La versión que conocemos es la siguiente: Van Gogh estaba pintando  en un trigal   el cuadro de los  cuervos y se disparó en el abdomen. Cayó desvanecido y de noche recuperó el sentido, a rastras buscó la pistola sin encontrarla, se dirigió a la pensión donde se alojaba  situada a un par de kilómetros.  Fue atendido y de la herida murió a los dos días. En la película de El Loco del pelo rojo hay un momento que seguro que se puede recordar, se oye el disparo y los pájaros vuelan asustados.



Sin embargo, empecemos con las objeciones:
-La pistola no fue encontrada, puesto que la policía nunca revisó el escenario del disparo.
-La siguiente objeción viene sola: si no revisaron el lugar nunca se habrá recuperado el cuadro  de los cuervos en el trigal.
- El disparo en sí mismo es inusual. Un disparo en el abdomen requiere una postura concreta del brazo. Una herida de bala en ese lugar garantiza que la muerte sea lenta y dolorosa.
-Van Gogh era extremadamente religioso de acuerdo a su temperamento.

Pero vienen  las contra objeciones...

-Van Gogh no era nadie, un extranjero tal vez problemático, y no merecía la pena. Si él contó que se había  disparado para qué seguir.
-Sobre el cuadro es así, no pintaba el de los cuervos  . No pintaba ninguno que se sepa en el momento ,  ese mismo día uno a cien metros de la pensión sobre las raíces de los árboles. Nada asegura que  fuese a pintar o si llevaba lienzo y pinceles al no haber testigos de cuando salió o en el propio trigal.
-La postura y  la consecuencia de la herida y el componente religioso, había intentado suicidarse en otras ocasiones y se puede especular que era la primera vez que poseía una pistola, no debía conocer muchos detalles. La postura con el brazo no es habitual en un suicidio, sí,   y puede deberse a  alguna indecisión.

Raíces de árboles,  el que sí fue el último trabajo de Van Gogh:




Una postal de Auvers-sur-Oise  cerca de la pensión donde se alojaba  de ese mismo año:




Sólo significa que resulta muy probable.

marapez escribió:

Pues sí, lo mismo estoy yo...

Laberinto