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[size=42]Análisis a vuelapluma: si Sánchez parece un golpista, es un golpista. Por Andrés Martínez Maestro.[/size]
1-De repente, al hilo de unas elecciones perdidas incluso con un fraude electoral repetido y que encubre la contratación de Indra, Pedro Sánchez pacta un precio de traición que compra siete míseros votos al precio desorbitado de la traición histórica contra España. El que se opone al terrorismo de Estado, es entonces un radical de ultraderecha. El fascismo retorna rebuznan los mercenarios a la sopa boba. Así de miserables, los cínicos pretenden dar la vuelta a la tortilla cuando los únicos que han cascado los huevos son los marrulleros del PSOE sanchista.
2-Son los jueces en pleno, los fiscales y abogados; las Fuerzas de Seguridad del Estado, asociaciones de la Guardia Civil y sindicatos de la Policía junto a inspectores de trabajo y Hacienda; el valiente pueblo español en Ferraz unidos a los cientos de miles manifestantes que desfilaron con indignación contenida contra la estafa definitiva de Pedro Sánchez contra el Estado de Derecho… son los denominados ultras cuando sólo se enfrentan a criminales.
3- Todo el mundo sabe, también internacionalmente, del juego sucio de un tramposo que ha soliviantado la paz social. España está alertada de las miserables estrategias de un ser sin escrúpulos, un sinvergüenza redomado y un delincuente común tras las siglas políticas que afirma haber ganado las elecciones con sólo un 20% del electorado y la suma Frankenstein del desgobierno criminal que pacta una continuidad en la poltrona, al borde del precipicio de la desintegración de España. Y Sánchez llama fascista a todo un país que ha convivido en paz durante 40 años hasta que apareció la sucia garra con la que metió mano a la democracia.
Conclusión: amigos, estamos ante un golpista por mucho que se disimule de democracia y pretenda anatematizar a la gran mayoría justa de una España que se manifiesta contra el golpismo de Pedro Sánchez; porque si actúa como un golpista no sólo lo parece, sino que es un delincuente que debería ser juzgado por golpista. Y a este paso, por sorpresa, cualquier día lo consigue.
Análisis a vuelapluma: si Sánchez parece un golpista, es un golpista. Por Andrés Martínez Maestro – ÑTV España (ntvespana.com)
[size=42]Análisis a vuelapluma: si Sánchez parece un golpista, es un golpista. Por Andrés Martínez Maestro.[/size]
1-De repente, al hilo de unas elecciones perdidas incluso con un fraude electoral repetido y que encubre la contratación de Indra, Pedro Sánchez pacta un precio de traición que compra siete míseros votos al precio desorbitado de la traición histórica contra España. El que se opone al terrorismo de Estado, es entonces un radical de ultraderecha. El fascismo retorna rebuznan los mercenarios a la sopa boba. Así de miserables, los cínicos pretenden dar la vuelta a la tortilla cuando los únicos que han cascado los huevos son los marrulleros del PSOE sanchista.
2-Son los jueces en pleno, los fiscales y abogados; las Fuerzas de Seguridad del Estado, asociaciones de la Guardia Civil y sindicatos de la Policía junto a inspectores de trabajo y Hacienda; el valiente pueblo español en Ferraz unidos a los cientos de miles manifestantes que desfilaron con indignación contenida contra la estafa definitiva de Pedro Sánchez contra el Estado de Derecho… son los denominados ultras cuando sólo se enfrentan a criminales.
3- Todo el mundo sabe, también internacionalmente, del juego sucio de un tramposo que ha soliviantado la paz social. España está alertada de las miserables estrategias de un ser sin escrúpulos, un sinvergüenza redomado y un delincuente común tras las siglas políticas que afirma haber ganado las elecciones con sólo un 20% del electorado y la suma Frankenstein del desgobierno criminal que pacta una continuidad en la poltrona, al borde del precipicio de la desintegración de España. Y Sánchez llama fascista a todo un país que ha convivido en paz durante 40 años hasta que apareció la sucia garra con la que metió mano a la democracia.
Conclusión: amigos, estamos ante un golpista por mucho que se disimule de democracia y pretenda anatematizar a la gran mayoría justa de una España que se manifiesta contra el golpismo de Pedro Sánchez; porque si actúa como un golpista no sólo lo parece, sino que es un delincuente que debería ser juzgado por golpista. Y a este paso, por sorpresa, cualquier día lo consigue.
Análisis a vuelapluma: si Sánchez parece un golpista, es un golpista. Por Andrés Martínez Maestro – ÑTV España (ntvespana.com)
Y de concordancia anda fatal con "unidos", si es pueblo en singular, hombre por favó.
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