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¿LA NUEVA Y GRAN JUGADA DE PEDRO SÁNCHEZ?
A Pedro Sánchez le han fallado las elecciones europeas. Había puesto toda la carne en el asador para, como poco, empatar con el Partido Popular. De haberlo alcanzado, después de haber ganado Salvador Illa las elecciones catalanas, muy probablemente se habría atrevido a convocar elecciones españolas. En un intento de sacarse de encima el disgusto que le causa tener que depender, para todo, de los votos de los partidos independentistas catalanes.
Acabado el larguísimo ciclo electoral que ha soportado en un año y una semana elecciones municipales, autonómicas, españolas y europeas, ahora el presidente español tiene tres años larguísimos por delante. Sabe —porque las europeas lo han confirmado— que el PP y la extrema derecha, ahora desdoblada en Vox y Se Acabó la Fiesta, continúan teniendo a su alcance llegar a la Moncloa y que no pararán la ignominiosa campaña de acoso y derribo. Y Sánchez no desea vivir una legislatura así de larga, atenazado entre las exigencias del independentismo catalán y la amenaza de Feijóo.
Pero ha aparecido una alternativa, de la cual avisaba la semana pasada el PNB, un partido siempre muy enterado de lo que se cuece en Madrid. Si hay, como así lo parece, nuevas elecciones catalanas en octubre, Sánchez puede optar para convocar elecciones españolas el mismo día. ¿Por qué? Por dos razones: Catalunya… y Francia.
Un estudio publicado en el diario El País inmediatamente después de las elecciones europeas mostraba qué habría pasado si hubieran sido españolas. El PP habría ganado con 152 escaños, contra 131 del PSOE. Pero, además, Vox habría sido la tercera fuerza, con 22 escaños, y, en cambio, Sumar se habría hundido con solo 4 diputados. Junts y Esquerra habrían aumentado la presencia: los de Puigdemont habrían pasado de 7 diputados en Madrid a 12, y Esquerra, de 7 a 8. Por lo tanto en vez de tener 7 votos incómodos o 14, Sánchez habría pasado a tener 12 o 20, una situación mucho más complicada que no ahora.
El PP y Vox no llegarían a la mayoría absoluta, a falta de 2 votos, pero tendrían el comodín del nuevo movimiento de extrema derecha Se Acabó la Fiesta, que obtendría 5 diputados. Y, fuere como fuere, los partidos que votaron la investidura llegarían, si quisieran repetir la maniobra, a 170 escaños, lejos de las cifras que harían falta.
El análisis, en el campo socialista, es sencilla de hacer. El PSOE no puede ganar en España si no es gracias al factor diferencial de Catalunya (la diferencia de escaños que el PSC saca al PP en el Principado) pero si el independentismo tiene más escaños, los socialistas tienen menos. De forma que no tiene más remedio para poder llegar a la mayoría hacer bajar el voto independentista al mínimo, enfrentándose. Y qué manera mejor de conseguirlo que acusar a Junts y Esquerra de haber obstruido la formación de gobierno y convertir a Salvador Illa en un tipo de mártir de la irresponsabilidad de los partidos independentistas.
La jugada, arriesgada, podría implicar dos beneficios al PSOE. Los electores socialistas estarían muy motivados y esto les favorecería tanto en las españolas como en las catalanas. Sería cuestión de ir a votar un mismo día y probar de causar así una movilización socialista intensa para empujar Pedro Sánchez y Salvador Illa, con una urna junto a otra: el ejemplo del Nuevo Frente Popular francés.
En los ambientes socialistas españoles hay entusiasmo por la aparición en el Estado francés del llamado Nuevo Frente Popular. A raíz del miedo de una victoria de la extrema derecha, una cuestión que Pedro Sánchez explota constantemente, en el Estado francés se han puesto de acuerdo todas las fuerzas de izquierda para presentarse conjuntamente y repartirse los escaños para superar los de los partidarios de Marine Le Pen. Y parece que puede funcionar.
El proyecto tendrá muchas dificultades, tal como se ha visto en los pocos días que hace que se ha formado, pero todavía parece la manera más directa de frenar la extrema derecha. La Francia Insumisa, el Partido Socialista, los Ecologistas y el Partido Comunista han llegado a un acuerdo en un tiempo récord para concurrir con candidaturas únicas en las circunscripciones del estado francés.
