Estoy enganchadísimo a una serie que me tiene loco. Se llama “Impuestos, mentiras y cintas de vídeo” y evidentemente, trata de la subida del impuesto de la renta que el gobierno del Partido Popular hoy va a aprobar después de ganar unas elecciones a las que concurrió ocultando y negando que fueran a hacerlo como demuestran decenas y decenas de cintas. El protagonista es Mariano Rajo jo joy, el hombre que se ha reído de los españoles estas navidades, también conocido como el terror de los niños, “el hombre del saco”: ahora saco una mentira en campaña, ahora te saco otra en el discurso de investidura, ahora saco una subida de impuestos, ahora te meto, ahora te saco, sombra aquí, sombra allá, miénteme, recórtame…
Lo mejor de esta serie es que ahora que la oposición está más desaparecida que los protagonistas de Perdidos, el gobierno es su propia oposición. Basta con escuchar lo que decían antes de ganar y parece que están hablando de lo que han hecho en cuanto han ganado. Qué es lo que dijeron que iban a hacer: lo explicaba Esteban González Pons en un capítulo memorable. “El partido popular quiere bajar los impuestos para que todo cambie”.
Claro, el PP iba a bajar los impuestos porque como explicaba el actual ministro de hacienda, Cristóbal Montoro, en una esclarecedora interpretación: “Subir impuestos ahora lo que traería es menos crecimiento, menos inversión y por lo tanto más paro”.
Por si no había quedado claro, lo resumía Esteban González Pons en otra magistral intervención estelar: “La subida de la retención del IRPF la pagan los currantes que tienen nómina”.
Así decidieron presentarse a una dura campaña electoral con un programa claro, sincero, sin trampas, en el que aseguraron que no iban a subir los impuestos: “Estamos en contra de subir los impuestos. Y estas son las fórmulas que presenta el partido popular, sin trampa ni cartón. Y esto es el pacto que ofrece el PP, un pacto sin trampa ni cartón, sin letra pequeña y sin engaños y un pacto para tener una esperanza y una alternativa de futuro que es lo que necesitan nuestros compatriotas”. (María Dolores de Cospedal)
Y siguiendo los sabios consejos de sus amigos, el héroe de la serie nos explica qué es lo que tiene que hacer un buen presidente del gobierno: “lo que tiene que hacer el gobierno es trabajar para que España tenga una renta como Francia o Alemania y no subir los impuestos”.
Pero el gobierno socialista de entonces no hizo caso de sus juiciosas advertencias y subió los impuestos, malandrines. Pero ahí estaba Don Mariano para luchar contra la injusticia: “Nosotros seremos beligerantes contra las subidas de impuestos que haga el gobierno, como ya lo hemos sido”.
Con beligerancia arremetió contra la injusta subida de impuestos en una campaña que más que electoral parecía militar: “La subida de impuestos no es necesaria, no se justifica y es profundamente insolidaria con las clases medias y trabajadoras españolas” (Rajoy en campaña)
Y esa garra, ese pundonor marcial le llevaron hasta la presidencia donde siguió defendiendo sus principios irrenunciables en la sagrada cámara de representantes de la democracia, en un emotivo discurso de investidura: “Yo tengo que decir que mi intención es no subir los impuestos” (Rajoy en su discurso de investidura)
Pero, demasiado acostumbrado a jurar el cargo de jefe de la oposición, debió de creer que ese seguía siendo su papel e hizo justo lo contrario de lo que había dicho, se opuso a sí mismo, y actuó como un gobierno socialdemócrata subiendo el impuesto de la renta. Y entonces se convirtió en el primer gobierno que es gobierno y oposición a la vez. Un gobierno que piensa que “así no se puede gobernar. Ahora el gobierno habla de que va a subir los impuestos para ponernos a nivel europeo. Eso es un insulto a los españoles” (Rajoy)
Un gobierno que piensa que “subir los impuestos es una puñalada trapera” (Esteban González Pons)
Un gobierno que siente vergüenza de sus propios actos pero que no siente como suyos en un preocupante caso de desdoblamiento de personalidad gobierno-oposición: “La subida de impuestos va a significar menos empleo y menos recaudación. Y qué va a sacrificar: las políticas sociales. A mí me produce vergüenza ajena”. (Javier Arenas)
Un gobierno que reconoce que lo que ha hecho y dicho “es lo más hipócrita que se ha podido escuchar en los últimos años de política española”. (Esteban González Pons)
El primer gobierno de la democracia que reconoce que ha mentido como antes le criticaron al anterior gobierno, que también mintió por cierto (es costumbre gubernamental, por lo visto): “No es la primera vez que mienten antes de unas elecciones. Pero esta vez su osadía va mucho más lejos, quieren ustedes que los ciudadanos paguen con sus impuestos su incapacidad para hacer frente a la crisis y esperan a que se abran las urnas para anunciarles la mala noticia. Mientras ustedes en campaña anunciaban la recuperación del país, redactaban en secreto una subida de impuestos. Eso es una falta de respeto con los ciudadanos”. (Soraya Sáenz de Santamaría).
El primer gobierno que reconoce que les falta el respeto a los ciudadanos, les insulta y les mete una puñalada trapera. Puñaladas traperas, insultos y faltas de respeto. Ya tenemos una serie para sustituir el vacío que nos dejó el final de “Los Soprano”.
Por eso os recomiendo “Impuestos, mentiras y cintas de vídeo”, protagonizada por el hombre que tomó posesión del cargo de presidente del gobierno prometiendo que iba a “llamar al pan pan y al vino vino”. Aunque hay que recordar que también es el hombre que un día dijo ¡Viva el vino!, lo que podría explicar por qué lo primero que ha hecho después de prometer llamar al pan pan y al vino vino, es decir Diego donde dijo digo…
(NOTA: Para la elaboración de este informe, quiero felicitar al trabajo de blogueros e internautas que han ido recopilando estas intervenciones de los populares, especialmente a Nacho Escolar, que está recopilándolos día a día en su bitácora)
Hace muy muy poco tiempo, en una galaxia muy muy cercana… Más exactamente, la nuestra; más concretamente, nuestro planeta; más aún, nuestro país; afinando a tope: Andalucía, Valencia, Mallorca…
Allí las huestes del Imperio están ganando la batalla y el Lado Oscuro de la Fuerza extiende su fétido manto de perfidia y corrupción arrasándolo todo y dejando las arcas públicas más vacías y sucias que el cerebro de un tertuliano de Tele 5. Un pueblo ahogado a recortes e impuestos sobrevive al límite de la Fuerza como bravos Jedis en una tormenta de las Dunas y cada día se levanta pensando que lo lleva crudo, mientras observa indignada cómo una aciaga caterva del Imperio se lo está llevando crudo.
En la galaxia andaluza, con un paro galopante y un campo más deprimido que Yoda sin bastón, el que era máximo responsable de Trabajo y Seguridad Social, Francisco Javier Guerrero, de las fuerzas imperiales del PSOE, está imputado por posibles delitos de malversación, prevaricación y tráfico de influencias con dinero de los trabajadores. Se le acusa de haber concedido subvenciones para Expedientes de Regulación de Empleo que fueron cobradas por personas que nunca trabajaron en las empresas beneficiarias.
Además, esta semana leemos que presuntamente otorgó 1 millón 300 mil euros a empresas ficticias creadas por su propio chófer, también del PSOE, al que también dio un coche oficial propio. Ya se sabe, un chófer del Imperio tiene más naves que un polígono industrial porque por eso es chófer: maneja mucho. Aunque no sólo volantes. Según él mismo ha contado a la policía, manejaba a su jefe a fiestas donde se gastaron 900.000 euros de subvenciones de la Junta en farra y cocaína. A eso es a lo que yo llamo “pasarse de la raya”. Pasándose al lado oscuro parece también el principal periódico del país, que no publica nada de este asunto y da razones a quienes piensan que orbita en torno a la galaxia socialista.
Y al mismo tiempo que todo esto sale a la luz, el presidente socialista de Andalucía anuncia elecciones en lo que parece una maniobra para desviar la atención. Lo que están desviados son algunos tabiques. Y si no lo están y si todo esto es cierto, habría que desviarlos de un puñetazo.
