MENOS HIPOCRESÍA, POR FAVOR
 
Que el ser humano posee grandes virtudes, es innegable, que también posee grandes defectos y vicios, salta a la vista, y es para mí, la hipocresía, uno de sus mayores.
 
El ver la paja en ojo ajeno cuando la viga en el propio es enorme, es condición hipócrita, y ver en el otro como defecto lo que en nosotros vemos como virtud, es hipocresía elevada a la enésima potencia.
 
Ahora hablaré de la hipocresía política, y, particularmente sobre el tema tan candente sobre Catalunya.
 
Siempre he dicho, al margen de no gustarme el separatismo por motivos sentimentales, que el tema es completamente económico. No niego en muchos catalanes el tema identitario, que existe y debe respetarse, como la idea españolista que Catalunya es parte de España y no puede separarse. Pero desde la política es otra cosa, ahí tiene mucho que ver, mucha importancia, la economía. Y de eso no se habla, cuando lo correcto sería decir que el separatismo no interesa por lo que económicamente representa Catalunya, y que deje el Presidente del Gobierno insistir sobre la “indisoluble unidad de España”. Quizás si la independencia la pidiese una región que en vez de dar al Estado recibe, la cosa de la unidad indisoluble no tendría tanto significado. Hipocresías, las menos…
 
Según el ICEX (Instituto del Comercio Exterior) España de enero a noviembre de 2017 ha exportado 255.000 millones de euros en números redondos.  En el ránking que hoy ofrece la prensa de las 20 provincias más exportadoras en orden de su volumen, se comprueba lo siguiente:
 
Catalunya con sólo 3 de sus 4 provincias (ya que Lleida está por debajo del nº 20), ha exportado 63.500 millones. O sea, un 26% de todas las exportaciones.
 
Le sigue la comunidad de Madrid, con 28.000 millones y en tercer lugar la Comunidad Valenciana (con sus 3 provincias) que ha alcanzado 27.000 millones. En 4º lugar es Euskadi que sumada la exportación de las 3 provincias vascas alcanza los 21.900 millones.
 
Dejémonos pues de hipocresías. La separación de Catalunya no interesa por esos 63.500 millones que es la cuarta parte de la totalidad que exporta España. Imagínense a España con esos 63.500 millones de menos; si ya es casi imposible pagar la deuda existente, la quiebra estaría más que asegurada, o bien Europa sería quien nos controlaría hasta el aire que respiramos.
 
Y doy un dato más: Catalunya en el mismo periodo de 2016 exportó 58.200, queda claro que este ejercicio pasado ha aumentado su exportación en 5.300 millones. Madrid lo ha hecho en 1.600 y la Comunidad Valenciana en 700.
 
Esos 5.300 millones de diferencia favorable, pese a la propaganda gubernamental de que las Empresas huyen de Catalunya como del diablo, representan más que toda la exportación de Comunidades como la asturiana, cuyo total fue en 2017 de 3.800 millones. O provincias como Valladolid, con 5.200 millones. En ese ránking de las 20 provincias más exportadores, no aparecen las extremeñas Cáceres y Badajoz, o Málaga, Albacete, Granada, Córdoba, Baleares…
 
Si los políticos tuvieran agallas suficientes para llamar al pan, pan, igual los entenderíamos mejor, pero tanta hipocresía, tanta desfachatez, tanto mentir, y en algunos tanto robar, se nos presentan como indeseables. Esperemos, pues, que las nuevas hornadas sean diferentes. Esperemos.

El Postiguet escribió:Siempre he dicho, al margen de no gustarme el separatismo por motivos sentimentales, que el tema es completamente económico. No niego en muchos catalanes el tema identitario, que existe y debe respetarse, como la idea españolista que Catalunya es parte de España y no puede separarse. Pero desde la política es otra cosa, ahí tiene mucho que ver, mucha importancia, la economía. Y de eso no se habla, cuando lo correcto sería decir que el separatismo no interesa por lo que económicamente representa Catalunya, y que deje el Presidente del Gobierno insistir sobre la “indisoluble unidad de España”. Quizás si la independencia la pidiese una región que en vez de dar al Estado recibe, la cosa de la unidad indisoluble no tendría tanto significado. Hipocresías, las menos…

Mucho me temo que las cosas no son así. Independientemente del interés económico, que lo hay, las cuestiones identitarias, de orgullo patrio y defensa de las posesiones es algo muy característico de todo nacionalismo, y del español también, no podía ser diferente. El nacionalista español no dejaría, si puede evitarlo, que le quiten Cataluña, ni las Islas Canarias, ni el islote Perejil, ¿o es que no se acuerda de la valiente y esforzada recuperación de dicho islote?