De forma que la Francia Insumisa de Jean-LucMélenchon decidirá quién es el candidato que puede conseguir el escaño en 229 circunscripciones, el Partido Socialista, en 175; los ecologistas, en 92, y el Partido Comunista francés, en 50. Y todos los partidos votarán el candidato correspondiente en cada circunscripción, con independencia de la formación a que pertenezca.
Evidentemente, la gran diferencia con el Estado español es la cantidad de circunscripciones. En el estado francés hay 577, la gran mayoría de base local o comarcal, pero incluso de barrio en las grandes ciudades. En cambio, en el Estado español se vota por provincias y tan solo hay 52. Pero, ¿hay margen en la conformación de las listas para conseguir un reparto de escaños entre los socios de la investidura en cambio de acudir a las elecciones en listas únicas? Es decir: ¿el PSOE podría repetir la maniobra de Sumar a las europeas, en que los lugares de salida se repartieron según los partidos primer escaño para Sumar; segundo, para los Comunes; tercero, para Compromís, y conseguir así eliminar la competencia dentro de cada circunscripción?
Evidentemente, nadie se espera que Junts, Esquerra, Bildu o el BNG acepten integrarse en una maniobra como esta. Tampoco está claro si Compromís, Más o Podemos querrían formar parte. Pero solo que Sumar se integrara a las listas del PSOE, a cambio de lugares asegurados, y también formaciones ahora cuanto más Madrid, la Chunta o los Comunes, el panorama sería mucho más favorable para Pedro Sánchez que no lo es ahora.
Y esta podría ser su última oportunidad antes de que el ciclo electoral no se cierre del todo: si hay elecciones en Catalunya en octubre, convocar elecciones españolas el mismo día y probar de competir con un tipo de Frente Popular como el francés, en que incluiría algunos de los aliados que ahora están en delicado momento de forma. Así, el presidente español, adicto a la adrenalina, podría volver a lanzar los dados…
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¿LA NUEVA Y GRAN JUGADA DE PEDRO SÁNCHEZ?
A Pedro Sánchez le han fallado las elecciones europeas. Había puesto toda la carne en el asador para, como poco, empatar con el Partido Popular. De haberlo alcanzado, después de haber ganado Salvador Illa las elecciones catalanas, muy probablemente se habría atrevido a convocar elecciones españolas. En un intento de sacarse de encima el disgusto que le causa tener que depender, para todo, de los votos de los partidos independentistas catalanes.
Acabado el larguísimo ciclo electoral que ha soportado en un año y una semana elecciones municipales, autonómicas, españolas y europeas, ahora el presidente español tiene tres años larguísimos por delante. Sabe —porque las europeas lo han confirmado— que el PP y la extrema derecha, ahora desdoblada en Vox y Se Acabó la Fiesta, continúan teniendo a su alcance llegar a la Moncloa y que no pararán la ignominiosa campaña de acoso y derribo. Y Sánchez no desea vivir una legislatura así de larga, atenazado entre las exigencias del independentismo catalán y la amenaza de Feijóo.
Pero ha aparecido una alternativa, de la cual avisaba la semana pasada el PNB, un partido siempre muy enterado de lo que se cuece en Madrid. Si hay, como así lo parece, nuevas elecciones catalanas en octubre, Sánchez puede optar para convocar elecciones españolas el mismo día. ¿Por qué? Por dos razones: Catalunya… y Francia.
Un estudio publicado en el diario El País inmediatamente después de las elecciones europeas mostraba qué habría pasado si hubieran sido españolas. El PP habría ganado con 152 escaños, contra 131 del PSOE. Pero, además, Vox habría sido la tercera fuerza, con 22 escaños, y, en cambio, Sumar se habría hundido con solo 4 diputados. Junts y Esquerra habrían aumentado la presencia: los de Puigdemont habrían pasado de 7 diputados en Madrid a 12, y Esquerra, de 7 a 8. Por lo tanto en vez de tener 7 votos incómodos o 14, Sánchez habría pasado a tener 12 o 20, una situación mucho más complicada que no ahora.
