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Primero se fijaron las líneas maestras, la filosofía de la nueva Ertzaintza «cercana» y «preventiva» que el Gobierno vasco quiere construir para adaptarse al escenario abierto tras el final de ETA. El siguiente paso ha consistido en diseñar el andamiaje, la estructura de unidades y divisiones sobre el que se pretende sustentar esta Policía autonómica que aspira a alcanzar un «alto nivel de reconocimiento» y de «implicación» social, una vez superada la amenaza terrorista que tenía a los ertzainas en su punto de mira. Esta parte del proceso de transformación, quizá la más complicada por los movimientos internos que conlleva, se ha venido desarrollando de forma escalonada durante los últimos siete meses. Se trata de un proceso largo, al que se pretende dar continuidad hasta el final de la legislatura en 2016, y que ayer vivió una de sus fechas determinantes con la presentación del nuevo organigrama de la Ertzaintza.
La nueva estructura se sustentará en dos grandes divisiones -Protección Ciudadana e Investigación Criminal- frente a las cinco actuales y que desarrolla una Oficina Central de Inteligencia que sustituirá, en gran medida, las labores de recogida de información que desarrollaba la División Antiterrorista, que desaparecerá después de haber sido creada por el Gobierno del PSE hace tres años. El viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, explicó a EL CORREO que su desarticulación no implicará el abandono de un trabajo que -insistió- ya se venía realizando antes de su creación como división específica. Aunque sí parece que se reducirá significativamente el número de efectivos (500) que se empleaban hasta ahora. De momento, 136 policías sin plaza en propiedad que trabajaban en estas labores volverán a sus comisarías o unidades. Lo mismo ocurrirá con otros 45 ertzainas adscritos a la Unidad de Soporte Operativo (USOT).
Las modificaciones más gruesas ya fueron anunciadas el pasado marzo -entre ellas la eliminación de las unidades de acompañamientos y la Brigada de Refuerzo- para reforzar la presencia de agentes en las calles. Faltaba por conocer el detalle de la nueva estructura -por ejemplo los grupos que dependen de cada jefatura- y, sobre todo, el número de agentes que la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) prevé utilizar para rellenar este enorme 'puzzle', que fue presentado ayer por los responsables del Departamento de Seguridad a sindicatos y mandos policiales por separado.
Uno de las principales cambios se centra en la creación de 140 nuevas plazas de especialistas e investigadores. Según ha podido saber este periódico, una de las novedades de mayor calado será la fusión y ampliación de las unidades de Delitos Económicos e Informáticos, dos de las actividades criminales que más han crecido en los últimos años. De hecho, el número de denuncias relacionadas con los delitos informáticos creció el pasado año un 66% hasta alcanzar casi 4.000. En lo que se refiere a los económicos, voces cualificadas de la judicatura y la fiscalía han denunciado en diversas ocasiones la escasez de medios en la Ertzaintza para investigar casos de corrupción y han solicitado que se incrementen los agentes que se dedican a esta labor. Este nuevo grupo duplicará su número de efectivos y contará con 23 agentes en total, que dependerán de la jefatura de Investigación Criminal. Además, se destinará 30 agentes para la Policía Judicial y otros 40 a la indagaciones relacionadas con el tráfico.
Críticas de Erne
La «simplificación» de la estructura persigue «avanzar» hacia una Policía integral «más funcional» y «menos burocratizada», que esté orientada hacia la seguridad ciudadana, según destacó ayer la consejera Estefanía Beltrán de Heredia. En este propósito de simplificación se encuadra también la creación de áreas como la Secretaría General, que aglutinará con 134 personas diversos servicios administrativos que se realizaban en grupos distintos.
Este objetivo, sin embargo, es cuestionado por los sindicatos. Los representantes de Erne, la central mayoritaria de la Policía vasca, fueron ayer expulsados de la macrocomisaría de Erandio antes de la reunión por organizar y no comunicar una protesta en el interior de las instalaciones. El sindicato considera que el propósito de conseguir una Policía de proximidad «queda en entredicho» cuando «se prevé reducir efectivos» en varias comisarías y, en cambio, se aumentará el número de agentes en la central de Erandio. Josu Zubiaga, sin embargo, negó una disminución de las ertzainetxeas e insistió en que lo que han hecho es tratar de «ajustar una RPT» que estaba desfasada a las «necesidades reales de efectivos».
El tercer gran cambio anunciado ayer atañe directamente a la cadena de mando. Se pasarán de los 190 mandos actuales a 161; de 7 superintendentes a 3 (todos habilitados); de 21 intendentes a 19; de 58 comisarios a 62 y de 104 subcomisarios a 77. Los nuevos responsables de cada unidad serán nombrados en diciembre.

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Según EITB :

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Según el ABC :

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