Todo aquel que milita en la política sabe que todos los días hay que comerse un sapo. El dilema del kirchnerismo al enfriarse la economía (donde el crecimiento es nulo o negativo con suspensiones de trabajadores en automotrices, en YPF, y fuerte caída de la construcción), es continuar con la retórica inflamada de ser los abanderados de la lucha anticapitalista o pactar con el alcalde de Buenos Aires con miras al 2015.
La imagen de los legisladores kirchnerista con Cabandié a la cabeza, votando los grandes negociados inmobiliarios que diseñó Mauri Macri da vergüenza ajena.
Para que se entienda, el kirchnerismo votó habilitaciones para shoppings, venta de bienes públicos, autorización para tomar deuda externa y cesión de tierras del Estado para desarrollar negocios inmobiliarios.

¡Es decir, acompañó todo aquello a lo que dijo oponerse durante la Década Ganada!

Estos chorizos que gobiernan la Nación y la Ciudad de Buenos Aires pactan a espaldas de la gente y mientras tanto La Cámpora habla de un "relato" anticorporativo y una revolución que solo está en la imaginación de los lúmpenes que les siguen.

¿Cómo puede pactar la "campeona" de los Derechos Humanos con el represor de enfermos mentales y trabajadores del Hospital Borda el año pasado?

¿Cómo puede formar una alianza la "abanderada" de los humildes que ha dejado su salud en estos 10 años de inclusión y fútbol para todos con quien tiene como práctica sistemática incumplir sentencias judiciales, especialmente en materia de salud, vivienda, educación y alimentación?

La respuesta es que ambos dos tienen muchas cosas en común a pesar de discursos antagónicos; los dos fueron sobreseídos por una Justicia dependiente del poder de turno. Los dos deberán algún día rendir cuentas por ser integrantes de Asociaciones Ilícitas que tienen por objeto el incremento patrimonial propio, uno por las irregularidades en la licitación del llamado mobiliario urbano, la otra por las irregularidades de la licitación de la obra pública.

La impunidad no tiene ideología, por el bien de los argentinos ojalá que todos los delincuentes amparados en el poder, puedan ser juzgados para que la República salga fortalecida después de tantos engaños y mentiras.

Cinco días después del último acto, cuando inauguraron las oficinas de Facebook en Buenos Aires y siguiendo con el tono de diálogo y cordialidad que los acercó en el último tiempo, la Presidenta y el Jefe de Gobierno tenían previsto volver a compartir un acto, este sábado.
Otro acto intrascendente para la mayoría de la gente donde única oradora fue la liliputiense mental en cadena nacional, monologando y negando una realidad que sufre la sociedad.
Finalmente el Alcalde Macri dejó plantada a la presidente y no asistió al homenaje al cura guerrillero. Es público y conocido las dos etapas de Carlos Mugica: la primera montonero ejerciendo la violencia, y la otra donde arrepentido se da cuenta de su enorme error.

¿A cuál de ellos reinvindica el gobierno? O tal vez al mártir muerto por sus ex compañeros?