El PP y Vox no llegarían a la mayoría absoluta, a falta de 2 votos, pero tendrían el comodín del nuevo movimiento de extrema derecha Se Acabó la Fiesta, que obtendría 5 diputados. Y, fuere como fuere, los partidos que votaron la investidura llegarían, si quisieran repetir la maniobra, a 170 escaños, lejos de las cifras que harían falta.
El análisis, en el campo socialista, es sencilla de hacer. El PSOE no puede ganar en España si no es gracias al factor diferencial de Catalunya (la diferencia de escaños que el PSC saca al PP en el Principado) pero si el independentismo tiene más escaños, los socialistas tienen menos. De forma que no tiene más remedio para poder llegar a la mayoría hacer bajar el voto independentista al mínimo, enfrentándose. Y qué manera mejor de conseguirlo que acusar a Junts y Esquerra de haber obstruido la formación de gobierno y convertir a Salvador Illa en un tipo de mártir de la irresponsabilidad de los partidos independentistas.
La jugada, arriesgada, podría implicar dos beneficios al PSOE. Los electores socialistas estarían muy motivados y esto les favorecería tanto en las españolas como en las catalanas. Sería cuestión de ir a votar un mismo día y probar de causar así una movilización socialista intensa para empujar Pedro Sánchez y Salvador Illa, con una urna junto a otra: el ejemplo del Nuevo Frente Popular francés.
En los ambientes socialistas españoles hay entusiasmo por la aparición en el Estado francés del llamado Nuevo Frente Popular. A raíz del miedo de una victoria de la extrema derecha, una cuestión que Pedro Sánchez explota constantemente, en el Estado francés se han puesto de acuerdo todas las fuerzas de izquierda para presentarse conjuntamente y repartirse los escaños para superar los de los partidarios de Marine Le Pen. Y parece que puede funcionar.
El proyecto tendrá muchas dificultades, tal como se ha visto en los pocos días que hace que se ha formado, pero todavía parece la manera más directa de frenar la extrema derecha. La Francia Insumisa, el Partido Socialista, los Ecologistas y el Partido Comunista han llegado a un acuerdo en un tiempo récord para concurrir con candidaturas únicas en las circunscripciones del estado francés.
De forma que la Francia Insumisa de Jean-LucMélenchon decidirá quién es el candidato que puede conseguir el escaño en 229 circunscripciones, el Partido Socialista, en 175; los ecologistas, en 92, y el Partido Comunista francés, en 50. Y todos los partidos votarán el candidato correspondiente en cada circunscripción, con independencia de la formación a que pertenezca.
Evidentemente, la gran diferencia con el Estado español es la cantidad de circunscripciones. En el estado francés hay 577, la gran mayoría de base local o comarcal, pero incluso de barrio en las grandes ciudades. En cambio, en el Estado español se vota por provincias y tan solo hay 52. Pero, ¿hay margen en la conformación de las listas para conseguir un reparto de escaños entre los socios de la investidura en cambio de acudir a las elecciones en listas únicas? Es decir: ¿el PSOE podría repetir la maniobra de Sumar a las europeas, en que los lugares de salida se repartieron según los partidos primer escaño para Sumar; segundo, para los Comunes; tercero, para Compromís, y conseguir así eliminar la competencia dentro de cada circunscripción?
Evidentemente, nadie se espera que Junts, Esquerra, Bildu o el BNG acepten integrarse en una maniobra como esta. Tampoco está claro si Compromís, Más o Podemos querrían formar parte. Pero solo que Sumar se integrara a las listas del PSOE, a cambio de lugares asegurados, y también formaciones ahora cuanto más Madrid, la Chunta o los Comunes, el panorama sería mucho más favorable para Pedro Sánchez que no lo es ahora.
Y esta podría ser su última oportunidad antes de que el ciclo electoral no se cierre del todo: si hay elecciones en Catalunya en octubre, convocar elecciones españolas el mismo día y probar de competir con un tipo de Frente Popular como el francés, en que incluiría algunos de los aliados que ahora están en delicado momento de forma. Así, el presidente español, adicto a la adrenalina, podría volver a lanzar los dados…
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