La criatura es abandonada a su suerte y adquiere la capacidad de hablar y de razonar de una forma algo  forzada , pero el asunto es  que la escritora quería  igualar a la criatura y a su creador para que fuesen enemigos en un tremendo melodrama.

Bien, los alegres muchachos de Abascal son la criatura del PP, construida con retales  suyos. De la época en la que dieron instrucciones a su prensa amiga de cargar contra Podemos con las cosas más disparatadas que tuviesen, Ahí sembraron para que su votante más radical estuviese preparado para irse a Vox. Ahora la criatura vuelve a hacer sufrir a Victor por su dejación.  Por haberla hecho fea, distinta, en una parte ya más avanzada del libro por haberle exigido construir a una compañera que Victor termina destruyendo. En la novela el asunto acaba malamente en un escenario de pura soledad, el Ártico.

Lo digo porque Esperanza Aguirre pide fusionar al Pp y Vox y a coserles y reunirse , joer, qué miedo.

Pero Frankestein no era el gobierno?... Ya me he perdido.