La Navidad, desde niño, y no siendo religiosa mi familia como no lo somos, me ha cautivado. Ya de muy pequeño formábamos en casa el Belén, con figuras recortadas en cartulina, que poco a poco, conforme la situación económica mejoraba, fuimos adquiriendo pequeñas figurillas de barro: el típico pesebre, también el puente, la lavandera, los patos, los Magos de Oriente, y el río que hacíamos con papel de plata del envoltorio de los chocolates.
Este Belén lo hemos ido transformando y hoy, solo tenemos el pesebre con las tres figuras de la historia judía, san José, la Virgen y el niño, figuras que compré en Italia, de un tamaño considerable y de una belleza insuperable.
La fiesta de la Navidad, para algunos, es motivo de depresión, pero porque se ha transformado en una fiesta de compras y regalos, en vez de ser una fiesta de hermandad familiar. Claro que hoy, por ejemplo, cuando mis hijos y nietos, y bisnietos, están unos en América, otros en Francia e Irlanda, poco podemos reunirnos para comer o cenar, salvo conectarnos por internet. Algo es algo.
Pero el Belén, o mejor dicho el Nacimiento, más que como idea religiosa es para mí como acontecer de un nuevo año que viene con tantas incógnitas, nunca falta en mi casa, y me gusta verlos acercándome al Museo del Belén de Alacant, donde figuran escenas muy logradas que son donaciones de familias y belenistas, como yo donaré este que tengo de origen italiano y de autor imaginero famoso, y que es un placer visitarlo.
Y para terminar, coloco una foto que tomé ayer noche del pesebre más alto que se instala en el mundo, y está en la Explanada de España de Alacant. Como pueden ver, es de una altura muy considerable, y de gran belleza. No importa si se cree en la leyenda judía o no, ya que eso debe quedar al margen para apreciar únicamente lo artístico.
Yo celebro el cumpleaños de Newton en familia con un fondue, diversos líquidos estimulantes y buena música. Adornos y arbol usados, normalmente para estas fechas, nos lo ahorramos, ya que con nuestros gatos sólo provocaría desastres y estropicios diversos.
A marapez, El Postiguet y a Atnikol les gusta esta publicaciòn
Son fiestas, por lo que necesariamente ya me gustan.
Y luego además las ciudades se adornan, hay música,... los niños están felices. Muchas oportunidades para hacer fotos.
Aparte de adornos caseros que he ido comprando por varios países, al coche lo disfrazo de Rudolph, y ver la cara de alegría de los niños al verlo pasar es impagable...
Mi cuñado afortunadamente está en UK y no viene, con lo que más felicidad todavía. Eso sí, mi madre está ya muy mayor y cada vez le cuesta más el disfrutar de estas fiestas. Cena fuera el 31, mejor que en casa.
Mis mejores navidades eran las de hace años cuando vivía mi madre y nos juntábamos 20 familiares, hij@s, nueras, yernos, nietos, ahora estamos más separados geográficamente ya que por trabajo los hermanos viven en distintas partes, Madrid, Ibiza, Alicante y Tarragona, por lo que cuesta más juntarse, pero a nivel de unidad familiar el domingo pasado pusimos el árbol, en esta semana iremos a Barcelona a ver los Belenes y la iluminación, y nos juntaremos 5 personas, además de Vesta y Comba, a una cena de navidad y en fin de año, luego llamadas de teléfono felicitando el nuevo año, y vamos a casa de amigos a tomar algo, pero el gasto que supone el consumismo en esta fiestas me fastidia bastante, lo único que veo bueno y lleno de ilusión son los regalos a los niños, sea de Papa Noel o Los Reyes Magos.