el.loco.lucas escribió:

El Postiguet escribió:Siempre he dicho, al margen de no gustarme el separatismo por motivos sentimentales, que el tema es completamente económico. No niego en muchos catalanes el tema identitario, que existe y debe respetarse, como la idea españolista que Catalunya es parte de España y no puede separarse. Pero desde la política es otra cosa, ahí tiene mucho que ver, mucha importancia, la economía. Y de eso no se habla, cuando lo correcto sería decir que el separatismo no interesa por lo que económicamente representa Catalunya, y que deje el Presidente del Gobierno insistir sobre la “indisoluble unidad de España”. Quizás si la independencia la pidiese una región que en vez de dar al Estado recibe, la cosa de la unidad indisoluble no tendría tanto significado. Hipocresías, las menos…

Mucho me temo que las cosas no son así. Independientemente del interés económico, que lo hay, las cuestiones identitarias, de orgullo patrio y defensa de las posesiones es algo muy característico de todo nacionalismo, y del español también, no podía ser diferente. El nacionalista español no dejaría, si puede evitarlo, que le quiten Cataluña, ni las Islas Canarias, ni el islote Perejil, ¿o es que no se acuerda de la valiente y esforzada recuperación de dicho islote?

Igual hay que mirar el caso del islote Perejil desde otra perspectiva: ¿Cuántos miles de millones de euros ha exportado el islote Perejil el último año según el ICEX (Instituto del Comercio Exterior)? Que igual es una cuestión de hipocresía...

Salud y República.

el.loco.lucas escribió:

El Postiguet escribió:Siempre he dicho, al margen de no gustarme el separatismo por motivos sentimentales, que el tema es completamente económico. No niego en muchos catalanes el tema identitario, que existe y debe respetarse, como la idea españolista que Catalunya es parte de España y no puede separarse. Pero desde la política es otra cosa, ahí tiene mucho que ver, mucha importancia, la economía. Y de eso no se habla, cuando lo correcto sería decir que el separatismo no interesa por lo que económicamente representa Catalunya, y que deje el Presidente del Gobierno insistir sobre la “indisoluble unidad de España”. Quizás si la independencia la pidiese una región que en vez de dar al Estado recibe, la cosa de la unidad indisoluble no tendría tanto significado. Hipocresías, las menos…

Mucho me temo que las cosas no son así. Independientemente del interés económico, que lo hay, las cuestiones identitarias, de orgullo patrio y defensa de las posesiones es algo muy característico de todo nacionalismo, y del español también, no podía ser diferente. El nacionalista español no dejaría, si puede evitarlo, que le quiten Cataluña, ni las Islas Canarias, ni el islote Perejil, ¿o es que no se acuerda de la valiente y esforzada recuperación de dicho islote?

Si señor, pero al margen de cierta ironía que he colocado en lo de la independencia de una región no contributiva, lo del islote Perejil, cuyo sólo su nombre ya causa risa, es que era una invasión de otra nación, Marruecos, y eso ya es otra cosa para los nacionalismos, para la sociedad en general, y para las fuerzas armadas. Yo, sin ser nacionalista españolista no lo hubiese consentido.

Por descontado que ese supuesto de que una región pobre, que necesita inyección del Estado, o sea, que otros ciudadanos mejor situados económicamente la ayuden, jamás pediría ni pensaría en un separatismo.

No puedo negar, pues tengo familiares catalanes y alguno de ellos separatista, que el tema de la identidad es muy importante, pero yo hablo de los políticos, y ahí, el dinero, o sea la pasta gansa, tiene una importancia superior. Si usted cree que el ministro Montoro solo de pensar que España tendría una exportación a la que se le escaparían 63.500 millones no se le abren las carnes creo que usted no lo piensa en profundidad. De la misma manera que los nacionalistas separatistas catalanes pueden considerar que con esa capacidad de fabricación y exportación que poseen, más el comercio interior, puede ser suficiente para mantener la ansiada por ellos República independiente.

En fin, es una manera de pensar que puede tener otras muy contrarias. Esa diversidad es lo que nos enriquece, y si las exponemos con libertad, respeto y un poco de cordura (en mí la cordura no es algo que tenga en demasía) el debate puede ser interesante.

Eso sí. debatiremos, pero nada más. En nuestras manos no está la solución. Por desgracia.