Tinajas escribió:Un ateo vive intensamente su existencia, porque como no teme al más allá de la muerte,  su preocupación está en el más acá, piensa que la mente es la que nos hace creer en una religión, en lo espiritual de cada uno, en la naturaleza, etc.

Por otra parte los creyentes suelen ser los que llevan al atraso la sociedad, porque aceptan las cosas como son y esperan a que su Dios las resuelva en la otra vida, ese miedo a los cambios atrasa en todos los sentidos a la humanidad.

Y el sentido de la vida cada uno lo tiene no por creer en Dios, si no por el significado que hace en el mundo, sea por su trabajo, su familia, sus ideales, o su disfrute y búsqueda de placeres.

antartida escribió:

De hecho, para muchos Ateos, el que la vida sea finita aumenta aun más su significado. Cuando borramos el "complacer a un Dios del que no tenemos buenas razones para pensar que existe" de nuestra lista de "cosas con sentido", le damos mucha más atención al resto. Cuando aceptamos que la vida realmente llegará a su final, estamos mucho más motivados para hacer que cada momento de ella importe.