Algún compañero del foro, del que por su manera de debatir lo he dejado de lado últimamente, o sea, que no pretendo ser su abogado defensor, ha dicho que tunea su coche en estas fiestas navideñas. Yo no lo he hecho nunca ni lo haré, pero en estas cuatro palabras suyas refiriéndose al hecho, dice tres palabras que al autor del tuneo (creo que el único que lo ha expresado) le endosa: gilipolla, imbécil y presto a idiotizar a niños.
Por este hecho, festivo, jocoso, no creo se merezca esos insultos (que lo son, diga usted lo que diga) y los niños —¿tiene usted hijos o nietos?— no se idiotizan por hechos como este, lo pasan "pipa" según ellos reconocen, y alegrar a un niño, y verlo sonreír o poner su carita de asombrado feliz, solo lo entiendo como gesto de persona sensata, amable, y cariñosa. Que no influya las ideas políticas para estos hechos.
Algún compañero del foro, del que por su manera de debatir lo he dejado de lado últimamente, o sea, que no pretendo ser su abogado defensor, ha dicho que tunea su coche en estas fiestas navideñas. Yo no lo he hecho nunca ni lo haré, pero en estas cuatro palabras suyas refiriéndose al hecho, dice tres palabras que al autor del tuneo (creo que el único que lo ha expresado) le endosa: gilipolla, imbécil y presto a idiotizar a niños.
Por este hecho, festivo, jocoso, no creo se merezca esos insultos (que lo son, diga usted lo que diga) y los niños —¿tiene usted hijos o nietos?— no se idiotizan por hechos como este, lo pasan "pipa" según ellos reconocen, y alegrar a un niño, y verlo sonreír o poner su carita de asombrado feliz, solo lo entiendo como gesto de persona sensata, amable, y cariñosa. Que no influya las ideas políticas para estos hechos.
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El Postiguet se está refiriendo a quien insulta sin escrúpulos a quienes no piensan como él, no sólo al llobu, incluso en el Café Gijón, endosa falacias negándolas por evidentes que sean y se salta las normas del foro dónde y cuando le parece.
Lo que ha hecho, para el llobu, es una imbecilidad y una gilipollez y sólo sirve para idiotizar niños.
¿Que sería mejor que el gallego ese no pudiera faltar al respeto e insultar a los demás sin escrúpulos, porque la moderación hace su trabajo, y el llobu no le devolviera insultos? Por supuesto... y eso es lo que reclama el llobu.
Algún compañero del foro, del que por su manera de debatir lo he dejado de lado últimamente, o sea, que no pretendo ser su abogado defensor, ha dicho que tunea su coche en estas fiestas navideñas. Yo no lo he hecho nunca ni lo haré, pero en estas cuatro palabras suyas refiriéndose al hecho, dice tres palabras que al autor del tuneo (creo que el único que lo ha expresado) le endosa: gilipolla, imbécil y presto a idiotizar a niños.
Por este hecho, festivo, jocoso, no creo se merezca esos insultos (que lo son, diga usted lo que diga) y los niños —¿tiene usted hijos o nietos?— no se idiotizan por hechos como este, lo pasan "pipa" según ellos reconocen, y alegrar a un niño, y verlo sonreír o poner su carita de asombrado feliz, solo lo entiendo como gesto de persona sensata, amable, y cariñosa. Que no influya las ideas políticas para estos hechos.
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El Postiguet se está refiriendo a quien insulta sin escrúpulos a quienes no piensan como él, no sólo al llobu, incluso en el Café Gijón, endosa falacias negándolas por evidentes que sean y se salta las normas del foro dónde y cuando le parece.
Lo que ha hecho, para el llobu, es una imbecilidad y una gilipollez y sólo sirve para idiotizar niños.
¿Que sería mejor que el gallego ese no pudiera faltar al respeto e insultar a los demás sin escrúpulos, porque la moderación hace su trabajo, y el llobu no le devolviera insultos? Por supuesto... y eso es lo que reclama el llobu.
