El cuadro
Hace dos meses una reportera fue al campo a recopilar folclore. Para su desgracia empezó a llover, así que corrió al hotel más cercano para escapar de la tormenta. Era un hotel pequeño, de tan solo dos plantas, cuyas paredes tenían grietas y la pintura estaba descartada. La chica alquiló una habitación en el segundo piso a un precio bastante económico. Cuando entró en la habitación notó que la luz de la habitación era muy tenue. Frente a la cama había una pintura de un hombre, nítido y realista, especialmente los ojos, pero como era tarde no le dio mucha importancia. Cuando se estaba durmiendo, sintió que alguien la miraba en la oscuridad. Escaneó el cuarto en busca de algo sospechoso, pero no encontró nada, solo el cuadro del hombre por lo que decidió tratar de no mirar la pintura. A la mañana siguiente, cuando se acercó a echar un vistazo, sintió cómo se le ponía la piel de gallina. Resultó que no era un cuadro, sino una ventana.