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Ni una cosa ni otra

En el Parque Ribalta de Castellón de la Plana, existe una cruz levantada por el franquismo como homenaje a los muertos en defensa de la idea fascista del nacionalcatolicismo. Esta cruz ha sido objeto de algunos atentados como pintadas. El último hoy, que se conmemora los 91 años del nacimiento de la II República Española, pintada con los colores característicos de ella.

En primer lugar esa cruz no debiera estar en pie, sin necesidad de atentado alguno, sino quitarla del lugar por la idea de su instalación, cuando en España, en un bando y otro, en defensa de ideas diferentes, hubieron tantos muertos en una guerra in-civil absurda.

Pero tampoco estoy por la pintada. Es justo que moleste un símbolo recordando al fascismo, pero hay muchos medios para quitarlo de un lugar público, y transportarlo, si se quiere, a un lugar de tendencias históricas, al fin y al cabo la Historia de un pueblo existe, y no se debe tapar por muy cruel que haya sido.

Al parecer, y esto sí es merecedor de aplauso, el ayuntamiento castellonense va a destinar una partida económica para quitarla de la plaza, y siendo un motivo religioso, al margen de la idea de su instalación, entregarla a la diócesis católica de Segorbe. Si el obispado considera que debe hacerse cargo de la misma, y si pudiera quitarle la idea de homenaje a una parte de la contienda, sería lo mejor. Nada de recuerdos, y nada de revanchas. El mundo no gira ni un solo milímetro hacia atrás, y el ser humano, debe seguirle el ritmo. Agua pasada no mueve molino, y nuestra sociedad necesita que el molino del progreso esté constantemente funcionando. 

Cuanto antes se olvide todo, marcharemos mejor. Unos y otros.