Primero los de aqui

“Primero los de aquí” dices, fumándote un cigarro en tu balcón mientras ves como desahucian a tu vecina María, española, víctima de violencia de género y con dos hijos.






 
Manuel Vicente Montoya

Mala persona... esa es la definición que el DLE nos ofrece cuando buscamos el término "hijoputa".

Salud y República.

Querido racista de mierda...

Salud y República.

Tinajas escribió:

“Primero los de aquí” dices, fumándote un cigarro en tu balcón mientras ves como desahucian a tu vecina María, española, víctima de violencia de género y con dos hijos.

“Primero los de aquí” dices, mientras haces fotos, sólo haces fotos a los abuelitos de tu barrio cogiendo comida en el contenedor de basura.

“Primero los de aquí” dices, cuando sales del super y te niegas a darle una caja de leche a Antonio, 80 años, de Teruel, que recoge comida para el banco de alimentos de tu pueblo.

“Primero los de aquí” dices, mientras te descojonas de las caídas de Juan, de Málaga, a quien servicios sociales le ha quitado sus dos hijos y ahoga sus penas en alcohol.

¿Primero los de aquí? No. Primero tú. Sólo tú. Porque no has movido ni un dedo por ninguno de los “de aquí” en tu puñetera vida.

Prefieres que se ahoguen 650 personas en el mar, 123 niñas y niños, a que se les preste ayuda. Pero en el fondo, te importan lo mismo esas 600 vidas que la mayoría de españolas que te rodean. Nada.

La gente que ha estado luchando por los derechos colectivos, parando desahucios, construyendo y organizando redes de solidaridad y haciendo poquito más fácil la vida a la gente, los acoge con los brazos abiertos. Es racismo, claro que lo tuyo es racismo. Pero no es sólo eso. Es ser una mala persona. Literal.

 
Manuel Vicente Montoya

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Estimado señor Tinajas, totalmente de acuerdo con el texto que nos trae, pero eso, por sabido no conduce a nada. Hoy hace falta un enorme trabajo desde los poderes públicos, y desde la propia sociedad, como es el abandono del individualismo que tanto nos perjudica. Siempre me he decantado por la Solidaridad, por la ayuda en todos los órdenes de la vida, y por una enorme exigencia a las Administraciones para que nuestros impuestos sean mejor empleados. Y cuando digo ayuda no la entienda como una limosna, que de eso soy enemigo, pues nadie debería extender la mano pidiendo unas monedas. 
 
Debiéramos ser todos conscientes de que la solidaridad es un valor humano de los mejores, tan contrario a ese individualismo que nos hace ver al otro como enemigo al que ver empobrecido para sentirnos mejor.
 
Voy a sincerarme con usted como lo haría El Postiguet. Usted debe conocer el Barrio de Santa Cruz de Alicante, lugar donde me crié, pero no lo ha conocido en los años cuarenta, donde la hambruna en España, al menos en esta parte de los perdedores, era mucha. En esta barriada, de gente humilde, no había casa donde no hubiese lo necesario para comer, pues sus habitantes se ayudaban unos a otros. Era una solidaridad amable. Hoy es muy diferente, la gente ya no es la misma y, aunque debiera ser una alegría que la guerra hace muchas décadas que ha pasado, la gente no conoce las carencias que la misma ocasionó. Esa necesidad, ese miedo aún en el cuerpo, ese reconocimiento de las pérdidas humanas habidas en unos u otros, llenaba a la gente de comprensión. No había individualismo, y si alguien se enteraba que una persona no podía dar de comer a sus hijos, créame que al día siguiente no le faltaba ni pan, ni leche, ni lo que fuera para poder subsistir. Era una sociedad, al menos en esa barriada, donde la gente no cerraba la puerta salvo por las noches. ¡Cómo hemos ido cambiando!
 
Habría que educar a la gente en los valores humanos que se han ido perdiendo: como son la solidaridad, fraternidad, respeto, colaboración, entrega, unión, altruismo y tantas otras cosas que ennoblecen al hombre. Pero las hemos ido abandonando o cambiando por alejamiento, enemistad, egoísmo, desinterés… y así nos va. 

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Akra-Leuke escribió:

 
Habría que educar a la gente en los valores humanos que se han ido perdiendo: como son la solidaridad, fraternidad, respeto, colaboración, entrega, unión, altruismo y tantas otras cosas que ennoblecen al hombre. Pero las hemos ido abandonando o cambiando por alejamiento, enemistad, egoísmo, desinterés… y así nos va. 

¿Y si empezamos por nosotros mismos?

Salud y República.

