.


 
“Se hace imprescindible colocar sobre la mesa reformas radicales para voltear la dirección de las políticas vigentes en estas últimas décadas. No tendrán más remedio, los gobiernos, que aceptar un papel más activo en la economía. Los servicios públicos han de verse como inversiones, en vez de pasivos, y no queda otra que buscar el medio de acerar los mercados laborales para que no sean tan inseguros. Como orden de día ha de interpretarse la redistribución y cuestionar severamente los privilegios de la genta mayor y rica. Aquellas políticas hasta hace muy poco tiempo consideradas como insólitas, por poner un ejemplo la renta básica o los impuestos sobre la riqueza, han de ser parte importante de la solución”
 
¿Es lo anterior un discurso de la izquierda más agresiva? Aparentemente sí, pero no. No es ni más ni menos que la conclusión para el futuro inmediato de la editorial del Financial Times de ayer, la Biblia, por decirlo así, del gran capitalismo, aunque pueda parecer irreal y asombroso. Y es que la pandemia, forzosamente, ha de cambiar nuestras vidas. El diario estadounidense considera una intervención mayor de los gobiernos en la economía y apuesta por la renta básica, a tenor de la crisis de la Covid-19.
 
Aquí en España, donde la pandemia se ceba más, y bueno será una vez derrotado el virus, que lo será, buscar los errores para no cometerlos cuando otra pandemia llegue, y si hay que pedir responsabilidades debe hacerse. Y los errores pagarse.
 
Pedro Sánchez (PSOE) anunciaba que el confinamiento total volvería a ser parcial. Volveremos al confinamiento parcial finalizadas las vacaciones de Semana Santa. Efectivamente, según Sánchez, el confinamiento total de los trabajadores se aprobó aprovechando la Semana Santa, y, una vez acabada la misma ya no tiene razón de ser. Servidor, como la inmensa mayoría de ciudadanos, pensaba que esta decisión del Gobierno PSOE-Unidas Podemos era por motivos médicos, pero no, era laboral. Los trabajadores habrán sido confinados dos semanas, una será vacacional, la otra la tendrán que devolverla, y, posiblemente cobrando menos. O sea, que socialistas y podemitas aparentemente desean intervenir lo menos posible la economía, en pleno reinado del Covid-19, justo al revés de lo que recomienda el Financial Times, y, por el camino (ya lo veremos) caerán miles de Empresas, autónomos abandonados, gente al paro, y Sánchez y su valido Iglesias, ni siquiera repensar sobre las normas vigentes.
 
El señor Oriol Mitjà, médico de profesión, explicaba ayer mismo el retorno gradual a la actividad económica, de una manera muy diferente de la de Sánchez-Iglesias, en una intervención en la TV3 catalana. Según Mitjà el retorno al trabajo se tendría que hacer acompañado de test en toda la población trabajadora, de manera multitudinaria, y que las autoridades hicieran controles a los ciudadanos en general para conocer si tienen fiebre. La finalidad es encontrar gente infectada, sana o con anticuerpos, todo lo que no se ha hecho hasta ahora. Según explicó con claridad, hay gente que una vez pasada la dolencia podría ser inmune.
 
Las mismas autoridades políticas, que de momento no pueden proteger ni a enfermeros ni a médicos con material o pruebas, ¿son los que tiene que hacer todo esto? ¿los vemos capaces para expedir permisos a la gente para salir de casa o no según los resultados? En definitiva el DNI sanitario. Pues parece ser que no.
 
Salvador Illa debiera estar obligado a proporcionar test multitudinarios, librar documentos de no infección y separar la población entre gente sana, infectada o con anticuerpos de una manera coordinada, manera mejor para que la enfermedad no se expanda. El procedimiento parece complejo, pero el señor Mitjà, médico, lo entiende posible, y ahí debe entrar la imaginación y el trabajo del político.
 
La vuelta al trabajo, necesaria bajo el punto de vista económico, no médico, sin medir a cada ciudadano cómo está de salud, comprobar si tiene o no algún síntoma por pequeño que sea, puede ser una temeridad; puede condicionar un brote mayor de la pandemia, un mayor número de muertes y ya no, tristemente, en los centros de mayores, sino en toda la población activa.
 
Recordemos que el valido de Sánchez, señor Iglesias, ambicionaba controlar ministerios como Interior y Defensa, ministerios de donde no se alcanza mejor situación económica ni para Empresas ni trabajadores, sino como lugares para saber de cada uno hasta el número de zapato que calzamos, pues bien, ese “control” debieran situarlo, hoy, en la economía, como reclama ¡anatema! el capitalista Financial Time, interviniéndola en estos momentos aunque moleste al IBEX35 y no engrase sus puertas giratorias para un futuro.
 
España puede de ser un barco a la deriva, con personas que vuelve al trabajo, sí, es necesario, pero sin pruebas ni controles sanitarios masivos. Una cosa y otra, vuelta al trabajo y controles de salud, son compatibles, imprescindibles, lo que hace falta es inteligencia y ganas de hacer las cosas bien.
 
Que no cometan otro error como no desconvocar el 8-M y todas las actividades, culturales, deportivas, de ocio, de esa misma fecha en toda España, y posponer los cierres días después por intereses partidistas. Otro error, sería mucho error.


.

Bueno... si lo dice el Financial Times entonces es una cuestión de supervivencia, lo lógico vamos. Si lo dice Unidas Podemos es bolivarismo, es que Iglesias necesita pagar su chalet, es que los comunistas...

Por otro lado, si el gobierno decide, bajo la recomendación de las autoridades sanitarias, establecer un cierre temporal recuperable aprovechando la semana santa, entonces es que están destruyendo la industria del país, y resulta que cuando se acaba ese cierre temporal recuperable, con las curvas de infectados y afectados aplanándose en toda España, y se vuelve, prudentemente al estado anterior, ahora es que el gobierno no piensa en la enfermedad... o lo que es lo mismo: si me apunto a una opinión y a la contraria no puedo fallar.

Y a ver si vamos cayendo en la cuenta que quienes ya han pasado la enfermedad no pueden tener bula, porque siguen siendo potenciales transmisores de la enfermedad aunque se queden inmunizados contra ella.

Otro error garrafal: Iglesias no ambicionaba ministerios, sino el Gobierno entero, porque sólo desde ahí se puede arreglar el desaguisado en le que nos ha metido el Paquí Pallá... que igual alguien no está cayendo en la cuenta que es un político de un partido que aspira a gobernar... mmm... exactamente igual que el resto de los partidos... luego no puede ser algo reprochable en ninguno de ellos.

Salú y República.