Ahora en Barcelona, donde posiblemente se suspenda la Barcelona World Race. Un acontecimiento deportivo marítimo que situaba a la ciudad de Barcelona en primera línea mundial dándole el prestigio ganado desde hace años.
 
Puede que un descreído como yo, y en ocasiones cuando se trata de políticos malpensado, piense que por parte del PP, al modificar los criterios del ministro Montoro para que los patrocinadores no logren beneficios fiscales normales en estos eventos, sea como una vendetta por lo de la independencia, y así acusar al procés de ir en contra de los intereses catalanes. Absurdo, pero de los políticos me lo creo todo. Todo lo negativo, que positivo veo pocas cosas.
 
Por parte del Ayuntamiento o mejor de la señora Colau (Podemos), al creer que es un deporte de élite, en vez de tratarse de meter okupas en un edifico público que tan atractivo resulta pare el turismo el fotografiarlos, no haya mucho interés en gastar un céntimo que, generalmente, como ocurre en estos eventos internacionales, se multiplica por mucho las ganancias para la hostelería y el comercio, pequeño o grande, de la ciudad: puestos de trabajo y entrada de divisas…
 
¡Qué pena que los okupas, tan habituales en Barcelona, no les guste la navegación y el esfuerzo deportivo! La señora Colau, igual ponía tres o cuatro veleros a su disposición (por supuesto llenos de mugre).
 
 Otra vez PP & PODEMOS de la mano. ¿Qué tendrán —me pregunto—, que tanto se atraen el uno al otro? ¿Quién es el imán y quién es el hierro? Seguro que alguien me responde.

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Por parte del llobu el Postiguet puede seguir en su inopia pensando que PP y Podemos son lo mismo y tienen los mismos motivos para lo que sea.

Salud y República.