Cuentan que un hombre de el pueblo de al  lado se sacó un buen premio en la lotería. Este  hombre tenía problemas de tipo mental y de conducta. Aún así siguió la forma habitual de llevarlo: se dirigió al banco y depositó el boleto. Es avisado de que ha llegado el dinero y dispone que quiere llevarse una cantidad en metálico. Coge y se va al cementerio, lo hizo  a pie. Y allí terminó lanzando los billetes entre las tumbas con:

-¡Disfruten, es para ustedes!

Durante un tiempo el empleado del banco que le había atendido  no tuvo que temer nada de haberse quedado con mucho del premio. Con el incidente del cementerio y haberse llevado al ganador al ala psiquiátrica  del hospital de la capital podía suponer estar seguro. No insistían mucho cuando le preguntaban, había entregado el dinero y era suficiente como explicación.

Pero el ganador sale del hospital, se medica y estabiliza, no sufre crisis y un día intuye que algo no va del todo bien cuando su hermana le pregunta por la cantidad que aparece en los extractos bancarios. La hermana no era una persona  muy apegada al dinero pero:

-¿Y tú estás seguro?

La escena en el banco fue la de él insistiendo, el del banco  fingiendo sin contarle qué había apuntado una retirada mayor del dinero tirado en el cementerio y vete a comprobarlo. El del banco está tragando quina amarga, se pone nervioso porque el ganador no cede  y comete el error fundamental de esta historia:

-Eso es que estás aún un poco pachucho.

Lo dijo con tal suficiencia, altanería y desprecio que el ganador de lotería lo creyó una puñalada. Y empezó a sospechar. No se sabe si sospechó por haberlo apuntado como enemigo o por algo más que lo delatase , no estábamos allí presentes. Lo cierto es que dedicó su energía  de hombre ahora cuerdo mediante fármacos  a resolverlo, estaba tan determinado  y furioso que parecía que había vuelto a recaer. Cuentan que en el juzgado el ganador de lotería observaba con firmeza al empleado del banco , y que sólo cuando le condenaron perdió la compostura y perdió otra vez la cabeza como consecuencia, tal vez como liberación . Al menos así lo  cuentan.

A veces me preguntó cómo sería el tono exacto  con que dijo "pachucho " y escucharlo en su propia voz.

Una historia bastante descabellada, lo que si, muy original.
Shalom colega de la pluma

Beto Brom escribió:Una historia bastante descabellada, lo que si, muy original.
Shalom colega de la pluma

Hay una parte que es completamente real, cementerio y empleado de banca que se apropió del dinero. Lo del juicio y final  es completamente inventado por necesidades internas  de la historia.

El empleado fue descubierto en esto y en otros asuntos en la vida real , eso sí.

El dinero suele corromper, da igual empleado de Banco, funcionario, politico o policia, pero me gustaria saber si el afortunado ganador del premio estaba loco de verdad.

Ya nada extraña que pase en este mundo en temas de dinero, aventuras rocambolescas asociadas al mismo, conozco unas cuantas 

Tinajas escribió:El dinero suele corromper, da igual empleado de Banco, funcionario, politico o policia, pero me gustaria saber si el afortunado ganador del premio estaba loco de verdad.

Ajá, es cierto,  lo del cementerio ocurrió. Estoy pensando en otra historia que es difícilmente creíble pero cierta.

Tatsumaru escribió:

Tinajas escribió:El dinero suele corromper, da igual empleado de Banco, funcionario, politico o policia, pero me gustaria saber si el afortunado ganador del premio estaba loco de verdad.

Ajá, es cierto,  lo del cementerio ocurrió. Estoy pensando en otra historia que es difícilmente creíble  pero cierta.

La realidad puede superar a la ficción