A veces nos hacen daño.
Da igual el motivo y el modo; sencillamente
nos lo han hecho, en mayor o menor medida y ese daño ha obtenido una
respuesta por nuestra parte.

La respuestas y reacciones pueden
ser variadas: desde hacer pagar al otro con la misma moneda, hasta
exigir el perdón (o conseguirlo), o acudir a tribunales cuando el daño
ha constituido falta o delito, o se puede optar por intentar superar el
dolor del agravio pasando página cuanto antes y empezando de cero.

Mas,
en ocasiones, todo ésto no nos es bastante. Necesitamos la humillación
pública de quien nos ha dañado. Pareciera que, si no, no tendremos
descanso. Necesitamos que se sepa lo que nos ha hecho, y advertir a
otros de lo que les puede ocurrir si confian en esa persona.

¿La venganza no genera suficiente satisfacción?
¿Es necesario el disfrute de ver al otro en vergüenza y sometido a mofa y desprecio ajeno?

Buenas tardes........ [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

tay escribió:A veces nos hacen daño.
Da igual el motivo y el modo; sencillamente
nos lo han hecho, en mayor o menor medida y ese daño ha obtenido una
respuesta por nuestra parte.

La respuestas y reacciones pueden
ser variadas: desde hacer pagar al otro con la misma moneda, hasta
exigir el perdón (o conseguirlo), o acudir a tribunales cuando el daño
ha constituido falta o delito, o se puede optar por intentar superar el
dolor del agravio pasando página cuanto antes y empezando de cero.

Mas,
en ocasiones, todo ésto no nos es bastante. Necesitamos la humillación
pública de quien nos ha dañado. Pareciera que, si no, no tendremos
descanso. Necesitamos que se sepa lo que nos ha hecho, y advertir a
otros de lo que les puede ocurrir si confian en esa persona.

¿La venganza no genera suficiente satisfacción?
¿Es necesario el disfrute de ver al otro en vergüenza y sometido a mofa y desprecio ajeno?

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Eres estupenda mujer, gracias por lo que has escrito, tomo nota, pero hay veces que lo haces para que no les suceda a otros lo que te ha sucedido a ti, ya que la gente que hace daño, sigue siendo lobo, disfrazado de cordero

Sí, pero eso no va a evitar nunca que a otros les suceda. Solamente nos va a crear más dolor interior y no nos va a ayudar a conseguir la paz que quisiéramos. Quien quiera confiar en nuestro enemigo, lo va a hacer, por mucho que le avisemos. Y además, podríamos obtener el efecto contrario, que los demás se vengan en contra nuestra.

Es mejor aceptar que fuimos heridos, aprender de ello para no volver a ser tan ingenuos, y dejar que las heridas cierren sin mantenerlas abiertas por el puro placer de sangrar. Porque así, somos nosotros, y no ellos, quienes sangramos.

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Tinajas escribió:
Si es cierto que mucha gente no se conforman con la restauración del daño o agravio causado, necesitan sacar la ira y desprestigiar al causante de lo que ellos ven doloroso, incluso aunque hayan sido juzgados y condenados quieren marcarlos, es como si no tuvieran bastante, pero eso va en las personas rencorosas, aunque a veces se avisa a otros por seguridad cuando se trata de violadores, pederastas, asesinos, etc. por lo que mas que mofa es miedo.

Yo prefiero estar siempre reconciliada conmigo misma, y eso implica liberarme de emociones negativas. Quiero estar en paz, y si no puedo estarlo con los demás, al menos, conmigo.

Además, siempre he pensado que mostrar más ganas de venganza no deja en cierto modo de darle un cierto triunfo al ego del enemigo, que se vanagloriará en su fuero interno de lo inolvidable y memorable de su "hazaña".
Yo no le daría el gusto; prefiero que sepa que puedo seguir viviendo sin acordarme de él.

tay escribió:Sí, pero eso no va a evitar nunca que a otros les suceda. Solamente nos va a crear más dolor interior y no nos va a ayudar a conseguir la paz que quisiéramos. Quien quiera confiar en nuestro enemigo, lo va a hacer, por mucho que le avisemos. Y además, podríamos obtener el efecto contrario, que los demás se vengan en contra nuestra.

Es mejor aceptar que fuimos heridos, aprender de ello para no volver a ser tan ingenuos, y dejar que las heridas cierren sin mantenerlas abiertas por el puro placer de sangrar. Porque así, somos nosotros, y no ellos, quienes sangramos.

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Tay, muchas veces por el sentido de la justicia y no por el daño que te hayan hecho, te hace querer desenmascarar a alguien que tu sabes como es y esta haciendo una comedia de su vida, engañando a otros inocentes.

El que los demás vengan en contra nuestra es un riesgo que hay que correr. Si nadie corriera riesgos no habría héroes

tay escribió:Además, siempre he pensado que mostrar más ganas de venganza no deja en cierto modo de darle un cierto triunfo al ego del enemigo, que se vanagloriará en su fuero interno de lo inolvidable y memorable de su "hazaña".
Yo no le daría el gusto; prefiero que sepa que puedo seguir viviendo sin acordarme de él.

En esto que dices llevas toda la razón

Hombre escribió:

tay escribió:Sí, pero eso no va a evitar nunca que a otros les suceda. Solamente nos va a crear más dolor interior y no nos va a ayudar a conseguir la paz que quisiéramos. Quien quiera confiar en nuestro enemigo, lo va a hacer, por mucho que le avisemos. Y además, podríamos obtener el efecto contrario, que los demás se vengan en contra nuestra.

Es mejor aceptar que fuimos heridos, aprender de ello para no volver a ser tan ingenuos, y dejar que las heridas cierren sin mantenerlas abiertas por el puro placer de sangrar. Porque así, somos nosotros, y no ellos, quienes sangramos.

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Tay, muchas veces por el sentido de la justicia y no por el daño que te hayan hecho, te hace querer desenmascarar a alguien que tu sabes como es y esta haciendo una comedia de su vida, engañando a otros inocentes.

El que los demás vengan en contra nuestra es un riesgo que hay que correr. Si nadie corriera riesgos no habría héroes

yo solamente avisaría a las personas que aprecio y me aprecian, que son las que me importan. De los demás, no confío en que su reacción sea la contraria a la que espero, lo que me causaría aún más daño. Las personas han de equivocarse por sí mismas, como nos equivocamos nosotros. de las traiciones se aprende, y debe ser cada uno el que aprenda de las suyas.

Yo lo hice, hace tiempo y en el antiguo foro. Y no me sirvió de nada, porque mi rencor se desvaneció con el tiempo, como debe ser, y no por el hecho de avergonzar a quien me ofendía.