Idiotizar a los niños ¿es para ti la diversión de los disfraces? ¿Es que tú no ha estado en contacto con niños y lo bien que lo pasan en su sencillez? ¿Llevarlos a un circo es también idiotizarlos? ¿Y a Eurodisney?... Creo, sinceramente, que te has pasado con esa interpretación. La fantasía de los niños es tan grande, que, aunque tú lo ignores, quizás sepan que no es verdad, como el caso de los Reyes Magos, pero les gusta la fantasía. Forma parte de su idiosincrasia, cosa que admiro y me gusta, y lo lamentable es que en la maryoría de ellos se pierda pronto. Y lo que es peor, que desde los gobiernos se presten a ello...
Yo ya no sé si para ti entregarles a los niños El Capital, para que aprendan con él a leer, es más inteligente que divertirles tuneando un coche dándole forma de un trineo, pero como yo pienso de otra manera, y tengo mi derecho a pensar distinto, mejor es esto último que manipularlos políticamente, que es lo que hacen las dictaduras, ya fascistas, ya comunistas. A los niños démosle la fantasía y los juegos, que los haremos mejores cuando adultos. Eso sí, cada padre que haga con sus hijos, en diversión, lo que quieran, será su responsabilidad si llegan a adultos sin haber pasado por la maravillosa edad infantil... Y los hay.
El llobu escribió: El Postiguet se está refiriendo a quien insulta sin escrúpulos a quienes no piensan como él, no sólo al llobu, incluso en el Café Gijón, endosa falacias negándolas por evidentes que sean y se salta las normas del foro dónde y cuando le parece.
Lo que ha hecho, para el llobu, es una imbecilidad y una gilipollez y sólo sirve para idiotizar niños.
¿Que sería mejor que el gallego ese no pudiera faltar al respeto e insultar a los demás sin escrúpulos, porque la moderación hace su trabajo, y el llobu no le devolviera insultos? Por supuesto... y eso es lo que reclama el llobu.
Idiotizar a los niños ¿es para ti la diversión de los disfraces? ¿Es que tú no ha estado en contacto con niños y lo bien que lo pasan en su sencillez? ¿Llevarlos a un circo es también idiotizarlos? ¿Y a Eurodisney?... Creo, sinceramente, que te has pasado con esa interpretación. La fantasía de los niños es tan grande, que, aunque tú lo ignores, quizás sepan que no es verdad, como el caso de los Reyes Magos, pero les gusta la fantasía. Forma parte de su idiosincrasia, cosa que admiro y me gusta, y lo lamentable es que en la maryoría de ellos se pierda pronto. Y lo que es peor, que desde los gobiernos se presten a ello...
Yo ya no sé si para ti entregarles a los niños El Capital, para que aprendan con él a leer, es más inteligente que divertirles tuneando un coche dándole forma de un trineo, pero como yo pienso de otra manera, y tengo mi derecho a pensar distinto, mejor es esto último que manipularlos políticamente, que es lo que hacen las dictaduras, ya fascistas, ya comunistas. A los niños démosle la fantasía y los juegos, que los haremos mejores cuando adultos. Eso sí, cada padre que haga con sus hijos, en diversión, lo que quieran, será su responsabilidad si llegan a adultos sin haber pasado por la maravillosa edad infantil... Y los hay.
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La fantasía nada tiene que ver con el engaño que supone la Navidad y el grado de idiotización que provoca tanto en niños como en adultos.
Por supuesto que el llobu ha estado en contacto con niños: es el mayor de todos sus primos, es mayor que su hermano, ha tenido un cachorro y ahora tiene dos nietos. Y jamás ha engañado a ninguno de ellos haciéndoles creer vanas y falsas fantasías.
Todos los niños del entorno del llobu distinguen, desde el primer día, lo falso de lo verdadero, en todos los órdenes. Y ninguno se ha dejado idiotizar por las Navidades, ni por ninguna otra cuestión. Y todos tienen sus fantasías y saben que sólo son fantasías. Ninguno se ha quejado de no haber tenido una maravillosa infancia y todos están más que agradecidos de que se les tratase como a seres inteligentes y no como a imbéciles.