Trump y Salvini, Salvini y Trump. Esta semana hemos oído y visto cosas que creíamos que eran parte del pasado, y del más oscuro, algo que en Europa jamás volveríamos a ver.

Salvini, ministro del Interior de Italia, después de negar un puerto seguro a un barco con niños, mujeres (7 embarazadas) y hombres que han sufrido todo tipo de abusos y violencias, ha afirmado que quiere hacer un censo de gitanos y que, “desgraciadamente” tendrá que quedarse con aquellos que sean italianos.

Cuando estas terribles palabras aún resonaban en nuestra cabeza, aparecen en televisiones, prensa y redes las lágrimas desgarradoras de niños y niñas que han sido separados forzosamente de sus padres y madres en la frontera de Estados Unidos. Hagamos el esfuerzo de ponernos en su lugar. ¿No es esa es la peor pesadilla por la que podríamos pasar? Lo es, y eso nos hermana como humanidad.

Según Trump esta gente viene “para acabar con nuestra forma de vida” como si siguieran las órdenes de algún maligno poder. Después uno de ellos salva a un niño en Francia en un acto heroico y lo tratamos como “la gran excepción” “el héroe”, y hasta lo hacemos “de los nuestros” porque, claro, “nosotros somos los buenos”.

¿Qué tienen en común Trump y Salvini? Son personas que usan su poder para generar insoportables tensiones sociales y extraer un rédito político.

Son personas que “deshumanizan al otro”, al “diferente”, para que no nos identifiquemos con su dolor, para que nos resulte ajeno. Pero ¿desde cuándo pueden resultarnos ajenas las lágrimas de un niño o de una niña separados de sus padres? Su miedo, su dolor, no son “diferentes” a los nuestros.

Trump y Salvini son las caras visibles de un discurso del odio que quiere penetrar en los corazones y las mentes de nuestras sociedades occidentales. Y no podemos permitirlo.

¿Qué podemos hacer? Juntarnos, plantar cara. Ha llegado el momento de que todos aquellos que nos negamos a “deshumanizar” a otros dejemos atrás nuestras diferencias, de hacer un gran frente común contra la barbarie que representan ellos, por mucho que quieran señalarla fuera: los bárbaros son ellos y los tenemos dentro, y aún peor: gobernando y al mando de enormes altavoces que extienden su mensaje.

No nos dejemos intimidar por ese “miedo” prefabricado, partidista, que inventará toda clase de mentiras, ni por políticos que presumen de que van a “limpiar” sus ciudades, que también los tenemos aquí, y muy cerca.

No es “buenismo”, es realismo, es humanidad.

Y no hay opción a “salvar o no salvar a la gente del Aquarius”, por ejemplo. La única opción es hacerlo peor o mejor. Pero no podemos permitirnos no hacerlo, porque estaríamos dejando que Europa se hundiera, al renunciar a sus principios fundacionales.

La única opción que nos queda, y lo digo desde el corazón y sabiendo que será difícil, es desmontar uno a uno los miedos: llevamos años conviviendo con gente que viene de fuera. NO son los ladrones, violadores, terroristas que algunos nos quieren hacer creer: son quienes cuidan a nuestros padres y madres mayores, quienes intentan sobrevivir cómo pueden haciendo trabajos que muchos, aquí, ya no quieren hacer. Son hijos, madres, padres, hermanas o abuelos. Como tú y como yo.

Unámonos y desmontemos ese miedo, para que sea el miedo el que se hunda y no los barcos que llegan llenos de seres humanos.

Ada Colau Ballano

Resulta argumentalmente imposible no apoyar, siempre, el discurso de Ada Colau.

Salud y República.

NEROCAESAR escribió:

El llobu escribió:

Resulta argumentalmente imposible no apoyar, siempre, el discurso de Ada Colau.

Salud y República.

César el "siempre" solo lo reserva para algunos dioses...; especialmente la Augusta Venus.

Generalmente, los dioses están todos fuera de "los argumentos"... quizá excepto la Augusta Venus.

Salud y República.

NEROCAESAR escribió:

El llobu escribió:

NEROCAESAR escribió:

El llobu escribió:

Resulta argumentalmente imposible no apoyar, siempre, el discurso de Ada Colau.

Salud y República.

César el "siempre" solo lo reserva para algunos dioses...; especialmente la Augusta Venus.

Generalmente, los dioses están todos fuera de "los argumentos"... quizá excepto la Augusta Venus.

Salud y República

Gracias Llobu, por concederle argumentos a mi patrona.
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No se merecen, dilecto romano.

Salud y República.