Cantidad de cuestiones nos dan miedo en algún momento de nuestra vida de forma casi irremediable, como la muerte. En la escuela, y si no tienes mucha suerte también en la familia, se ignoran o no se tratan, quizá porque no es su labor. En todo caso, para tener adultos serenos y maduros, es necesario que desde niños nos enseñen a afrontar lo que nos da miedo, y a ser capaces de hablar sobre todo, sin embargo, desde siempre, la tendencia es a silenciar lo que nos asusta, lo que es polémico o lo que es raro.
Recuerdo un curso en el que tuve una tutora que todas las semanas proponía un debate, sobre temas diversos, ¿debería ser obligado en la escuela, y en el instituto, las mesas de debate y tratar temas como la muerte y el placer sexual? Que yo sepa siempre se tratan las enfermedades, lo tenebroso, lo que no ayuda a superar el miedo y a ser feliz, ¿no es así?

Con la muerte está la batalla perdida, los padres dirían que les meten pensamientos morbosos inapropiados. Lo mejor es tener mascotas en casa, a la muerte del cuarto hamster y tener que enterrarlo  se asume con naturalidad.   

Liptuan escribió:Cantidad de cuestiones nos dan miedo en algún momento de nuestra vida de forma casi irremediable, como la muerte. En la escuela, y si no tienes mucha suerte también en la familia, se ignoran o no se tratan, quizá porque no es su labor. En todo caso, para tener adultos serenos y maduros, es necesario que desde niños nos enseñen a afrontar lo que nos da miedo, y a ser capaces de hablar sobre todo, sin embargo, desde siempre, la tendencia es a silenciar lo que nos asusta, lo que es polémico o lo que es raro.
Recuerdo un curso en el que tuve una tutora que todas las semanas proponía un debate, sobre temas diversos, ¿debería ser obligado en la escuela, y en el instituto, las mesas de debate y tratar temas como la muerte y el placer sexual? Que yo sepa siempre se tratan las enfermedades, lo tenebroso, lo que no ayuda a superar el miedo y a ser feliz, ¿no es así?

Si, desde luego que lo más nocivo es silenciar todo aquello que arremete con interés y más aún si provoca miedo o perturbación.

Y con las relaciones sólo con que atiendan a los anuncios de preservativos muy tontos tienen que ser para no preguntar o hacerse una idea aproximada que los padres tendrán que poner en contexto...