DIGNIDAD HUMANA

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Dignidad humana

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La dignidad, en el sentido más esencial, es lo que hace al ser humano titular de derechos inalienables y perdurables, sin importar cuales sean sus circunstancias; derechos inherentes al hombre o la mujer como personas.

Bajo otro punto de vista, el pragmático, la dignidad es también la forma de conducirse el hombre conforme con esos derechos que arriba he expresado: tanto los propios como los ajenos. Con respecto a estos últimos —en realidad también respecto a los propios— emanan además unos deberes inexcusables. La dignidad humana, así entendida, entraña un arrojo necesario en la defensa de la justicia y un requiere un saber estar a la altura de las circunstancias y exigencias del entorno.

En el segundo sentido, la dignidad puede perderse, pero no así, jamás, en el primero. Es más, yo insisto en que aquel quien deja de respetar la dignidad de su prójimo, en su sentido esencial, y sean cuales sean las circunstancias, deja al propio tiempo de conducirse dignamente.

Como ejemplo, quien utiliza a los demás, actúa de manera, por decirlo en palabras de Kant, «como mero medio». Las personas son «fines en sí mismas», de modo que es una ruindad instrumentalizarlas. Como principio práctico de actuación, el imperativo categórico queda enunciado así:

«Obra de tal modo
que te relaciones con la humanidad,
tanto en tu persona como
en la de cualquier otro,
siempre como un fin,
y nunca sólo como un medio»
(Kant, “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”)

Aproximándonos aún más a las batallas presentes, sería conveniente recordar las palabras de un hombre que demostró dignidad a la hora de combatir las suyas. A los ingleses que dominaban su país, la India, les dijo en un momento dado algo que hoy, sin duda alguna, debiéramos decir a nuestros actuales opresores (políticos sin escrúpulos, banqueros avarientos, magnates especuladores, etc....):

«No somos nosotros los que
debemos hacer lo que queréis,
sino vosotros lo que nosotros queremos»
(Gandhi).

Palabras éstas que por sí solas reflejan dignidad práctica. La hace más explícita el gran libertador hindú cuando afirma:

«Desde que un hombre comprende
que es contrario a su dignidad
el obedecer a los injustos,
ninguna tiranía puede esclavizarle».

Es interesante comprobar el énfasis que pone Gandhi en la comprensión más que en la acción misma. De hecho, la sabiduría puede a veces aconsejar obedecer libremente a los injustos si con ello tenemos en mente un triunfo aún más importante. Algo que estaría en consonancia con las recomendaciones de otro gran hombre, Jesús de Nazaret, una de las mayores fuentes de inspiración del propio Gandhi (leer a Mateo 5: 38-48). Y con otras frases del Mahatma, quien sólo podía concebir la desobediencia civil como una «exigencia perentoria del amor», añadiendo que, «separada de un programa constructivo», esa modalidad de lucha «se convierte en un método violento».

El Postiguet

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La dignidad humana...en muchas ocasiones, vulnerada.

V.I.P. Mensajes : 7660

Rhhevoltaire escribió:: La dignidad humana...en muchas ocasiones, vulnerada.

Vulnerada… ¡qué gran verdad ha dicho usted!, pero aún hay algo peor: prostituida, y más cuando el que se la prostituye es el propio ser humano que no repara en su propia humillación.

Hoy, quizás más que nunca, comprobamos cómo el ser humano vende su dignidad como si de una nueva primogenitura se tratara por un plato de lentejas, por ese medio de intercambio comercial, necesario e imprescindible, llamado dinero, dándole un valor que excede en mucho a su verdadero. Hemos creado una sociedad consumista en exceso, muy mercantilista, y el dinero, como objeto de compra venta de esas necesidades, impuestas y falsas en realidad en muchísimos casos, parece ser el fin de todo, y como tal fin, algunos, creo que en exceso, prostituyen su dignidad no reparando en ella como uno de los valores, posiblemente el que más, de los que el ser humano debiera estar más orgulloso. Perdida la dignidad se ha perdido todo, por mucho oro que se tenga, pero, estimado compañero, explíqueselo usted al ciego que solamente ve necesidades materiales y arrincona las espirituales y éticas, que no lo entenderá y creerá que usted no es de este mundo o ha perdido la cordura.

En muchas ocasiones he escrito sobre la necesidad de que en el mundo nazca y se desarrolle un “Hombre Nuevo”; un hombre que anteponga ante todo los valores humanos perdidos, pero ese deseo, y pese a ser un hombre optimista como lo soy, lo veo cada vez más lejano de aparecer, si es que alguna vez aparece. Cuando una sociedad es capaz de hacer buena la frase: “tanto tienes, tanto vales” en vez de hacer valer esta otra: “tanto eres, tanto vales”, queda claro que es una sociedad corrupta entregada al materialismo en mayor o menor medida, y de la corrupción moral viene la prostitución de la dignidad.