Mientras los gramos de cocaína corren presuntamente por las podridas venas del imperio andaluz, en otra galaxia cercana llamada Valencia, corren otros gramos: de caviar. El pueblo jedi asiste atónito a otro juicio de corrupción del imperio en el que se escucha al ex secretatrio general del PP valenciano, Ricardo Costa, pedirle gramos de caviar al Bigotes, uno de los principales imputados y un tipo más dudoso que Jabba el Hut, amiguito del alma a quien también agradecen los presentes el ex presidente de la misma comunidad, Francisco Camps, imputado por el caso, y su mujer. Y todo eso al mismo tiempo que el imperio valenciano se hunde. Tiene una deuda tan grande que hay peligro de que desapareczcan 450 colegios, como hoy hemos leído.
La falta de colegios lleva a la ignorancia, la ignorancia al miedo, el miedo a la ira y la ira al lado oscuro. Con este indecente despilfarro de nuestros impuestos, no es extraño que haya muchos ciudadanos que quieran pasarse al lado oscuro de la economía sumergida o busquen la manera de pagar menos al fisco del Imperio.
Pero no todo está perdido. La madre de una diabética ha donado 7.700 euros al Centro Príncipe Felipe de Valencia para estudiar la enfermedad y con ese dinero se ha readmitido a una empleada. Hay Jedis que nos devuelven la esperanza y el ánimo con su Fuerza. Aún podemos ganar La Guerra de las Falacias y no ser esclavos del Imperio. El imperio que retrata esta frase de Diderot que ayer me regaló Carlos Galilea:
"Tener esclavos no es nada, pero lo que resulta intolerable es tener esclavos y llamarlos ciudadanos".
Os lo contaba ayer: en Valencia hay 450 colegios concertados que están a punto de tener que cerrar porque la Generalitat les debe 50 millones de las ayudas estipuladas y no pueden seguir pagando a sus profesores. Miles de alumnos y profesores están a punto de quedarse en la calle porque la comunidad valenciana está ahogada por las deudas. Os lo contaba también esta semana: sí ha habido millones de euros de los contribuyentes para las sociedades de Urdangarín, el rey del talonmano, para juegos deportivos que nunca se han celebrado, para congresos multimillonarios de tres días. Os lo contaba ayer: sí ha habido millones dinero público para los negocios de los miembros de la trama Gürtel que eran amiguitos del alma de los gestores valencianos. Os lo hemos contado también: sí ha habido millones para EMARSA, una empresa creada por concejales del ayuntamiento de Valencia y alrededores que se ha ido a la quiebra por gastar el dinero público a espuertas. Sí ha habido millones de euros del dinero de los valencianos para la Fórmula 1, para la Copa América, para un fastuoso aeropuerto en Castellón que no tiene aviones, para un canal de televisión acusado de manipulación que está en quiebra.
Lo he oído hoy en la radio: el actual presidente de la Generalitat valenciana justificaba que estos gastos han servido para promocionar la ciudad y atraer turismo, fuente de ingreso fundamental de la comunidad. Le ofrezco unos cuantos eslóganes publicitarios para su campaña: “Valencia, donde los coches corren y el dinero vuela”, “Valencia, una ciudad en boxes”, “Fórmula 1 en Valencia, un atropello”, “Copa de América en Valencia, a dos velas”, “Valencia, de la Ciudad de las Artes y las Ciencias a la Ciudad de las Malas Artes y las Ciencias Ocultas”.
Me temo que no va a ser Ecclestone el que pague las deudas. Estas navidades, la Generalitat ha anunciado una subida de impuestos y fuertes recortes que afectan fundamentalmente al sector público y a la Sanidad. Ya anunciaron hace tiempo el cierre de centros de salud. Podríamos organizar visitas a los nuevos monumentos valencianos: colegios y ambulatorios abandonados. Los vuelos podrían aterrizar en Castellón, para darle vidilla.
Los recortes en Sanidad vienen de lejos. También os lo contamos ayer: en Valencia, una madre de una chica diabética ha donado 7.700 euros a un centro de investigación médica de la enfermedad que había despedido a 113 investigadores por los recortes. El dinero lo ha conseguido gracias a una colecta a la que han contribuido muchas personas. Su donación ha permitido contratar a una especialista en diabetes.
“Es como el tacto del lomo de un gato electrizado si lo acaricias a contrapelo”, le dijo Lester una noche tratando de imitar su voz con el saxo. “Es terciopelo a contrapelo”, añadió con una media sonrisa, satisfecho de su ocurrencia. Desde el sillón mugriento del camerino, ella le devolvió con coquetería un maullido dulce y cálido y bebió de nuevo sintiendo el tacto a contrapelo del alcohol en su garganta, esa sensación agridulce que la invadía cada vez que tomaba la botella para anestesiarse. Ahora, tirada en el sofá de casa, recordando, intentó repetir aquel maullido pero de su boca apenas salió un graznido agónico de gato al que se aplasta el cuello con una bota. Se llevó la mano al costado y apretó para mitigar el pinchazo que había sentido por el esfuerzo. El dolor le hizo cerrar los ojos y al hacerlo, volvió a verse con Lester en el escenario, cantando a los frutos extraños que colgaban de los árboles en el sur de los Estados Unidos.
“Árboles sureños sostienen un extraño fruto, sangre en las hojas y sangre en la raíz, negras nalgas que se balancean bajo la brisa sureña, extraño fruto que cuelga de los álamos”.
Y mientras recordaba, cantaba en un susurro casi inaudible, la boca cuarteada, la garganta reseca como el aire del sur y sentía que era ella misma la que estaba colgada como uno de aquellos frutos que chorreaban sangre de las hojas a la raíz, colgada allí sola en su casa en la que estaba arrestada por ser una negra que tomaba drogas, por ser una negra que bebía demasiado, que cantaba las cosas más negras demasiado claras, por ser una negra que amaba demasiado, que se acostaba con hombres y con mujeres, una negra que se había atrevido a confesar que había probado todos los frutos, los prohibidos, los inconfesables. Allí estaba colgada con sus negras nalgas balanceándose como cuando correteaba borracha y desnuda por el camerino ofreciendo a quien lo quisiera su cuerpo machacado que ya no quería nadie.
“Escena pastoral del noble Sur, ojos desorbitados y boca desencajada, dulce y fresco olor a magnolia”.
Allí estaba ella, oliendo a muerta, ni rastro ya de ese dulce y fresco olor a magnolia que le había sido arrebatado cuando apenas empezaba a ser mujer por un vecino que la violaba -ojos desorbitados, boca desencajada- mientras una mujer le sujetaba la cabeza para que no se moviera. Recordándolo, golpeó la nuca con rabia contra el brazo del sofá, ojos desorbitados y boca desencajada, por el amargo recuerdo de aquel fruto robado y por el dolor de su cuerpo ahora, que le abrasaba por dentro como un hierro candente, agujereándole el hígado.
“Y luego el repentino olor a carne abrasándose” siguió cantando mientras recordaba otros incendios de su cuerpo cuando su carne aún había sido deseable y se había abrasado en mil abrazos: ese cuerpo que a tantos había amado, ese cuerpo que tantos habían utilizado para su beneficio, que tantos hombres habían vendido como mercancía. Incluso su propio marido. No quiso pero se acordó del último, de Louis, de Louis McKay, su esposo, su proxeneta, recriminándole que fuera “por ahí regalándole el coño a cualquiera” en lugar de venderlo, en lugar de ofrecer hasta los ojos para que se los arrancaran los cuervos.
“Aquí hay un fruto para que lo arranquen los cuervos, para que la lluvia lo empape, para que el viento lo aspire, para que lo pudra el sol, para que el árbol lo suelte.
Ya no le quedaba nada que vender. Su cuerpo se pudría al sol de aquel 17 de julio de 1959 en aquella casa en la que moría encerrada por orden judicial. Su voz había sido aspirada por el viento. Y sólo una lluvia de lágrimas empapaba aquel fruto extraño y podrido a punto de caer del árbol. Y todo lo que había vendido lo había perdido: setenta céntimos tenía en el banco y algo más de setecientos en alguno de sus monederos. Ésta era la cosecha de toda una vida.
“Aquí hay una extraña y amarga cosecha”, cantó el último verso con aquella voz de terciopelo a contrapelo que decía Lester Young, su amigo, uno de los pocos hombres que la quiso y la respetó de verdad. Y recordando con una media sonrisa al hombre que la llamó cariñosamente Lady Day, La Dama Día, le llegó la noche y su voz se apagó para siempre sin nadie que la oyera.
