Es un buen hombre cuyos conceptos están gravemente trastocados, el que cree que las frases hechas se toman al pie de la letra. No sabemos de donde proviene su chaladura, se requiere una exhaustiva investigación de traumas de la infancia. El hombre literal recibe la información " pues esa tía me hizo un francés cojonudo", y entiende que han fabricado a un Napoleón con grandes testículos con un muñeco de geyperman y la chica le bordó el traje de general, o que el amigo y esa mujer, aun siendo españoles de pura cepa, cruzaron la frontera al país de los oui, messie, a "hacer un francés" en un hotelito discreto. Ya le remuerde su innato sentido del orden preguntarse si permanecerán los dos durante 9 meses en tierra extranjera, o si vale la fabricación para declararlo francés.Como nunca ha escuchado "vamos a hacer un español" o "me han hecho un español", siente dudas.

El hombre literal escucha (muchas veces podemos intuir) "estás como una puta cabra" y se siente profundamente ofendido, pero no por poner en duda su salud mental. Lo que le indigna es que él nunca ha cobrado por repartir amor...y además no come papeles de periódico como parte de su dieta. Al tocarse la frente no nota ni siquiera el bulto de unos cuernos, y deduce que el mundo se ha vuelto loco, pero nunca dirá que está como una cabra. Queda a la imaginación del lector qué discurre su mente con "me pusieron los cuernos"


El hombre literal, ante la frase "de perdidos al río" se retrotrae a su infancia, cuando se perdió en la excursión del colegio al campo y se distrajo del grupo de la Seño. Lo primero que hizo fue buscar un río, tardaron en encontrarlo una semana después, sobrevivió racionando los Phoskitos y el bistec empanado del tupper, porque iba solo y la frase nunca ha afirmado "de perdido al río". Tampoco hizo mucho por ser encontrado, si un ciclista o un caminante se acercaba no le decía que se había perdido, las instrucciones estaban claras: si te pierdes vas al río, que allí ya pasará lo que deba. Cuando no ha sabido donde ha puesto las llaves se ha encaminado a la orilla del río más cercano, a unos cuantos kilómetros de su casa, por si todas las cosas perdidas se reúnen allí esperando ser rescatadas mientras critican a sus dueños. Una especie de consultorio de la Seguridad Social.

El hombre literal, en fin, es alguien a quién suelen decir "qué cuadrado eres" y se mirará al espejo porque se verá lineal, quizá con un poco de redondeces en la barriga, pero ni asomo de volverse una figura geométrica de lados iguales. Se queda mucho tiempo esperando un cambio en su fisonomía, eso sí, para restregarles por la cara a sus interlocutores la falsedad de su proposición. Con fotos de la noche en vela y la hora bien clara en una esquina como prueba.

Dentro de nada otra entrega del hombre literal y su problemática existencial...

Bravo

¿el hombre literal es un poco asperger no?

Liptuan escribió:Bravo

¿el hombre literal es un poco asperger no?

Un poco Sheldon Cooper...

sí jajaja, mola