Esto lo padeció por tres veces, y creo que es una crueldad peor que el propio fusilamiento. El ser humano pierde la dignidad cuando de una guerra se trata. La idea del yo o tú, se impone, y el egoísmo, el miedo a la muerte, el natural deseo de querer vivir, hace matar (asesinar) al que consideras puede sesgar tu vida. La guerra te hace asesino, y lo malo es que esas guerras no las provocas tú, sino que otros son quienes las diseñan y tú te ves inmerso en su vorágine, porque así te lo hacen creer que o matas o mueres.

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