Como escribió el poeta Pere Gimferrer años más tarde: “Y la muerte/ nadie la oía / pero hablaba muy cerca del micrófono”.
Los frutos extraños y caídos de la historia de la música, esos frutos que dan un jugo diferente a los demás y quizá por eso, por ser diferentes, no son tan fáciles de apreciar y caen antes del árbol, son los protagonistas de "Acordes Rotos", de Fernando Navarro, nuestro invitado de hoy que ha escrito un apasionante recorrido por la Historia musical del siglo pasado en Estados Unidos, contado "por los de abajo", esas voces que no tuvieron el éxito merecido en su momento o cuya fama se vió truncada antes de tiempo trágicamente, esas voces rotas por la vida que han escrito las páginas más intensas, oscuras y radicales: desde Billie Holliday a Robert Johnson pasando por Woody Guthrie, Johnny Thunders o Nico. Es la historia de los perdedores que también hacen la historia y generalmente la historia más emocionante...
Menuda bronca le cayó ayer a Rajoy en la Moncloa. Su mujer le cantó las cuarenta. Parecía Joaquín Luqui. Pues no va el tío y dice públicamente que “en esta vida nada es para siempre”. Hombre, Mariano, eso no se dice en privado pero mucho menos en público. Ayer el presidente que primero dijo digo y después dijo impuestos, declaró que ya los ha subido suficientemente pero que “en esta vida nada es para siempre”. Eso es llamar al pan pan y al vino vino. Ahora su mujer no sabe si la quiere suficientemente ni si la querrá para siempre. Y sobre todo, tiene miedo de que su marido le vuelva a subir los impuestos, como todos nosotros. Ahora cuando le bese no podrá dejar de pensar: “sí, me besa pero me va a subir los impuestos, el Judas Iscariote”. Como castigo, esta mañana Mariano ha tenido que hacerse la cama él solito. Cuando le ha preguntado a su mujer por qué no lo hacía ella como de costumbre, le ha contestado que “en esta vida nada es para siempre”.
Pero hay que reconocerlo: Rajoy ha dado en el clavo. En esta vida nada es para siempre, excepto los funcionarios y pronto, ni eso. En España lo vemos cada día: el trabajo y la vivienda y la sanidad y la educación públicas, duran menos que una bandera republicana a la puerta de Génova. Por eso, por primera vez desde que se tienen datos al respecto, se ha ido de España más gente de la que ha venido: se han marchado 507.740 personas, 62.611 españolas en busca de un futuro mejor. O sea, de un futuro, a secas… porque aquí para que te traten bien unos y otros, el único futuro es morirte.
Tampoco la amistad es para siempre, que se lo digan a Camps, que ayer escuchó como su “amiguito del alma” al que quería un huevo, o sea, El Bigotes, por la espalda le llamaba “hijoputa que va de sobrao por la vida” y decía que tenía “un equipo de mierda”. Cuando Paco le pregunte al Bigotes que fue de aquel tiempo en el que arrobado le decía “que te sigo queriendo mucho, contarás por muchos años con mi lealtad”, su ex amiguito del alma le dirá que “en esta vida nada es para siempre”, como dice Rajoy. Ni siquiera la justicia que sienta en el mismo banquillo en el que se juzgó a los amiguitos del alma corruptos al juez que les investigaba. La justicia no es para siempre porque no se puede querer juzgar los crímenes del franquismo sin que te juzguen a ti por ello. La justicia es igual para todos, se dirá. Ya, pero esta justicia huele sospechosamente a política y los crímenes no son comparables: una cosa son faltas de procedimiento de un juez y otra muy distinta un genocidio o un robo generalizado.
Por eso creo que nuestro presidente se equivoca en una cosita. En España, nada es para siempre menos la corrupción, el politiqueo, el chantaje, el tráfico de influencias, la indecencia, la injusticia, el robo, los mercados y la mala política. Y también el voto cautivo, la telebasura, el nepotismo y las pensiones de los diputados y senadores. Es como el sketch de la vida de Brian pero al revés: ¿qué han hecho de malo por nosotros? Nada. Bueno sí, robarnos. Y mentirnos. Y timarnos. Y vendernos. Ya pero además e robarnos, mentirnos, timarnos y vendernos, qué han hecho de malo por nosotros: maltratarnos, ahogarnos, decepcionarnos, pegarnos, humillarnos y reírse de nosotros.
Menos mal que en esta vida, los cargos públicos no son para siempre.
A golpes. A porrazos se lió la Policía Nacional con un grupo de indignados que organizaron una colada masiva en el metro de Madrid para protestar por la subida del transporte en plena época de recortes, un encarecimiento -por cierto- que la Comunidad ha intentado venderle a los madrileños con una carísima campaña publicitaria que manipula los datos para hacernos creer que el suburbano de la capital es el más barato del mundo. Sí, es más barato que el de Londres pero mucho más lo son los sueldos de los madrileños. “Más por menos”, dice la campaña. “Más realidad y menos publicidad”, debería decir. “Más golpes por menos”, es el lema que aplicó la policía con los miembros del grupo YO NO PAGO que han empezado a actuar en nuestro país apoyados por el 15M y siguiendo el ejemplo de los griegos que han iniciado esta forma de protesta de no pagar ciertos servicios mientras no paguen la crisis quienes la han provocado y se aprovechan de ella.
La nueva delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha respaldado “por completo” la carga policial. Cuánto dicen las palabras: respalda, o sea, que está detrás, a la espalda de los que pegan, protegida, dándoles palmaditas de asentimiento en el hombro a los que dan los porrazos. La señora Cifuentes dice que no tiene previsto utilizar la fuerza salvo para garantizar “el cumplimiento de la ley ante cualquier incidente”. La respaldo. Siguiendo su misma lógica de pegar a quien no paga el metro y en cumplimiento de la ley ante cualquier incidente, se debería enviar a la policía a pegar los que no pagan, empezando por los que más se escaquean: las administraciones públicas que no pagan a empleados, colegios, hospitales, médicos, farmacéuticos y las grandes fortunas que evaden impuestos. Ésos son los que más practican el YO NO PAGO en este país. Ésos son los que más incidentes han provocado con su despilfarro y corrupción y con su desfachatez.
Cuento además con el respaldo del nuevo ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que ha anunciado hoy cambios en la Ley de Transparencia para poder “perseguir a las comunidades autónomas” que no cumplan con las cuentas del Estado. Nada de cobradores del frac, directamente policías del catacrac.
Pues eso, que la policía espere a la salida de parlamentos autonómicos, diputaciones provinciales y ayuntamientos y le hagan una carga policial en condiciones a los responsables por los miles impagos de meses que tienen atrasados, por cada servicio recibido que tarden más de 3 meses en pagar (que ya está bien, tres meses), por la electricidad y calefacción de colegios que no están abonando por falta de fondos, por cada farmacéutico al que no le dan el dinero de los medicamentos que les deben… Y que manden a los GEOS a las mansiones, bancos y despachos de los grandes evasores de impuestos y les metan una somanta de palos que se les quiten las ganas de evadir hasta los pensamientos.
Es de justicia social, oiga. A un ciudadano si no paga el metro, le crujen. Si no paga su casa, la policía le saca a empujones de ella, aunque quizá no pueda pagarla porque le debe dinero esa misma Administración que ordena que le peguen. Que te peguen es la única forma que vamos a tener de "cobrar" de la Administración en este país. Pues que se repartan las bofetadas equitativamente. Incluso, progresivamente. Lo lógico es que a los que deben millones también les hagamos unas carguitas policiales proporcionales a su impago al grito de “Tú no pagas, yo sí pego”.
Sólo sigo la lógica de algunos políticos, "pego, luego existo", de esos políticos de administraciones que no pagan. O sea, del grupo antisistema “Yo no pago, pego”.