Debemos, por tanto, quienes aún afortunadamente no hemos sido tocados por esa desgracia de dar al dinero un valor sobredimensionado, y creer, si se quiere inocentemente, que la dignidad humana está o debe estar por encima de todo, debemos, como le digo, intentar ser un ejemplo y difundir, pese a que nos tachen de locos, de insensatos o ser de otro mundo, predicar con el ejemplo.

Un saludo muy afectuoso en esta mañana sabatina y pluviosa, por estos lares bañados por el Mediterráneo.

El Postiguet

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V.I.P. Mensajes : 100010

Entiendo perfectamente lo que escribe de dignidad y valores.Pienso que
existen esos valores universales como honestidad y justicia.Lo que no
me parece tan claro son otros valores que descalifican las ideas de otras
personas.

No veo nada de malo a querer tener dinero y cosas materiales.Me imagino
que deben ser pocos los sitios en este mundo donde se pueda llevar honestidad
y justicia al supermercado para comprar lo que necesitamos.
Me parece que la cosa va mas en mantener un balance entre el espíritu y la
materia.

V.I.P. Mensajes : 7660

Ronaldo512 escribió:: Entiendo perfectamente lo que escribe de dignidad y valores.Pienso que
existen esos valores universales como honestidad y justicia.Lo que no
me parece tan claro son otros valores que descalifican las ideas de otras
personas.

No veo nada de malo a querer tener dinero y cosas materiales.Me imagino
que deben ser pocos los sitios en este mundo donde se pueda llevar honestidad
y justicia al supermercado para comprar lo que necesitamos.
Me parece que la cosa va mas en mantener un balance entre el espíritu y la
materia.

Por supuesto, Ronaldo512, que el poseer riqueza no es nada malo, sino el que alcanzar la riqueza sea la única finalidad de nuestra existencia. Debido a esta última idea, la tenga quien la tenga, que afortunadamente no está en todos aunque cada día vemos como son muchos más quienes así piensan, comprobamos que no les importa perder la dignidad por conseguir una situación económica que sobresalga de los demás.

Mire usted, aunque hoy nada religioso y muy alejado de religiones, pues nacido en el seno de la católica estoy excomulgado, soy colaborador de Cáritas, una organización cristiana que busca, entre otras muchas cosas, solucionar los problemas de los más desprotegidos y excluidos de la sociedad y elevar su dignidad personal como seres humanos; y en esa labor de ayuda he comprobado como gentes humildes, familias que casi nada tienen, se encuentra en su seno, no en todas por supuesto, una felicidad que en gentes pudientes no la encontramos. No me crea partidario de la pobreza, pero tampoco de la riqueza desmesurada. Creo que la sociedad debiera ser más justa y equitativa; que la riqueza no esté cada vez en menos manos, sino que esté más y mejor repartida. No le hablo de dar nada gratuitamente, sino de no acaparar todo en pocas manos, impidiendo a otros hombres alcanzar un poco de esa necesidad y entendiendo que el hombre nace con unos derechos y unas obligaciones, y ni una cosa ni otra le debe ser impedida. Y esta injusticia en el reparto y la equidad, hace que muchos vean la riqueza como el objetivo único de nuestra vida, y que con tal de conseguirla —y a veces no la riqueza como tal, sino un mejor nivel social— no les importe perder la dignidad.

Nada hay en mi contra el rico, y le puedo asegurar que mi situación económica es muy estable, y si la riqueza alcanzada se adquiere con el trabajo honesto y tesón y esfuerzo, nada que oponer. Pero convendrá conmigo que muchas grandes fortunas tienen como origen el crimen, bien mediante el abuso de sus semejantes, bien mediante la corrupción, la especulación desorbitada, bien mediante el poder… Y, ante todo lo que ello significa, a más riqueza más poder y a mas poder más importancia social y medios para aumentar la misma Ese círculo crea una idea en los demás de que ella es tan importante que los valores humanos carecen de importancia. Y tanto es así que esa circunstancia ciega a muchas personas quienes darían cuanto fuera, incluso esa dignidad personal de que hablo, por alcanzarla.

La sociedad tiene un grave cáncer que hay que extirpar cambiándolo por los grandes valores que hacen del hombre un ser digno. Necesitamos un Hombre Nuevo, con nuevas miras, con nuevos horizontes que se basen en la igualdad mayor posible —no hablo de uniformidad— donde las distancias económicas y sociales no sean tan enormes y tan abusivas. Si algún día se alcanzara, eliminaríamos conflictos, desavenencias y tantas desgracias que la injusticia conlleva. ¿Posible? ¿Imposible? No lo sé, pero creo en ese Hombre Nuevo que un día debe llegar, porque de no hacerlo estamos cavando la fosa de la Humanidad, hará del mundo un lugar estable y más feliz.

El Postiguet

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