Alexander Karpenko, un profesor de Inglés de 35 años de edad, de Nizhny Novgrod, Rusia se afeita con todo tipo de objetos filosos, incluyendo una pala, un hacha o tijeras, pero no con cuchillas de afeitar.

Impresionado por las historias de guerra de su abuelo, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que le contó cómo los hombres usaban cualquier cosa afilada para afeitar en el campo de batalla, Alexander experimentó por primera con una tijera, cuando tenía 16 años de edad.

Karpenko considera las máquinas de afeitar “un lujo” y ha utilizado en los últimos 20 años todo tipo de cosas como palas, cinceles o cuchillos afilados para eliminar el vello facial y afirma que nunca ha usado una navaja común.

El profesor recuerda que cuando su primera esposa, entró en el baño mientras se afeitaba con un hacha, rompió en llanto pensando que estaba tratando de cometer suicidio.

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