Se nos van a llenar las cárceles de políticos. Como os contaba ayer, el nuevo ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha propuesto perseguir penalmente a los administradores públicos que gasten más de lo que tienen. No sé qué tiene este hombre con la gente de su partido que le ha dado por encarcelarlos a todos. Esta misma ocurrencia la ha tenido muy ufano, el socialista Patxi López. Claro, se permite estas bromas porque ellos ya no gobiernan ni en su propia casa que cada día parece más un anuncio de Ikea: una república independiente con los muebles sin montar. Conviene recordarle al lehendakari que muchas de las deudas de hoy las provocaron ellos antes de perder más ayuntamientos y comunidades autónomas que neuronas pierde un ser humano viendo “Sálvame”. Conviene recordarle también que muchos compañeros suyos también irían a parar al trullo. Sin ir más lejos, los del gobierno de Andalucía que han redactado una nota interna en la que ordena que se dejen de pagar facturas por los servicios recibidos y que las facturas impagadas se contabilicen como déficit en el nuevo curso 2012, como ha publicado hoy ABC que se ha hecho con esta nota oculta. Así que se les podría imputar no sólo por no pagar y endeudarse hasta la ceja de Zapatero, también por ocultación y por pasarle el marrón de las deudas al que gane las elecciones dentro de dos meses. Parece que no creen que vayan a ser ellos. Será que se tienen preparado un ERE más beneficioso que ser chófer en la Junta de Andalucía.
Montoro también va a tener que encarcelar a muchos de los suyos. Con algunos no va a tener que hacerlo él porque ya le está haciendo el trabajito la Justicia valenciana. Pero sí tendría que meter en prisión a su colega, el ministro de justicia, Alberto Ruiz el Gastón, que ha dejado el ayuntamiento más endeudado de España a su amiga Ana Botella quien, por más que lo intente, no consigue ver la botella medio llena. La ve vacía del todo. Qué fuerte, el ministro de justicia juzgado por la justicia por chorizo. Parecería un chiste si en este país no hubiera un juez juzgado por la justicia por investigar a chorizos.
Pues entre unos y otros, no va a haber cárcel para tanto chorizo. Basta un dato para ajustar cuentas, nunca mejor dicho: las autonomías acumulan una deuda de 14.000 millones con los proveedores. Van a tener que soltar presos para dar cabida a tanto político. Y los ayuntamientos y parlamentos autonómicos se van a quedar más vacíos que el Congreso en un día de diario. Vamos que no va a quedar ni el bedel para abrir las puertas porque no va a haber a quién abrírselas. “Todos a la cárcel” llamaría yo a la película berlanguiana que se está montando Montoro, al que le gustan más los efectos especiales que a Spielberg como volvió a demostrar ayer con esta propuesta efectista que es menos creíble que la declaración de la renta del Bigotes. Me temo que no la veremos en las pantallas la cinta porque esto tiene más pinta de farol que la frase de Rajoy “llamaré al pan pan y al vino vino”.
Una lástima, porque ahora que vuelve Gran Hermano, podrían hacer la versión con los políticos que tengan que ingresar en prisión por impagos y déficit. Sería más instructivo que un documental de La2 ver cómo se adapta a éste su hábitat natural el "ávida dollars". Seguro que se quitarían hasta las sábanas para blanquearlas mejor. Si me admiten la sugerencia, podrían llamarlo Gran Talónmano, en honor a uno de sus referentes.
Cuando José Sánchez se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró con que una agencia de calificación le había convertido en un monstruoso insecto. ¿Qué me ha ocurrido?, pensó. No era un sueño. Cuando consiguió encender la radio con una de sus diminutas patitas y enorme esfuerzo, las noticias le hicieron comprender todo: Standard & Poor’s había rebajado su calificación de “ser humano” a “escarabajo pelotero”. ¿Qué se podía esperar de una empresa que se llama Standard y Poor, o sea, Estándar y Pobre?, reflexionó con agudeza pues por mucho que dijeran que era un coleóptero, él conservaba intactas sus facultades mentales humanas. La verdad es que esto se veía venir, siguió meditando mientras se frotaba las patitas para entrar en calor pues hacía tiempo que no podía pagar la calefacción y allí hacía más frío que en un instituto público de Castellón, donde tampoco encendían los radiadores por los recortes. Recordó que días antes había visto en el periódico una fotografía de los alumnos de uno de esos institutos cubiertos por mantas dentro de clase y se dio cuenta de que ellos también habían sido reducidos a escarabajos con un caparazón hecho de fibra sintética. No eran los únicos. La radio contaba en esos momentos que otros institutos valencianos estaban en situación parecida, racionando no sólo la calefacción también el papel higiénico, el jabón, el papel para fotocopias y el teléfono. Imaginó sus manos sucias y sus intestinos revueltos y tuvo ganas de vomitar lo que le hizo acordarse de que el chico que tomó la imagen había sido expulsado por la directora del centro durante unos días por haberla subido a la red, dañando la imagen del centro. Pensó que la directora también se estaba convirtiendo en insecto y se alegró por el muchacho porque estaría más calentito en casa. De todas formas, pronto le acompañarían el resto de sus compañeros. En ese momento, la radio emitía la declaración de un responsable de Fitch, otra agencia de (des)calificación, que le decía al gobierno que tenía que recortar aún más en educación y sanidad públicas.
Se le hizo un nudo en la garganta, o lo que quiera que tengan los escarabajos, ni él lo sabía. ¡Se estaba cumpliendo la viñeta de EL ROTO del día anterior! En un quirófano un cirujano a punto de operar recibe la siguiente orden: “¡No hay dinero para medicinas! ¡Rematad a los enfermos!”.
Como una revelación, se dio cuenta de que no era él solo, que todo el mundo se estaba convirtiendo en escarabajo y que los pocos que no estaban afectados por la plaga, les trataban con el mismo asco y desprecio que a estos repugnantes coleópteros. La radio no dejaba de escupir noticias que lo confirmaban: alumnos sin papel higiénico ni jabón ni un papel en el que fotocopiar pensamientos humanos; en Valencia, un sindicato policial denunciaba que los políticos utilizaban a los escoltas como recaderos, o sea, como insectos; farmacéuticos en Andalucía, en Castilla La Mancha a los que no les pagaban las medicinas; en Barcelona morían pacientes porque no había médicos ni medios para atenderlos y se multaba a 811 vagabundos por dormir en la calle… ¿Dónde quieren que duerman?, se preguntó. Y la única respuesta que se le ocurrió fue: “en el cementerio”.
Pronto anunciarían que el país había sido convertido en una gigantesca trampa para cucarachas y que nos fumigarían a todos. O nos incrustarán una manzana en la parte blanda, como a Gregor Samsa. “¡Yo seré un escarabajo pero ellos son gusanos!”, clamó José Sánchez indignado pero su voz ya no era humana, era un horrible chirrido como de puerta oxidada.
Era mucho mayor que yo y yo sólo un niño inocente y tierno cuando me enamoré de ella. La diferencia de edad parecía insalvable y sin embargo, nos enamoramos porque hay amores que no se explican y que es mejor no tratar de explicar. No se lo había contado a nadie hasta ahora pero es un peso que me tengo que quitar de encima porque llevo arrastrando esta culpabilidad desde entonces y no aguanto más. Ayudadme a repartir esta pesada carga entre todos los que escucháis porque quizá muchos os sintáis reconocidos en estas palabras.
No tengo claro el momento exacto en el que la conocí porque a esa edad uno vive sin memoria, pero sí recuerdo que fueron mis padres los que me la presentaron. Pobres, no sabían que estaban fomentando en su joven cachorro un amor tan tórrido y precoz con alguien tan viejo. Ellos ya la conocían, me hablaron bien de ella, les gustaba mucho, tanto que pasaba en nuestra casa gran parte de tiempo, algunos días desde el desayuno hasta la cena. Sin embargo, a veces también discutían con ella y se daban la vuelta y la dejaban ahí sola hablando. Creo que fue entonces, cuando nadie me veía, cuando decidí escucharla a solas por esa cualidad suya de hablarte a ti como si no hubiera nadie más en el mundo. Y ya sabéis, lo uno llevó a lo otro, muy pronto me la empecé a llevar a la cama o debería decir que fue ella la que me llevó al huerto.
Nos acostábamos a escondidas, con las caras muy pegadas, yo escuchándola, ella hablando hasta altas horas de la noche, placer prohibido que escondía para que mis padres no supieran que no dormía y que no dormía solo. Y luego por el día yo la seguía buscando a todas horas, obsesionado con sus palabras y su voz. O debería decir “sus voces” porque tenía más voces que la niña del Exorcista y era más perversa que ella, cambiaba de cuerpo y de cara, unos días era amable y otras maliciosa, unos días me gritaba y otros era yo el que le gritaba a ella, podía ser asquerosamente estúpida e irresistiblemente inteligente, hacerte reír o emocionarte en apenas unos minutos. Era como acostarse con alguien distinto cada día y por la mañana, empezar una relación nueva que sin embargo parecía de toda la vida. Era y es inexplicable y lo inexplicable siempre me ha resultado irresistible. Y ella me resulta irresistible porque deseo tocarla pero sobre todo la deseo porque no puedo tocarla, porque me toca sin que yo pueda verla, porque la veo aunque dicen que es invisible, porque prefiero imaginarla a verla, porque me habla a mí aunque sé que hace lo mismo con muchos otros amantes, porque nunca la puedo atrapar del todo y ella me atrapa todo el tiempo y porque no es de carne y hueso y sin embargo puedo acariciarla como si pasara mi mano por un trozo de carne chorreante.
