En unas horas tendrá lugar el segundo intento para lanzar el cohete Falcon 9 con la nave Crew Dragon a bordo, ambos fabricados por la empresa SpaceX, después de que el mal tiempo obligara a cancelarlo el pasado miércoles a menos del 20 minutos del despegue. El despegue está programado para las 21:22 y se realizará desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida (EE. UU.).
Pero el clima sigue llenando de incertidumbre la jornada de hoy. Las probabilidades de que el tiempo permita o no el despegue se encuentran bastante igualadas. Entre los principales factores meteorológicos que juegan en contra se hallan las nubes y las precipitaciones.
Por ello en la rueda de prensa llevada a cabo ayer desde el centro espacial de la agencia estadounidense, el administrador de la NASA Jim Bridenstine hizo especial hincapié en la seguridad de los astronautas y no garantizó que el vuelo fuera a producirse hoy con total seguridad.
Bridenstine explicó a su vez que la serie de factores que deben darse para hacer posible el lanzamiento, que incluyen desde el ciclo de sueño de los astronautas hasta la el momento de rotación de la Tierra, convergen en un instante que debe aprovecharse. Por ello el equipo quiere estar preparado a pesar de que el tiempo no resulte del todo favorable. Salvo el factor meteorológico, todos los pasos funcionaron conforme a lo planificado en el intento previo por lo que la manera de proceder para el lanzamiento de hoy se mantiene sin cambios
El administrador de la NASA Jim Bridenstine durante la rueda de prensa de ayer (STEVE NESIUS / Reuters)
Los integrantes del primer vuelo espacial tripulado desde Estados Unidos tras casi una década serán los astronautas de la NASA Doug Hurley y Robert Behnken. Se trata de una misión de prueba, bautizada como Demo-2, con la que deberán llegar hasta la Estación Espacial Internacional, atracar de manera automática gracias a la nave Crew Dragon y regresar a la Tierra.
La misión forma parte del Programa de Tripulación Comercial impulsado por la agencia espacial y tiene el objetivo de dar el visto bueno tanto al cohete como a la cápsula de SpaceX como sistemas de transporte con personas a bordo.