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Se podría recurrir a una libreta, de esas que en los chinos valen 1 euro, y en ella apuntar las veces que cada uno, o una, barre la casa; plancha la ropa, incluyendo las piezas; baja la basura al contenedor; hace la comida o la cena; cambia de pañales al pequeño… en fin, tener constancia a final de mes de lo que cada uno hace.

Pero afortunadamente tenemos en este país unas señora listísimas, y como se ha de justificar los 2.000 millones de euros de su ministerio, han pensado en un programa para los móviles en donde figurará el tiempo invertido por cada uno de la pareja en las tareas del hogar. Lo que no se sabe es si es de aplicación obligatoria, y si esta obligatoriedad ha de ser también para las parejas de un solo sexo, hombres o mujeres.

¡Qué ilusión! Yo estoy desesperado por tenerlo instalado. Seguro que habrán pensado, nuestras excelentes pensantes, en colocar emoticones ¿se dice así?, donde aparecerá una lavadora, y cada uno o una apretará un botoncito a la hora de comienzo y otro al acabar. Y así, el de la cocina, el del lavavajillas, el de zurcir calcetines, el de ir a Mercadona (noooo, a Mercadona no que lo dirige un capitalista impío), el de hacer la paella dominical, el de recoger al niño de la escuela… O sea, todo el día dándole al botón, o a la zambomba.

Y a final de mes: el recuento. “¿Te das cuenta Jorge que yo he empleado dos horas más que tú?”; “Oye, Laura, que yo he bajado la basura cinco veces de más”; “Si pero yo he planchado la ropa dos veces más de las que me toca”… ¡Qué felicidad! Antes, con el tirano Franco, se decía que “familia que ahorra, familia feliz”, ahora con las podemitas se puede afirmar “Familia que se controla hasta las veces que va cada uno al servicio, familia con enredos y problemas”.

Si es que no dan ni una en el clavo… Y les pagamos un pastón. Quiera el dios Baco que lleguen pronto las elecciones, y Sánchez se las quite de encima como hizo con don Pablo, que mujeres inteligentes las habrán en otros partidos cercanos, supongo.

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Que no sea por no aprovechar a contar bulos.

Salú y República.