Fue mi primer amor y aún lo sigue siendo, no he podido desengancharme. No se lo había dicho a nadie pero cada día me sigo acostando con ella. Con la radio, digo…
Me ha ocurrido un hecho extraordinario, insólito, simbólico y poético. Llevaba en mis brazos una pila de periódicos repletos, hinchados por la grasienta actualidad, recargados de indigestos titulares que engordaban sus páginas hasta hacerlos parecer cadáveres celulíticos desmayados que se desparramaban entre mis manos con sus pringosas noticias.
Un arzobispo: "Las mujeres no pueden oficiar misa como yo no puedo dar a luz" // Los partidos políticos recibieron 4 millones solo para seguridad // El PP y el PSOE son los partidos que más fondos reciben del Estado. // Pepe no será sancionado por pisar a Messi // Ecclestone: "Los españoles no quieren discutirlo" // Detenidas 16 personas en una macrooperación contra la pornografía infantil // Sindicatos y empresarios acarician el pacto de moderación salarial //El presidente de la CEOE dice que la negociación colectiva "está cerca del final" // Las discográficas dicen que "España es un mercado moribundo" // Garzón vuelve al banquillo por investigar los crímenes franquistas. // El abogado de Urgangarín defiende que el duque ha pagado muchos impuestos. // Dos grupos ultras sientan a Garzón en el banquillo. // Aguirre pide ante Rajoy recortes en sanidad, educación y justicia // El obispo Blázquez critica a Santamaría como pregonera por su matrimonio civil. // Denuncian la precariedad laboral de los policías en la frontera de Melilla // La alcaldesa de Manilva admite que sus empleados hurtan bienes municipales // El arzobispo de Tarragona dice que los gais no son adecuados para la sociedad. // Urdangarin y la Infanta tenían 3 empleados fantasma para pagar menos impuestos // Sebastián adjudicó «a dedazo» 4,2 millones // Indemnizan con 6.040 euros por lesiones cutáneas tras una depilación láser // Casi 300 personas arropan a Garzón en el juicio por las fosas del franquismo // El arzobispo de Tarragona dice que los gais no son adecuados para la sociedad.
Cargaba con dificultad con toda esa información que mis brazos y mis ojos apenas podían soportar hasta que llegó un momento en el que mis músculos no pudieron aguantar más el peso insoportable de la actualidad y la montaña de papel y letras se me cayó al suelo, pero no con un golpe seco y sordo sino con un estallido como el de un vaso al estrellarse con violencia contra el piso.
Confundido miré a mis pies y ante mi sorpresa e incomprensión me encontré con que los periódicos se habían roto, se habían partido en mil pedazos y los titulares se habían hecho añicos, como la realidad en estos tiempos. Y como un puzle traté de nuevo de recomponerlos, de juntar los trozos para rehacer los titulares originales. Pero fue imposible. Faltaban palabras, otras habían quedado totalmente destruidas y sólo fui capaz de reconstruir una parte de la realidad como buenamente pude y como me dictó mi conciencia. Quizá por eso los titulares que junté se parecen más a lo que desearía que fuera la realidad y a lo que me gustaría que contaran los periódicos que a lo que realmente está siendo. Son éstos, elaborados con las palabras que pude salvar de los titulares anteriores:
Los partidos políticos acarician a un arzobispo que dice que los gais pueden oficiar misa.
El PP será sancionado por pisar España.
El arzobispo de Tarragona dice que PP y Rajoy no son adecuados para la sociedad.
Un moribundo PSOE será el hazmerreír de los españoles
El presidente de la CEOE vuelve al banquillo por lesiones a los españoles.
Condena a dos grupos ultras porque le tocan la gaita al Supremo.
El Estado admite tribunales franquistas a dedazo.
El obispo Blázquez critica a Santa María por dar a luz.
Urdangarín y la Infanta Cristina hurtan bienes municipales.
Urdangarín admite la condena para ayudar a la justicia.
Aguirre pide ante Rajoy recortes por depilación láser.
Casi 300 empresarios indemnizan a 16 personas en una macrooperación contra la moderación salarial.
Lo tratan como a un criminal porque ha pagado muchos impuestos.
Fraga, fantasma, urge a España a investigar las fosas franquistas.
Los españoles dicen que España es un mercado, denuncian la precariedad laboral y sientan a los políticos en el banquillo por los crímenes en sanidad, educación y justicia.
Podrán parecer disparatados pero no lo son menos que la realidad que leemos cada día en los periódicos, que esta actualidad en la que los fascistas juzgan a los jueces y los obispos condenan a los gais y a las mujeres hasta por no casarse por la Iglesia en la que no les dejan ser iguales. La realidad está hecha añicos y no nos queda más remedio de hacer el trabajo diario, duro y concienzudo, de recomponerla. Si no, acabaremos nosotros hechos pedazos…
Están locos estos humanos. Es la única conclusión a la que he podido llegar después de cohabitar con ellos y realizar un profundo estudio de campo de sus costumbres en la región a la que fui enviado a la que ellos llaman España. El comportamiento de estos terráqueos es más incomprensible que el inglés de Aznar o el francés de Zapatero, dos ex presidentes de aquí cuyo inquietante aspecto me hace sospechar que se trata de extraterrestres invasores encubiertos, si bien no puedo demostrarlo. Lo que sí puedo demostrar es el errático funcionamiento de esta sociedad objeto de mi estudio. Lo hacen todo al revés. Dan más al que más tiene y menos al que no tiene casi nada, le quitan al que sabe y se lo dan al que no sabe ni inglés ni francés, al que le dan hasta el poder para gobernarles. Entre los gobernantes hay un número preocupante de ladrones. ¿Os acordáis de la serie “Los ladrones van a la oficina” que veíamos en el Canal Interplanetario? Pues aquí los ladrones van al parlamento. Y al ayuntamiento. Cientos de ellos se presentan a las elecciones y sorprendentemente para mí, salen elegidos. Una y otra vez. Y a veces por mayoría. Creo que a estos humanos no les importa que les roben. A algunos les han robado hasta la conciencia pero no lo saben, claro, porque están inconscientes, aunque parezcan despiertos. No sólo salen elegidos los ladrones, sino que además raramente son juzgados y casi nunca condenados. Pero sí juzgan a un juez por juzgarlos. O por querer juzgar crímenes pasados de gente que está muerta y que ni siquiera puede pagar por ellos. No entiendo nada. La justicia es muy extraña aquí. La administran unos humanos vestidos como un coro góspel de luto. No he podido corroborarlo pero creo el luto es por la Justicia que aquí la representan ciega, supongo que para que no pueda ver las puñaladas traperas que le clavan cada día.
Se llevan mucho las puñaladas traperas en esta parte del planeta. Y sobre todo el tijeretazo trapero. Aquí un político es como un modisto ciego. Te mete un corte de manga a la que te descuides y te deja el traje más corto que el de un torero, mientras a él le regalan trajes a medida que paga dándoles el dinero público a sus amigos para que organicen eventos deportivos. No os lo vais creer pero aquí las escuelas están cortos de profesores y sin calefacción ni papel higiénico, las farmacias sin medicamentos, los hospitales con menos doctores que un programa de la tele, los centros de investigación se están quedando sin investigadores y ya van dos casos de madres que han tenido que reunir dinero por su cuenta para que se investigue las enfermedades de sus hijos (la última ha conseguido reunir hasta 33.000 euros con la colaboración de algunos terráqueos solidarios que son los únicos que salvan a esta sociedad de ser un planeta muerto).
