Cap.1
Yo cuando era carpintero en activo trabajé para muchas personas de distintos niveles socioeconómicos.
Una vez estuve colocando un suelo de madera alrededor de la piscina en el chalet de un dentista. El tipo era mi cliente y yo tenía que mostrarme servicial. Así que si me decía que ésto así o asá, yo me amoldaba en lo posible, que para eso pagaba él. 
Al cabo de un par de semanas me encargó un mueble botellero rústico para su bodega, y detrás vinieron otras cosas, y bueno, el caso es que al final lo tuve bastante tiempo como cliente. 
Pero, peeero, mandaba él. Y siempre me regateaba el precio de los encargos o me decía que le incluyese como "regalo" alguna cosilla, un mueble zapatero, por ejemplo.
Ese señor entendía que como me proporcionaba trabajo con cierta asiduidad, debía estarle agradecido. Y no es que fuese un cabrón. Lo hacía de buen rollo.
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Cap.2
El primer dentista al que fui, me hizo esperar en su primera visita una media hora, en la segunda una hora entera y en la tercera otra hora completa también. Por eso dejé de ir a su clínica.

El segundo dentista al que he ido bastantes años, empezó bien pero poco a poco he ido viendo cómo descuidaba sus maneras, sus prestaciones e incluso la propia consulta. (Ignoro la causa, tal vez personal) Pero el caso es que he sido cliente suyo durante años y si sumamos todos los pagos, le he soltado una buena suma de dinero sin pedirle nunca una rebajita. Y hace cosa de un año dejé de ir.


Ahora voy a un centro muy completo en donde me cambian los horarios de visita cada dos por tres, donde se lían a veces con dichos horarios y en donde hoy mismo me han citado para las 18.30 y me han atendido a las 19.20. Debían hacerme un par de intervenciones, pero como no ha dado tiempo, han hecho solo una y la semana que viene me volverán a putear.
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Resumen.
La cuestión de toda esta mierda de parábola, es:
¿Por qué cuando el dentista es mi cliente, manda él, y cuando el cliente soy yo también?
¿Será porque yo necesito trabajar ocho horas para pagarle a él una?
Estoy convencido de que hay cirujanos, pediatras, médicos generales, oftalmólogos y fisioterapeutas vocacionales, pero ¿hay dentistas vocacionales? 
No,¿verdad?
¿Sí?
¿Cuántos de cada mil?
----------------------------------------------
Anexo.
¿Hay alguna razón para que un notario gane cinco, diez o veinte veces más que una persona?
----------------------------
Fin.
Espero haber sabido expresar bien mi mensaje. 

Puede ser una cuestión de mercado...de oferta y demanda.

Puede ser una cuestión de categorías y clases sociales...Puede que sea una cuestión de personalidad.

quizás cuando eras carpintero no tenias que hacerle tanto regalo y hacerle creer que tenias mucho trabajo y que estabas muy ocupado...

Al dentista...decirle que se vaya a la mierda si le da hora a todo Dios para ganar mucho dinero y luego no le da tiempo.

En todo caso   veces hay que sacar un poco el carácter porque si no los patricios nos pisan.

Blas escribió:Cap.1
Yo cuando era carpintero en activo trabajé para muchas personas de distintos niveles socioeconómicos.
Una vez estuve colocando un suelo de madera alrededor de la piscina en el chalet de un dentista. El tipo era mi cliente y yo tenía que mostrarme servicial. Así que si me decía que ésto así o asá, yo me amoldaba en lo posible, que para eso pagaba él. 
Al cabo de un par de semanas me encargó un mueble botellero rústico para su bodega, y detrás vinieron otras cosas, y bueno, el caso es que al final lo tuve bastante tiempo como cliente. 
Pero, peeero, mandaba él. Y siempre me regateaba el precio de los encargos o me decía que le incluyese como "regalo" alguna cosilla, un mueble zapatero, por ejemplo.
Ese señor entendía que como me proporcionaba trabajo con cierta asiduidad, debía estarle agradecido. Y no es que fuese un cabrón. Lo hacía de buen rollo.
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Cap.2
El primer dentista al que fui, me hizo esperar en su primera visita una media hora, en la segunda una hora entera y en la tercera otra hora completa también. Por eso dejé de ir a su clínica.

El segundo dentista al que he ido bastantes años, empezó bien pero poco a poco he ido viendo cómo descuidaba sus maneras, sus prestaciones e incluso la propia consulta. (Ignoro la causa, tal vez personal) Pero el caso es que he sido cliente suyo durante años y si sumamos todos los pagos, le he soltado una buena suma de dinero sin pedirle nunca una rebajita. Y hace cosa de un año dejé de ir.


Ahora voy a un centro muy completo en donde me cambian los horarios de visita cada dos por tres, donde se lían a veces con dichos horarios y en donde hoy mismo me han citado para las 18.30 y me han atendido a las 19.20. Debían hacerme un par de intervenciones, pero como no ha dado tiempo, han hecho solo una y la semana que viene me volverán a putear.
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Resumen.
La cuestión de toda esta mierda de parábola, es:
¿Por qué cuando el dentista es mi cliente, manda él, y cuando el cliente soy yo también?
¿Será porque yo necesito trabajar ocho horas para pagarle a él una?
Estoy convencido de que hay cirujanos, pediatras, médicos generales, oftalmólogos y fisioterapeutas vocacionales, pero ¿hay dentistas vocacionales? 
No,¿verdad?
¿Sí?
¿Cuántos de cada mil?
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Anexo.
¿Hay alguna razón para que un notario gane cinco, diez o veinte veces más que una persona?
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Fin.
Espero haber sabido expresar bien mi mensaje. 

Mi dentista me hizo una vez esperar media hora y me fui. Nunca más me hizo esperar. No se si es casualidad o que también cuenta el no asumir el "maltrato".

Es un problema de verdades inoculadas.
Hay roles, papeles, funciones, categorías, que se han instalado en las meninges colectivas como verdades de una sensatez fuera de duda.
Una de ellas es la creencia de que quien estudia merece más que quien no.
Su argumento más extendido y rotundo es que los que estudian una carrera se sacrifican por ella. Que estudiar conlleva renuncia. Que los estudiantes se esfuerzan mientras los otros se divierten.

Estamos creyendo a pies juntillas que el universitario sacrifica su juventud -lo mejor de la vida, oiga usté- para alcanzar una formación ligada a una meta profesional, mientras los otros, libres de abnegaciones y disciplinas, se abandonan ebrios de lujuria al festejo y la indolencia.

Pero al parecer nadie se ha planteado qué supone trabajar en la obra, el campo, el mar, o las fábricas desde los 16 años. Nadie ha valorado qué sacrificios supone eso en términos de salud por ejemplo. Nadie ha valorado la diferencia que hay de empleos vocacionales entre estudiantes y no estudiantes, qué porcentaje de satisfacción tienen en sus puestos de trabajo unos y otros durante toda su vida y cuán duros e ingratos son esos trabajos.

En la sociedad tenemos catalogados a los seres humanos por calidades y categorías y ni nos las cuestionamos, o raramente.

Así es...
Quienes se quejan de eso son siempre los mismos, los que cuando han podido no han hecho nada. ¿y quien tiene la culpa de eso?