Akra-Leuke escribió:.

Si la derecha política española, PP, Ciudadanos y Vox, más las derechas periféricas, no tienen para mí patente de corso para no ser criticados por sus fallos de la manera contundente como yo hago, la izquierda tampoco la tiene, y me honro en considerarme un hombre de izquierdas, pero no política, que para mí hay muy pocos políticos que me merezcan llamarlos así, más bien los llamo vividores, oportunistas, populistas y arribistas, los unos y los otros. Mi izquierda pueda llamarse social, humanista, cristiana incluso, estando muy lejos del hipócrita y fariseo cristianismo oficial.
 
Llámeseme raro si se quiere, si como rareza entendemos poseer particularidad, no estar sujeto a consigna alguna, almacenar extrañeza o locura, pero no se me encasille en populismo alguno, en la soberbia de los que tiene la verdad absoluta como estandarte, ya estén en la derecha, en la izquierda, más centrados o en los extremos.
 
¡Qué insensatez entender como izquierda la enemistad eterna y constante con la otra parte! Y por supuesto viceversa también. No pertenezco, ni deseo pertenecer a esa casta eternamente enemistada, llena de odio, cuando no ávida de la riqueza del otro.
 
Sí, soy raro, y en mi rareza me siento dichoso, de ahí que nadie puede convencerme de que pertenecer a grupo alguno, cuya divisa ha de ser desvivirse contra el contario, puede beneficiarme. Mi dicha es superior a tanta perversidad y anomalía. Quien cree que el hombre ha nacido para ser enemigo del hombre, además de equivocado, no conocerá nunca la felicidad, que es el mejor tesoro que el hombre puede cosechar.
 
Saludos


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Zerg Rush escribió:

Akra-Leuke escribió:.

Si la derecha política española, PP, Ciudadanos y Vox, más las derechas periféricas, no tienen para mí patente de corso para no ser criticados por sus fallos de la manera contundente como yo hago, la izquierda tampoco la tiene, y me honro en considerarme un hombre de izquierdas, pero no política, que para mí hay muy pocos políticos que me merezcan llamarlos así, más bien los llamo vividores, oportunistas, populistas y arribistas, los unos y los otros. Mi izquierda pueda llamarse social, humanista, cristiana incluso, estando muy lejos del hipócrita y fariseo cristianismo oficial.
 
Llámeseme raro si se quiere, si como rareza entendemos poseer particularidad, no estar sujeto a consigna alguna, almacenar extrañeza o locura, pero no se me encasille en populismo alguno, en la soberbia de los que tiene la verdad absoluta como estandarte, ya estén en la derecha, en la izquierda, más centrados o en los extremos.
 
¡Qué insensatez entender como izquierda la enemistad eterna y constante con la otra parte! Y por supuesto viceversa también. No pertenezco, ni deseo pertenecer a esa casta eternamente enemistada, llena de odio, cuando no ávida de la riqueza del otro.
 
Sí, soy raro, y en mi rareza me siento dichoso, de ahí que nadie puede convencerme de que pertenecer a grupo alguno, cuya divisa ha de ser desvivirse contra el contario, puede beneficiarme. Mi dicha es superior a tanta perversidad y anomalía. Quien cree que el hombre ha nacido para ser enemigo del hombre, además de equivocado, no conocerá nunca la felicidad, que es el mejor tesoro que el hombre puede cosechar.
 
Saludos


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Como dije, de las críticas no se salva nadie y la izquierda y media es la que tenemos. Aun así, en vista de los demás, son oro puro, es lo que hay. Viendo las ideas de Abascal, los comentarios de Casado y los de los naranjitos y independistoides, siento alivio de tener los que hay "tan bolivarianos".