Cada uno que críe a sus cachorros como tenga a bien.
Por cierto: en el entorno del llobu no se politiza a ningún niño en ningún sentido. No entiende el llobu el interés del Postiguet en la politización de todo sobre lo que dialogamos.
Pues qué pena que no hayan gozado de la fantasía de los Reyes Magos, por ejemplo. Una fantasía que al crecer descubren que lo es, y muchos de esos niños, ya en la adolescencia, y me consta, quieren mantenerla, porque la fantasía no perjudica para nada al ser humano. El descubrir la realidad de la fantasía, en su momento oportuno, es también enriquecedor para el ser humano, si está bien educado. No es nada traumático. Trauma quizás la sientan, y la desarrollen de mayores, cuando entiendan que no han gozado de ser niños en su niñez.
Entiendo pues, que El Llobu no entregue a sus hijos novelas como El Quijote, pura fantasía, o las de Julio Verne, por ejemplo, o las de nueva generación como Harry Potter, pero quizás sea al carece él de la misma. Yo diría que la fantasía, como la imaginación, al poder, antes que tanto interés personal o de grupo que existe en los partidos. Yo, como padre, abuelo y bisabuelo, me agrada ser un cuenta cuentos para ver la cara de entusiasmo que los niños ponen, y aun más cuando intento, o por olvidadizo, cambiar la trama, y ellos te dicen cómo es la que le contaste hace días.
La fantasía no es manipulación. Manipulación la he padecido con el franquismo, y me he salvado de la comunista al no gobernar el país esta organización en mi niñez y adolescencia.
El Postiguet escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Pues qué pena que no hayan gozado de la fantasía de los Reyes Magos, por ejemplo. Una fantasía que al crecer descubren que lo es, y muchos de esos niños, ya en la adolescencia, y me consta, quieren mantenerla, porque la fantasía no perjudica para nada al ser humano. El descubrir la realidad de la fantasía, en su momento oportuno, es también enriquecedor para el ser humano, si está bien educado. No es nada traumático. Trauma quizás la sientan, y la desarrollen de mayores, cuando entiendan que no han gozado de ser niños en su niñez.
Entiendo pues, que El Llobu no entregue a sus hijos novelas como El Quijote, pura fantasía, o las de Julio Verne, por ejemplo, o las de nueva generación como Harry Potter, pero quizás sea al carece él de la misma. Yo diría que la fantasía, como la imaginación, al poder, antes que tanto interés personal o de grupo que existe en los partidos. Yo, como padre, abuelo y bisabuelo, me agrada ser un cuenta cuentos para ver la cara de entusiasmo que los niños ponen, y aun más cuando intento, o por olvidadizo, cambiar la trama, y ellos te dicen cómo es la que le contaste hace días.
La fantasía no es manipulación. Manipulación la he padecido con el franquismo, y me he salvado de la comunista al no gobernar el país esta organización en mi niñez y adolescencia.
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No hay ninguna pena: el momento oportuno para distinguir la realidad de la fantasía es cuando se conoce la fantasía. Y ninguno de los cachorros de la llobera ha tenido ningún trauma con la ilusión, al contrario, valoran más a unos padres que jamás les han mentido.
Entiende mal el Postiguet: los cachorros de la llobera leen y tienen fantasías, pero saben, desde el minuto cero, que son fantasías, no realidades.
Lo que no es la fantasía es engaño. Y tratar de engañar sí es tratar de manipular.
Para que lo entienda el Postiguet: a los cachorros de la llobera le dan pena los demás niños engañados por sus padres.
