Un instante antes de ponerme a escribir esto, estaba en mi terraza, tomando el sol de mediodía, mirando a los paseantes de domingo y fumando un cigarrillo (también, sí). Por la amplia acera de enfrente veo acercarse a dos hombres, de unos treinta y tantos, uno de ellos en silla de ruedas. Pienso lo "lógico": son hermanos o amigos. Los dos hombres avanzan despacio, uno junto al otro, pero se detienen al llegar a la altura del edificio desde el que les observo. Y, de repente, el que camina se inclina sobre la silla de ruedas de su acompañante y le besa en la boca; el otro le abraza la espalda. El beso es largo, recíproco ya, y los dos jóvenes permanecen así unos segundos, ignorantes de la gente que pasa a su lado mirándoles de soslayo...Y de mí, que les miro desde mi atalaya, entre el estupor y el agrado. La escena concluye cuando el beso, y con una caricia afectuosa en el pelo del minusválido por parte de su compañero. Luego siguen andando con la misma parsimonia y se pierden a lo largo de la acera.

Tenía necesidad de explicar esa inopinada escena. No por morbosidad, ni por prejuicio, sino por todo lo contrario. No sé qué habrá generado en las otras personas que la han visto, pero en mí ha supuesto emociones variadas.
En primer lugar, sorpresa, a pesar de haberme dedicado a estar muy cerca del mundo homosexual durante los últimos años, ya que escribía una sección para ellos y ellas en una revista norteamericana. Sin embargo, nunca esperé ver esa reacción a plena luz del día, en una avenida de una localidad española..., aquí, y rodeados de familias y gente de cierta edad, los gays no suelen explayar así sus afectos.
En segundo lugar, agrado, esa ternura hacia lo ajeno que te hace sonreír cuando el amor emana de dos extraños, y se ve aumentada por la discapacidad de uno de ellos, que hace suponer la entrega por amor del otro. Podría haber sido una pareja heterosexual, entregada a los mismas caricias..., pero eran dos hombres.

Y en tercer lugar, la conciencia de esa mezcla de emociones: el que me sorprenda y, al mismo tiempo, lo acepte con naturalidad. Me da medida de lo avanzado en cuanto a apertura de mente en quienes lo presencian (en otros tiempos, yo y los otros observadores nos hubiéramos escandalizado, quizás, y algún indignado les hubiera recriminado su comportamiento...,y lo he temido por un segundo, pero no ha pasado); también en lo avanzado por ellos, ese colectivo tan bapuleado y marginado, en cuanto a su espontaneidad y pérdida de temor para significarse. Y, sobre todo, en esa dimensión del amor sin fronteras, hacia una persona con limitaciones físicas.

No es más, y seguramente con el tiempo escenas parecidas no merecerán ni un pensamiento, por habituales y normalizadas pero, a día de hoy, ese simple acto me ha hecho pensar en todo lo que os he explicado..., y tenía ganas de compartirlo.

No sé qué opináis, pero creo que hay escenas cotidianas que, si reparas en ellas, nos hacen reflexionar sobre muchas cosas de más importancia.

¿Podríamos dedicar el hilo a comentarlas?...Quizás sea un modo de humanizarnos más.

Gracias a los que me leáis hasta el final...,y más gracias a los que opinéis después.

Me parece muy hermoso.

Os cuento algo que me ocurre todas las mañanas.

Cada mañana bajo a mis perrillas al parque ( son tres la madre que encontré abandonada y dos de las crías que al final nos quedamos) y cada mañana desde hace un año me encuentro al abuelo, un señor del que no se su nombre, esperando en el parque y con los bolsillos llenos de galletas de perro.
Hasta aquí todo normal, dos personas que pasean a sus perros.
Lo curioso es que el abuelo no tiene perro, o al menos ya no lo tiene, después de varios días me contó que su " Chiquenino" se le había muerto después de 14 años y que como estaba solo y mayor ya no se atrevía a tener otro y por eso se bajaba al parque a jugar con las perrillas y a charlar un ratillo.
Cada mañana mis enanas llegan corriendo al parque y montan una fiesta esperando las galletas y yo en cierto modo también me alegro de empezar el día pasando unos minutos con este hombre.

Es triste verse solo y a la vez es hermoso que alguien no se deje derrotar por la soledad y salga a buscar, aunque solo sea momentánea, unos momentos de  compañia.

Mjy cursi me parece a mi, pon un enlace de porque te parece hermoso

¿Véis como este hilo puede irnos bien? Así se ve la dimensión de cada persona, la que es capaz de ver sentimientos en los actos más simples, la que incluso interactúa solidariadamente de la forma más sencilla y posible, la que se pone en la piel del otro por un momento y le comprende...y la que nada de eso...Dulceamargo, como la vida misma.

Cada cual que valore lo que vale la pena.

A pocas casas de la mía vive una pareja de inmigrantes españoles (asturianos para más datos) Tienen una sola hija, nacida argentina pero que se fue a España por trabajo y fijó residencia creo que en Tarragona. Allá consiguió pareja con la que tiene un hijo. Vienen a ver a los abuelos una vez al año.
Pero este no es el tema.
Hace dos años vino a verlos con la mamá de la señora, su abuela, una mujer muy mayor. Era una alegría verlos a todos juntos, pero ocurrió que la abuela se dió un golpe haciendo los mandados y se quebró la cabeza del húmero. La internaron para operarla, pero su estado cardíaco no era el mejor y murió en el post quierúrgico. quedó sepultada en el Cementerio de la Chacarita, en pleno Buenos Aires.
Parece una historia triste, pero no lo es tanto. Luisa, su hija, dice siempre: "al menos estuve a su lado en sus últimos momentos, y tengo cerca su tumba para visitarla, cosa que me sería casi imposible si fuese en España"
Lo dice con entereza y con una actitud ya filtrada de angustia. La actitud serena de quién comprende a al muerte simplemente como la etapa final e inevitable de la vida.

Preciosa historia de consuelo emocional, athenea, pero me queda una duda, no entendí bien: ¿la abuela vivía en España con la nieta y su pareja?...extraña combinación Es solo por entender toda la historia.

¡Uh, me equivoqué de hilo al publicar!...Este mensaje queda invalidado, mec

No han visto nada...

Vaya historia, sobre todo la primera, mas tendenciosa y maliciosa, queriendo aplicar al mundio homosexual, el donde la perfección humana, hay que ser asi y asa, para llegar a la virtud maxima como humana, solo los gays tienen esa ternura , sensibilidad y el malo es el hopmbre machista y capitalista, puerl

La bajeza humana también tiene cabida en la vida...¡qué le vamos a hacer!. Ensuciar es su labor, y con eso se siente más fuerte...,con su pan (ácimo) se lo coma....Todo se lo dice él, la persona que, en lugar de enaltecer lo bueno del ser humano, se queda con justificaciones miserables para su mentalidad miserable....Dan pena, y se creen "pachachos"

Pero no tienen gracia.