Y sin embargo a una organización que defiende que hay que creer en las cosas sin demostración le dan más de 13 millones de euros mensuales, según he podido leer en el Boletín Oficial del Estado del 31 diciembre 2011, que es como un periódico de noticias pero que nadie lee aunque deberían, para enterarse de cómo se las gastan, o sea, de cómo se gastan su dinero. Ahí podrían leer que los partidos políticos recibieron 4 millones de euros el año pasado sólo para seguridad. Y que los dos partidos más corruptos son los que más recibieron: el PP recibe 9.172.246 euros en concepto de gastos ordinarios y 466.864 para seguridad, en tanto que al PSOE le llegan 6.965.660 euros por el primer concepto y 357.647 por el segundo.
En fin, hermanos, tras concluir mi estudio sólo se me ocurre mandaros un mensaje, como ya hiciera mi predecesor en la Tierra: Teléfono, mi casa. Necesito evacuación inmediata, repito, necesito evacuación inmediata: la vida inteligente aquí es insostenible.
Febrero de 2009. Se destapa la trama Gürtel a la que se acusa de blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias.
Mayo de 2009, Francisco Camps afirma en el Parlamento valenciano que no ha recibido “regalo alguno” de la llamada Trama Gürtel y niega tener “relación alguna” con las personas imputadas. También afirma que “siempre dice la verdad”.
Diciembre de 2012, Camps rectifica lo dicho y reconoce en el juicio contra él que tenía una relación con Álvaro Pérez, alias “el Bigotes”, pero dice que se limita a una relación social en los actos del Partido Popular.
En el mismo juicio se escuchan conversaciones de 2008 entre Camps y Pérez en las que el ex president valenciano llama al Bigotes “amiguito del alma” y le dice “te quiero un huevo” y que lo que hay entre ellos “es muy bonito”. También se escuchan conversaciones de la mujer de Camps agradeciéndole regalos navideños y otra del ex presidente con Álvaro Pérez en el que éste le dice: “fíjate si te debo”.
La Generalitat dirigida por Camps firmó contratos por valor de 14 millones de euros con “El Bigotes”. El gobierno valenciano adjudicó a los miembros de la trama Gürtel 76 contratos a dedo, sin concurso público.
La trama Gürtel se ha llevado 120 millones de euros de dinero público en sus negocios con los gobiernos del Partido Popular en Valencia y Madrid.
Otros gastos de la Generalitat presidida por Camps:
Pagos a las sociedades de Iñaki Urdangarín: 2 millones de euros.
Siete carreras de Fórmula 1: 244 millones de euros. El Gobierno valenciano aseguró que el circuito urbano no iba a costar ni un euro porque lo iban a pagar los promotores que construirían el plan urbanístico del Grau; pero el Consell tuvo que desembolsar 80 millones.
Maqueta y proyecto de rascacielos de Santiago Calatrava que no se ha llegado a construir: 15 millones de euros.
Visita del Papa a Valencia: 30 millones de euros.
22 de mayo de 2011, Camps gana las elecciones autonómicas por mayoría absoluta con menos votos que en la legislatura anterior pero más escaños.
25 de enero de 2012: por 5 votos a 4, un jurado popular declara “no culpable” a Francisco Camps del delito de cohecho pasivo y es absuelto de la acusación de haber recibido trajes de la trama Gürtel por valor de 12.000 euros. Mientras tanto, el juez que inició la investigación es juzgado por ordenar escuchas en la cárcel a los abogados de la trama de los que sospechaba que estaban ayudando a los implicados a deshacerse de pruebas.
Estos son los hechos. Ustedes son el jurado popular. Juzguen ustedes mismos.
Llega el fin de semana y para que disfruten al máximo de su tiempo libre como hombres y mujeres libres de un país libre, justo y democrático, les adelantamos la programación más libre, democrática y justa de la televisión, la programación de todos y para todos, la que ofrece esta cadena de emisoras, Canal 5… la de la rima más simpática.
Dentro de nuestra programación de comedia, les presentamos el último capítulo del programa de bromas judiciales más visto de la temporada, “Inocente inocente”, el tradicional formato en el que hacemos creer a un pobre e inocente político que está en un juicio real en el que se le imputa por corrupciones varias para después descubrirle que es todo un decorado y los juristas y el jurado actores de una graciosa pantomima con la que pasar un rato divertido y echarnos unas risas a Costa de la justicia. “Inocente, inocente”, una traje-comedia para toda la familia.
No se pierdan tampoco una nueva edición del concurso más longevo de nuestras pantallas, un concurso de tanto éxito que promete durar eternamente, “Robar y ganar”, el programa presentado por el sonriente Jordi Hurtando en el que los concursantes tienen que responder a difíciles preguntas legales sobre evasión de impuestos, prevaricación, desvío de capitales y tráfico de influencias.
Y ahora un consejo publicitario de la Dirección General de Tráfico de influencias: Si robas, no declares. Es un mensaje patrocinado por Campsa y amigos. Ya conocen su lema: “Llévatelo crudo”.
La DGT de influencias es el patrocinador de nuestro programa de literatura, “Negro sobre Blanco”, presentado por el ex ministro José Blanco desde una gasolinera, un espacio de novelas policíacas con misteriosos encuentros en estaciones de servicio y presunto cobro de dinero para favorecer a empresas privadas.
De temática parecida pero formato distinto es el programa de máxima audiencia en nuestro canal Andalucía, “ERE que ERE”, un genial entretenimiento para sociolistos presentado por el dúo Los Robancos y la participación especial del ex director de Trabajo de la Junta y su chófer que interpretan su número cómico de mayor éxito: “Paseando a mi jefe”.
Y ahora otro consejo de nuestros patrocinadorers: Hurtos Garín, redecora tu villa.
Hablando de casas, estrenamos un nuevo programa de casas que lo está petando literalmente, “Quién vive ahí”, un recorrido glamouroso por las mejores casas de nuestro país, aquellas en las que vive más gente en menos espacio de suelo. Conozca las casas de sus sueños, en las que para pillar cama hay que hacer cola y se pasa mucho sueño.
Dentro de nuestros formatos de concurso de habilidades, les presentamos “Tú sí que vales”, la competición en la que una agencia de calificación le pone precio en euros a la vida de personas de la calle. Desternillantemente sangrante.
No se pierdan tampoco la mejor selección de series de la temporada que le ofrece nuestro canal especializado en series de producción propia:
El pensionista, en la que un ingeniosísimo pensionista descubre de forma asombrosa cómo llegar a fin de mes con una pensión tan baja y ayuda a parados a seguir su ejemplo.
Bones, en los huesos, protagonizada por un grupo de forenses que certifican la defunción de los españoles que van muriendo por falta de sueldo y alimento.
Descuéntame, la mítica serie en la que una familia nos cuenta todos los recortes y descuentos que han ido sufriendo desde el estreno de la serie hace tres años.
FMI Nueva York, serie negra negra en la que muere gente en todo el mundo sin que los agentes del FMI hagan nada para evitarlo más bien al contrario.
Al entrar en clase, serie adolescente sobre meteorología. Un grupo de estudiantes valencianos entran cada día en su instituto y miden la temperatura de su clase. Un argumento que te helará la sangre.
La que se avecina: la favorita de los parados que cada mes con más fuerza se enganchan a esta serie. Según la última medición de audiencia, conocida hoy mismo, 5, 3 millones de parados ya disfrutan tranquilamente en sus casas de “La que se avecina”.
Y este fin de semana, no se pierda el estreno del mejor cine, con las películas: “Evasión y victoria”, “DED Dónde estás democracia” y “El increíble hombre mangante”.
Canal 5, por el ojo te la hinco, una telecomedia trágica en tiempo real para espectadores atónitos como usted.
Ya lo dijo Fraga: “Spanair is different”. Sólo en un país como el nuestro hay aeropuertos sin aviones y compañías aéreas que venden billetes para aviones que no vuelan. Primero fue Air Europa, ahora Spanair, que ha dejado en tierra este fin de semana a más de 20.000 pasajeros, dejará a otros 86.000 esta semana y echará a la calle a 2.400 empleados.
Spanair is different: sólo en nuestro país, una compañía de la que la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona son los máximos accionistas, deja a su público más tirado en el aeropuerto que un enfermo en un hospital barcelonés. En nuestro país, los gestores públicos te tratan peor que una compañía de bajo coste, tu voto tiene menos valor que un billete de Spanair y tu casa es más estrecha que un asiento de Ryanair. Sólo en nuestro país, una empresa con capital público despide a 2.400 trabajadores de la noche a la mañana, mientras los poderes públicos siguen yendo en Business a hacer sus “business” y moviéndose en coche oficial. Sólo en nuestro país, se le pagan a la Iglesia 13 millones de euros mensuales para que un arzobispo en Tarragona diga que los homosexuales no son apropiados para la sociedad, mientras la gente es tratada como inapropiada en aeropuertos y hospitales.