El Postiguet escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Pues qué pena que no hayan gozado de la fantasía de los Reyes Magos, por ejemplo. Una fantasía que al crecer descubren que lo es, y muchos de esos niños, ya en la adolescencia, y me consta, quieren mantenerla, porque la fantasía no perjudica para nada al ser humano. El descubrir la realidad de la fantasía, en su momento oportuno, es también enriquecedor para el ser humano, si está bien educado. No es nada traumático. Trauma quizás la sientan, y la desarrollen de mayores, cuando entiendan que no han gozado de ser niños en su niñez.
Entiendo pues, que El Llobu no entregue a sus hijos novelas como El Quijote, pura fantasía, o las de Julio Verne, por ejemplo, o las de nueva generación como Harry Potter, pero quizás sea al carece él de la misma. Yo diría que la fantasía, como la imaginación, al poder, antes que tanto interés personal o de grupo que existe en los partidos. Yo, como padre, abuelo y bisabuelo, me agrada ser un cuenta cuentos para ver la cara de entusiasmo que los niños ponen, y aun más cuando intento, o por olvidadizo, cambiar la trama, y ellos te dicen cómo es la que le contaste hace días.
La fantasía no es manipulación. Manipulación la he padecido con el franquismo, y me he salvado de la comunista al no gobernar el país esta organización en mi niñez y adolescencia.
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No hay ninguna pena: el momento oportuno para distinguir la realidad de la fantasía es cuando se conoce la fantasía. Y ninguno de los cachorros de la llobera ha tenido ningún trauma con la ilusión, al contrario, valoran más a unos padres que jamás les han mentido.
Entiende mal el Postiguet: los cachorros de la llobera leen y tienen fantasías, pero saben, desde el minuto cero, que son fantasías, no realidades.
Lo que no es la fantasía es engaño. Y tratar de engañar sí es tratar de manipular.
Salú y República.
Pues me alegro por ellos, sin dudar. Pero pudiera ser que algún día echaran en falta no haber sido verdaderamente niños y gozar de las fantasías propias de la edad, como tener amigos imaginaros que en su corto entendimiento los hacen a su gusto. La fantasía que se ofrece a los niños, en las historias, en los juegos, no es manipulación, pero, si lo fueran, los padres que lo hacen están en su perfecto derecho; quienes no lo están nunca son los gobiernos totalitarios, ya fascistas, ya comunistas, que se adueñan hasta de las criaturas para transformarlas a su gusto.
Sus hijos se están librando, a dios gracias, de no vivir en el comunismo ni en el fascismo, y para eso es lo que hay que trabajar y luchar, para que no lo conozcan nunca.
El llobu escribió: No hay ninguna pena: el momento oportuno para distinguir la realidad de la fantasía es cuando se conoce la fantasía. Y ninguno de los cachorros de la llobera ha tenido ningún trauma con la ilusión, al contrario, valoran más a unos padres que jamás les han mentido.
Entiende mal el Postiguet: los cachorros de la llobera leen y tienen fantasías, pero saben, desde el minuto cero, que son fantasías, no realidades.
Lo que no es la fantasía es engaño. Y tratar de engañar sí es tratar de manipular.
Salú y República.
Pues me alegro por ellos, sin dudar. Pero pudiera ser que algún día echaran en falta no haber sido verdaderamente niños y gozar de las fantasías propias de la edad, como tener amigos imaginaros que en su corto entendimiento los hacen a su gusto. La fantasía que se ofrece a los niños, en las historias, en los juegos, no es manipulación, pero, si lo fueran, los padres que lo hacen están en su perfecto derecho; quienes no lo están nunca son los gobiernos totalitarios, ya fascistas, ya comunistas, que se adueñan hasta de las criaturas para transformarlas a su gusto.
Sus hijos se están librando, a dios gracias, de no vivir en el comunismo ni en el fascismo, y para eso es lo que hay que trabajar y luchar, para que no lo conozcan nunca.
