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El empate entre las selecciones de Alemania y España, que clasifica a la española para la siguiente ronda, ha sido un partido intenso y emocionante. Un partido donde España ha ofrecido su buen fútbol, el estilo del FC Barcelona, de donde son la mayoría de sus jugadores y el entrenador que ha mamado su estilo.

Busquets y Jordi Alba, los veteranos, han jugado como si tuvieran 20 años, y Gavi y Pedri, como siempre, han jugado de maravilla. Pero también todo el equipo, a quienes no hay que reprocharles nada, salvo a Carbajal, que con su gran experiencia y buen saber, ha comprometido en tres o cuatro jugadas al portero pero sin consecuencias. Bien por Morata como es habitual. El empate, justo, era previsible, ya que Alemania es una gran selección. 

En definitiva todos contentos, aunque un triunfo español, también merecido, nos hubiese dejado más satisfechos, ya que nos situaba en primer lugar de la clasificación. Aun con el empate se puede dar. Ahora toca Japón... viendo cómo juegan estos muchachos, casi es pan comido.

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Son buenos, con mucha calidad... y puede ocurrir cualquier cosa.

Pero a la inmensa mayoría de jugadores les falta experiencia. En principio su mundial no es este, sino el siguiente (y tampoco tendrían nada seguro), aunque posibilidades, por su enorme calidad, sí que tienen en este mundial.

No es una selección para sentirse defraudado si no ganan este mundial, recordemos lo que tuvo que recorrer la selección española que sí consiguió ganar el mundial y cuándo comenzó a gestarse esa selección y ese título de campeón del mundo.

Hay una cuestión que quiere compartir el llobu con todos: las selecciones que ganan mundiales nunca cambian su sistema de juego, son los demás equipos quienes se ven obligados a hacerlo. Y nuestra selección, independientemente de quién sea el seleccionador, nunca lo cambia. Eso es la mejor señal de que las cosas van como deben.

Salú y República.