Spanair is different. Y Spain, también. Sólo en nuestro país se le ocurre a un político, la nueva alcaldesa de Madrid, Ana Botella, pedirles a los ciudadanos en paro que trabajen de voluntarios en los servicios públicos. Parece que la señora Botella le está dando demasiado a su apellido y ya no sólo confunde peras y manzanas, confunde servicio público con que le hagan el servicio gratis. Pensará que así soluciona el problema del paro porque los parados estarán ocupados. Mujer, para matar el tiempo, mejor irse a un aeropuerto con un billete de Spanair. Ella podría dar ejemplo y renunciar a su sueldo como alcaldesa ya que no ha sido elegida, se ha presentado voluntaria.
Si muchos como ella renuncian a su sueldo, Spain levantará el vuelo.
El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, nos ha convocado a una huelga general. Se lo anunció en primicia al primer ministro finlandés ayer en un corrillo durante la cumbre europea de Bruselas, que la llaman “cumbre” no por la altura de los mandatarios sino porque ahí es donde deciden la altura desde la que nos van a dejar caer. El momento del que fue captado por los micrófonos de las cámaras: “La reforma laboral nos va a costar una huelga general”. O sea, que va a hacer una reforma laboral que se va a cagar la perra, así que nos invita a que vayamos organizando la huelga para que salga bien. Hay que ver el lado positivo: ya era hora de que alguien hiciera el trabajo de los sindicatos. Pero cómo son los tíos: se ponen a quitarnos y nos quitan hasta la huelga.
Lo que se me hace raro es imaginar cómo sería una huelga general convocada por el presidente. ¿Irá en cabeza con el megáfono gritando “que no, que no, que yo no os represento”? ¿Caminarán detrás los ministros llevando una pancarta que diga “no a este gobierno”? ¿Se silbarán unos a otros? ¿Se autoproclamarán incompetentes? ¿Se pedirá el ministro de Hacienda a sí mismo una bajada de impuestos para la clase trabajadora y una subida a los más ricos? ¿Quizá el ministro de economía mostrará su billetera clamando: “me he vendido al mercado”? ¿Se demandarán a sí mismos una bajada de sus sueldos, la supresión de sus pensiones vitalicias y demás prebendas? ¿Les gritarán a los demás partidos: no nos mires, únete? Atónitos, los ciudadanos lo veremos por televisión y diremos que no son más que cinco o seis. Pero en este caso, será cierto, no como cuando ellos hacen el recuento.
Atónitos, vimos ayer por televisión cómo Rajoy confesaba que va a hacer una reforma laboral que va a sacar al país a la calle. Que no presuma de sacar gente a la calle que el anterior ya consiguió dejar a 5,2 millones fuera. ¡Supera eso, Mariano! Veamos el lado positivo: por fin hemos comprendido para qué se reúnen en esas cumbres inservibles que cuestan una pasta. Para presumir de medidas de cágate-lorito-que-la-voy-a-liar-parda. Ya me los estoy imaginando: “pues yo voy a meterle un recorte a la sanidad que no van a quedar vivos ni los enfermeros”, “anda que yo, yo voy a dejar la educación pública que no van a saber deletrear su nombre ni los universitarios”, “y yo voy a subir tanto los impuestos que vamos a tener que mandar un satélite al espacio para recaudarlos”, “y yo más, a mí me van a tener que dar el sueldo íntegro”, “pues yo les voy a tener trabajando hasta que cumplan 120 años”, “eso no es nada, yo voy a hacer una reforma laboral que va a dejar en la pobreza al 25% de la población”.
Lo malo es que en España eso ya es cierto: 1 de cada 4 españoles está en esa situación y 11 millones subsisten con dificultades, según un informe publicado ayer por la Red Europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
A ellos les va a costar una huelga, pero a los ciudadanos sus decisiones les cuestan y les pueden costar mucho más.
Hoy admiramos la síntesis con la que Manel Fontdevila dibuja el "desliz" de Rajoy que ayer dijo: "la reforma laboral me va a costar una huelga general". Como dibuja Fontdevila, nos damos por convocados! A TÍ, ¿CUÁNDO TE VIENE BIEN? Ah no, calla, que estás parado, bueno, de todas formas: PROPÓN DÍA, SITIO Y HORA.
El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, nos ha convocado a una huelga general. Se lo anunció en primicia al primer ministro finlandés ayer en un corrillo durante la cumbre europea de Bruselas, que la llaman “cumbre” no por la altura de los mandatarios sino porque ahí es donde deciden la altura desde la que nos van a dejar caer. El momento del que fue captado por los micrófonos de las cámaras: “La reforma laboral nos va a costar una huelga general”. O sea, que va a hacer una reforma laboral que se va a cagar la perra, así que nos invita a que vayamos organizando la huelga para que salga bien. Hay que ver el lado positivo: ya era hora de que alguien hiciera el trabajo de los sindicatos. Pero cómo son los tíos: se ponen a quitarnos y nos quitan hasta la huelga.
Lo que se me hace raro es imaginar cómo sería una huelga general convocada por el presidente. ¿Irá en cabeza con el megáfono gritando “que no, que no, que yo no os represento”? ¿Caminarán detrás los ministros llevando una pancarta que diga “no a este gobierno”? ¿Se silbarán unos a otros? ¿Se autoproclamarán incompetentes? ¿Se pedirá el ministro de Hacienda a sí mismo una bajada de impuestos para la clase trabajadora y una subida a los más ricos? ¿Quizá el ministro de economía mostrará su billetera clamando: “me he vendido al mercado”? ¿Se demandarán a sí mismos una bajada de sus sueldos, la supresión de sus pensiones vitalicias y demás prebendas? ¿Les gritarán a los demás partidos: no nos mires, únete? Atónitos, los ciudadanos lo veremos por televisión y diremos que no son más que cinco o seis. Pero en este caso, será cierto, no como cuando ellos hacen el recuento.
Atónitos, vimos ayer por televisión cómo Rajoy confesaba que va a hacer una reforma laboral que va a sacar al país a la calle. Que no presuma de sacar gente a la calle que el anterior ya consiguió dejar a 5,2 millones fuera. ¡Supera eso, Mariano! Veamos el lado positivo: por fin hemos comprendido para qué se reúnen en esas cumbres inservibles que cuestan una pasta. Para presumir de medidas de cágate-lorito-que-la-voy-a-liar-parda. Ya me los estoy imaginando: “pues yo voy a meterle un recorte a la sanidad que no van a quedar vivos ni los enfermeros”, “anda que yo, yo voy a dejar la educación pública que no van a saber deletrear su nombre ni los universitarios”, “y yo voy a subir tanto los impuestos que vamos a tener que mandar un satélite al espacio para recaudarlos”, “y yo más, a mí me van a tener que dar el sueldo íntegro”, “pues yo les voy a tener trabajando hasta que cumplan 120 años”, “eso no es nada, yo voy a hacer una reforma laboral que va a dejar en la pobreza al 25% de la población”.
Lo malo es que en España eso ya es cierto: 1 de cada 4 españoles está en esa situación y 11 millones subsisten con dificultades, según un informe publicado ayer por la Red Europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
A ellos les va a costar una huelga, pero a los ciudadanos sus decisiones les cuestan y les pueden costar mucho más.
Hoy admiramos la síntesis con la que Manel Fontdevila dibuja el "desliz" de Rajoy que ayer dijo: "la reforma laboral me va a costar una huelga general". Como dibuja Fontdevila, nos damos por convocados! A TÍ, ¿CUÁNDO TE VIENE BIEN? Ah no, calla, que estás parado, bueno, de todas formas: PROPÓN DÍA, SITIO Y HORA.
Dejad de mirar a vuestro banquero con mala cara porque tenéis a la mitad de vuestra familia y amigos en paro, dejad de hacer pintadas amenazantes en vuestra sucursal bancaria porque se han llevado vuestra casa, dejad de amenazar con el dedo al director de vuestro banco porque no os da un crédito para salir del hoyo. No, los bancos no tienen la culpa de la crisis. Tampoco la tiene el Cha Cha Cha. Y lo que es más, la culpa de todo no la tiene Yoko Ono: la culpa de la crisis la tienen los políticos.