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De momento eso no ha pasado: nunca han echado en falta haber sido engañados y nunca han tenido menos ilusión que otros niños, ni menos fantasía sobre lo que les apeteciera, eso sí, con el pleno conocimiento de que eran fantasías.
Por otra parte, debería entender el Postiguet que el llobu sólo está explicando qué se hace en la llobera con los cachorros, no está pretendiendo que todo el mundo haga lo que se hace en la llobera: cada uno que eduque a sus cachorros como tenga a bien.
Ya lo dijo el llobu: la fantasía no es manipulación, el engaño sí lo es.
Y no conversamos sobre fascismo o comunismo, sino sobre ilusiones, engaños y fantasía.
Y aunque no sea el tema de conversación, el llobu trabajará junto al Postiguet, codo con codo, en que nuestros cachorros nunca padezcan ni el fascismo, ni el comunismo impuesto como sistema totalitario.
marapez escribió:En todo caso es una opinión del llobu. No es un insulto.
Claro, si uno hace gilipolleces no es un gilipollas; si uno hace imbecilidades, no es un imbécil, si uno idiotiza a sus hijos, no es un "idiotizador", lo entiendo... Por esa misma regla de tres, aquí nadie insulta a nadie. No sé porqué nos escandalizamos, cuando yo llamaba a los partidarios de los políticos y sus partidos, y que en ellos no veían mácula alguna y los pregonaban y cantaban hacia ellos hosannas y parabienes, palmeros, monaguillos y trompeteros. Nunca me refería a nadie en concreto, y se pedía mi cabeza como si yo fuera el nuevo Juan el Bautista.
De pieles muy sensibles, nos ha dotado el creador, y con dos varas de medir. Pero esto es humano, o sea, una condición imperfecta.
marapez escribió:En todo caso es una opinión del llobu. No es un insulto.
Claro, si uno hace gilipolleces no es un gilipollas; si uno hace imbecilidades, no es un imbécil, si uno idiotiza a sus hijos, no es un "idiotizador", lo entiendo... Por esa misma regla de tres, aquí nadie insulta a nadie. No sé porqué nos escandalizamos, cuando yo llamaba a los partidarios de los políticos y sus partidos, y que en ellos no veían mácula alguna y los pregonaban y cantaban hacia ellos hosannas y parabienes, palmeros, monaguillos y trompeteros. Nunca me refería a nadie en concreto, y se pedía mi cabeza como si yo fuera el nuevo Juan el Bautista.
De pieles muy sensibles, nos ha dotado el creador, y con dos varas de medir. Pero esto es humano, o sea, una condición imperfecta.
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Para hacer gilipolleces o imbecilidades no hace falta ser un gilipollas o un imbécil. Gilipolleces e imbecilidades las hace cualquiera, el llobu incluido, básicamente porque nadie es perfecto.
Y no existe esa regla de tres: hay mucha diferencia entre llamar a alguien imbécil o decir que ha hecho una imbecilidad.
Cuando el Postiguet llamaba a los demás (y sabe el llobu que sobre todo se refería en exclusiva al llobu) palmeros, monaguillos y trompeteros los estaba llamando esas cosas directamente, y eso sí es faltar al respeto e insultar aunque el Postiguet no lo entendiera como tal. No es lo mismo decir que alguien ha hecho una estupidez que llamarlo estúpido.
No es tan difícil de entender, y el Postiguet tiene entendederas sobradas para hacerlo.
No es una cuestión de piel sensible, sino de entender qué es un insulto y qué no, y no, no hay una doble vara de medir: lo que es un insulto y lo que no lo es no tiene discusión política ni nada que se le parezca.
De verdad echan a perder los temas tratados en este foro con sus opiniones que según ustedes son mas que eso; meras opiniones. Pero que les hace falta un poco de sensatez y corazón y eso se nota a leguas. Tan solo de leer los comentarios se me han quitado y las ganas de compartir con ustedes. Gracias por la enorme desilusión. Saludos y bendiciones. [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
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