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En verano es tiempo que acostumbro, desde hace muchos años, a releer obras que ya he leído con anterioridad, algunas hace mucho tiempo y otras menos. De las primeras estoy releyendo en estos días, y acabando, "La Araña Negra", obra del valenciano Vicente Blasco Ibáñez. Es una larga novela, pues la edición que yo tengo (Mundo Actual de Ediciones, Barcelona) consta de cuatro volúmenes y de unas 300 páginas cada uno.

Su estilo es "folletinesco", al menos a mí me lo parece, y el tema duro, desgarrador, terrible, despiadado..., trata sobre la Obra de Ignacio de Loyola, los Jesuitas. Blasco Ibáñez la escribió en su juventud, sobre los veinticinco años, y he oído decir que se sintió arrepentido de haberla escrito. Hay quienes la tildan de panfleto, pero un panfleto de unas 1.200 páginas es mucho panfleto.

Republicano y completamente antimonárquico y anticlerical, su obra es despiadada y cruel con la monarquía borbónica, la orden de los Jesuitas, el Papado y la llamada nobleza y aristocracia de la España de 1800. En ocasiones puede extrañar que en esa compañía religiosa puedan existir individuos que solo buscan la riqueza, cuando aparentemente se representan pobres, y su luchas e intrigas para conseguir los dineros de familias poderosos a las que dominan con sus métodos despiadados revestidos de bondad y amor, de ser ciertos ponen los pelos de punta.

También nos detalla ampliamente sobre los movimientos políticos, las sublevaciones militares y ciudadanas de la época, y detalles de los personajes de la época.

Desconozco si entre ustedes hay quien la haya leído, y en caso afirmativo me agradaría saber sus impresiones. La mía es que, folletín aparte, el tema es impresionante al ver como Blasco nos demuestra las artimañas de la que s vale esa Orden, para conseguir los dineros de las gentes ricas a las que tiene dominadas con sus creencias.

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Lo leí hace muchísimos años y me queda el recuerdo de la idea del poder de los Jesuitas y lo que traman tejiendo sus telarañas que parecen de seda y bondad pero terminan pegajosamente capturando todo lo que sus perversos planes se proponen de una forma ambiciosa, algo que no ha variado mucho en la Iglesia pero de forma más discreta.

Estos dos tomos de la araña negra de Blasco Ibáñez, me abrieron los ojos en mi juventud del poder de la iglesia tenía en la sociedad,  desde influir en la política, economía y la conciencias individuales y colectivas, algo de lo que ahora lo tengo clarísimo en el siglo actual.

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Me alegro de encontrar en el foro, señor Tinajas, a quien también la haya leído, y, ciertamente, aunque pueda parecer una exageración del autor, hoy en día, que tanto ha cambiado la sociedad española, aún se dan casos similares, y se lo digo al tener conocimiento cercano.

No sé si sabrá, puesto que alguna vez lo dije, que estoy excomulgado oficialmente de la iglesia católica, por un enfrentamiento que tuve con un principie de la iglesia, y que, por otra parte, de ahí mi amplio conocimiento interno de la misma, es que un tío mío, fallecido ya hace muchos años, alcanzó el grado de Obispo del que fui su secretario personal.

Jesuitas y Opus Dei, son idénticos en esa finalidad de hacerse con los dineros de gente rica a los que dominan con la fe. La fe mueve montañas..., y crea enfermos. ¡Dios nos libre de ella!

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Amen