Lo ha dicho el ínclito presidente del Banco Santander, Emilio Botín, un hombre que honra a su apellido, el mismo que recibió a Zapatero en camisa y tirantes de tío Gilito para decirle lo que tenía que hacer y que lo estaba haciendo muy bien y el mismo que ha elogiado al nuevo gobierno por crujirnos de lo lindo: “quiero destacar que los pasos que está dando el nuevo gobierno español en el ámbito de las reformas y de la consolidación fiscal son muy positivos. Son medidas dolorosas en el corto plazo pero imprescindibles de cara al futuro”.
A Botín es que le duele mucho ver cómo nos martirizan pero alguien tiene que expiar los pecados de la crisis. Y no va a ser él, que es un santo varón que no ha hecho nada malo ni tiene la culpa de nada, alma impoluta, ni siquiera de hablar inglés como un sioux.
No, la culpa la tienen los políticos que curiosamente han hecho y hacen lo que él y otros como él les dicen que tienen que hacer. O sea, que lo que dice Botín que hay que hacer está equivocado pero la culpa no es suya por dar malos consejos, la culpa la tienen los políticos por hacerle caso, por hacerle caso cuando les dice que nos tire por un barranco. Hay que reconocer que en eso lleva razón. Y hay que reconocerle que es un genio del humor, que cuando les aconseja a los políticos que nos crucifiquen, no lo dice en serio. ¡Que era broma, hombre, que parecemos tontos! ¡Que la crisis era broma! (para ellos, claro)
Es un cachondo Botín y son unos cachondos todos los banqueros, qué bromas se gastan: que si la bromaza de vender bonos basura, que si el chiste de regalar hipotecas a precio de saldo para enriquecerse y quedarse con la mitad del suelo, que si la broma de especular con el dinero de sus clientes que si la broma de que se están hundiendo para que les demos dinero público. Menudos bromistas, son la nueva versión de los Monty Python: los Money Banco.
Su última broma es hilarante. Se llama “el balance de 2011”: el Banco Santander del señor Botín ha obtenido un beneficio neto de 5.351 millones de euros, el Banco Popular ha registrado un beneficio neto de 479,6 millones de euros y se calcula que el BBVA que presentará en breve sus cuentas, habrá ganado 4.051 millones. Es un poquito menos de lo que ganaron el año anterior, pobrecitos, no podrán renovar el yate.
Es para morirse de risa si no estuviéramos ya medio muertos. Pero no seamos quejicas y desde la cruz cantemos: Mira que bien viven los que viven bien.
Que dejen de buscar armas de destrucción masiva en Oriente Medio o en Corea del Norte. Las tenemos todas aquí, en España. Se llaman despilfarro, corrupción, reformas, recortes y mercado. Y tienen ineficacia probada para resolver los problemas y una eficacia para agudizarlos. En 2012, en nuestro país se destruyen más de 9000 empleos diarios. Sólo en enero, nos hemos cargado más de 177.000 puestos de trabajo, la peor cifra en este mes desde 1997. Por primera vez hay menos de 17 millones de personas con trabajo. Tenemos un porcentaje de desempleo mayor que Grecia. Si eso no es un arma de destrucción masiva que vengan Saddam y Kim Jong Il y lo vean. Envidia nos tendrían: y sin necesidad de lanzamisiles.
Debería invadirnos Estados Unidos. Tendríamos muchas ventajas: si nos bombardeasen al menos tendríamos trabajo reconstruyendo. Podrían bombardear la costa enladrillada para que podamos volver a ver el mar. Y que disparen a las viviendas: la mitad están vacías y a la otra mitad les vendría bien tirar algunos muros para ampliarlas y que quepan varias familias en paro que compartan gastos. Además, parece que si no es a cañonazos no hay manera de sacarnos a la calle.
Razones hay para una invasión que derroque el régimen: no somos una democracia pues derechos fundamentales como el trabajo y la vivienda no son respetados y estamos gobernados en muchos casos por caciques inoperantes y corruptos que han reducido la democracia a un simulacro que se celebra cada cuatro años. Lo que habría que hacer es un simulacro de evacuación del país para prepararnos para salir por patas. Ya lo han hecho más de 300.000 españoles entre 2008 y 2011, según los datos del Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero.
Las tropas estadounidenses deberían entrar para eliminar a los culpables de que casi 1 de cada dos jóvenes en España estén en paro, casi un 50%. Y de paso podrían desviar un misilito hacia Italia, aquí al ladito, al señor Monti, el tecnócrata que gobierna a los italianos y que ayer lanzó este misilito a los jóvenes: “Los jóvenes deben acostumbrarse a no tener nunca un trabajo fijo. Qué aburrido sería tener un trabajo fijo para toda la vida”.
Sí, sería aburridísimo. Es mucho más divertido cambiar de cola del paro. Joven, no vayas siempre a la misma oficina del INEM ni te sientes siempre en el mismo banco (de la calle). Diviértete, cambia de cola del paro, conoce a otros desempleados, no te quedes siempre con los mismos muertos de hambre, experimenta la emoción de pedir curro en barrios distintos, siente el vértigo de coger número en una oficina diferente a la que te corresponde. Muévete, no seas parado…
Hay días en que da pena que Saddam no tuviera armas de destrucción masiva.
Él tiene 53 años. Ha trabajado 30 en un estudio de arquitectura. Se ocupaba de la parte administrativa, el registro y la gestión de proyectos y planos. Esta semana le han despedido. A él y a la mayor parte de la plantilla. Está todo parado, no se construye apenas, el estudio lleva tres años con pérdidas y ha empezado a echar a gente. Antes de dejarle en la calle, le sugirieron una posibilidad por ser el empleado más antiguo. La finca en la que está el despacho pertenece a los dueños de la firma y necesitan un portero nocturno. Él podría coger la indemnización por 30 años de trabajo y el paro. Pero tiene 53 años y familia. Y miedo a no encontrar un empleo antes de que se le acaben las ayudas y compensaciones. Ha decidido empezar en la portería. Entra a las 10 de la noche y pasa toda la madrugada. El segundo día se quedó dormido en la garita escuchando la radio con unos auriculares puestos para no hacer ruido. Aún no ha conseguido cambiar sus horarios y no duerme nada durante el día.
Ella tendrá unos 45 ó 46 años. Iba bien vestida, no como las personas que piden limosna normalmente. Jamás habrías adivinado por su aspecto lo que iba a decir cuando entró en el vagón de metro. Se plantó en un punto central para que todos pudieran verla y contó que llevaba 4 años sin encontrar trabajo y necesitaba ayuda urgente. Era palpable que le daba vergüenza hacerlo. Su voz, aunque decidida, no podía ocultar su embarazo. Después de recoger lo que le dieron, salió del vagón y se perdió entre la multitud que salía hacia la calle. Como una más. Solo que más despacio.
Estas dos historias son reales. Han sucedido esta semana, la misma en la que Botín ha dicho que ni él ni los banqueros tienen la culpa de nada, la misma semana en la que el primer ministro y ministro de economía de Italia, Mario Monti, les ha dicho a los jóvenes que nunca tendrán un trabajo fijo y que es muy aburrido hacer siempre lo mismo y la misma en la que nuestro gobierno ha anunciado una nueva ayuda a la banca.
Es también la misma semana en la que un oyente me ha pasado una columna de Vicenç Navarro del pasado octubre en la que habla de varios artículos del New York Times sobre el fraude de las grandes fortunas en España. Suponen un 74% de la defraudación total. El Estado español deja de ingresar casi la misma cantidad que su deuda pública en servicios sociales. Es decir, si esos defraudadores pagasen lo que deben no tendríamos casi déficit en educación, sanidad, dependencia, etc… Entre los que defraudan hay grandes nombres de la política y la economía españolas. Uno de esos nombres es el de Emilio Botín. Según esos artículos, nada comentados en España, tiene unos 2.000 millones de euros no declarados en un banco suizo.
Sí, señor Botín, usted no tiene la culpa de que nuestros sucesivos gobiernos no le investiguen por fraude ni persigan los negocios tóxicos de la banca ni de que encima les concedan a los bancos todo tipo de ayudas. Pero usted y otros como usted sí tienen la culpa de que haya mucha gente pasando los lunes a la sombra, en una garita o vagón de metro, porque a ustedes no les parece nada aburrido hacer siempre lo mismo: defraudar. Son ustedes los que deberían estar a la sombra.
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