La discriminación está en todas partes. Muchas veces al emitir una opinión somos tan tajantes que pensamos que el mundo se mueve alrededor de nosotros. Discriminamos con lo que no nos agrada, con lo malo, con lo que no sirve desde nuestra perspectiva. Esto se hace más evidente -por ejemplo- cuando hablamos del trabajo de otra persona.

En el campo laboral hay personas que no saben reconocer el trabajo de los demás y de los que están en la misma industria y tienden a criticar.

¿Qué ocurre cuando discriminamos de esta manera? Al pasar juicio sobre lo que otra persona hace alimentamos nuestro ego y nuestro apego. Apego al trabajo, a nuestra relación, a perder lo que pensamos nos da seguridad y de que otros hagan mejor lo que nosotros quisiéramos hacer. Es el ego que ha hecho un constructo para trabajar con su satisfacción y al no obtener el objeto de su satisfacción reacciona con uno de los engaños de la mente: creerse superior a los demás. No somos superiores ni inferiores a los demás.

Cuando decimos que algo no sirve, pensamos que nos referimos a que la persona que lo hizo no supo realizar bien su trabajo, pero puede ser que lo que hay detrás de esa aseveración es que estemos proyectando nuestra inseguridad de no hacer bien lo que nos corresponde. Por otro lado, la conciencia de que somos uno, todavía no está desarrollada en nuestro interior. Somos uno, porque todos estamos hechos de lo mismo. Nuestro cuerpo lo componen los mismos átomos que componen hasta la última estrella del Universo.

El Tai Chi es una práctica que enseña a luchar con el ego. Se aprende a reconocer al competidor, observar sus movimientos y moverse. Se usa la fuerza del otro a favor y se honra al oponente. Se aprende que la falta de amor incondicional hacia nosotros y hacia todo lo que nos rodea es otra de las causas por las cuales pasamos juicio y señalamos errores. Nunca pensamos que también otros pueden estar diciendo y pensando que nosotros no hacemos bien nuestro trabajo o nuestra parte del compromiso adquirido. Por eso, cuando nos movemos en amor y compasión, el Universo entero se mueve en amor y compasión hacia nosotros ayudándonos a reconocer y a analizar que es en el otro en quien debemos pensar.

Antes de pasar juicio sobre alguien, pregúntate ¿Cómo puedo ayudar a esta persona, cómo puedo servir? Una de las claves de la felicidad está en dar servicio y ayudar a los demás. Anímate a ser feliz y a ayudar a los demás