CANNABIS ....la planta de los 1000 usos

_DESTELLO_ escribió:

Nolocreo escribió:

Para no tratar con paranoicos simplemente basta con no tratar con ellos, ¿como se puede tratar con paranoicos que te van a comer el coco? o tiene que estar uno paranoico a su vez...


Normalizar la venta de sustancias tóxicas para alegría de las arcas del estado y de sus productores que se van a forrar jugando con la salud de otros y que mas tarde te van a comer el coco diciendote que es malo consumir las sustancias tóxicas que a un tiempo ellos mismos te están vendiendo tambien es de mentes paranoicas, aunque esto último parece asumirse con normalidad como en el caso del tabaco en realidad se trata de la "normalidad" que interesa a unos pocos que juegan con la salud del resto, mejor no tratar con ninguno de ellos.

Estoy de acuerdo , es jugar con la salud del resto para llenarse los bolsillos , pero son " buena gente " porque avisan ...

" El tabaco mata , pero estás enganchado , compra , calla y muere lentamente. "

Es un ejemplo interesante ...

El que avisa no es traidor

Este enlace me parece muy interesante.

Nos muestra como el cáñamo es un material con múltiples ventajas si se utiliza en construcción.
Estoy convencida que vamos camino de una forma de vida más natural...
o eso quiero pensar.

http://www.cannabric.com/index.php

Buen hilo y buen tema, merecedor de tratarlo con una pizquita de conocimiento en el asunto. Hay quién hoy se piensa que es el agua bendita de la virgen del Carmen la que se inyecta a los convalecientes para sus dolores o a aquellos que van a ser anestesiados previo paso por una intervención quirúrgica.

Pero no, no voy a tratar del asunto a no ser de manera jocosa y como anécdota de lo que uno (yo concretamente) puede llegar a ser como idiota total.

(Conste que a un hermano me lo asesinó un drogata al que él había ayudado o intentado regenerar, pero esto es otro cantar y no viene a cuento ahora).

Voy a contar una anécdota con el fin único de que nos riamos todos como yo lo hago de mi mismo.

Resulta que corría el año 1987 (me acuerdo porque mi hija tenía unos meses) en el que decidimos y acordamos los cuatro hermanos que podíamos hacerlo (el quinto trabajaba por la zona de director de un hotel y es el ciutado anteriormente) pasar una quincena de vacaciones en una casa familiar que teníamos desde tiempo inmemorial en Los Alcázares (Mar Menor).

Dicho y hecho. Allí que nos reunimos con nuestras respectivas familias (mujer o marido e hijos).

Los días pasaban pues como suelen pasar en estos casos. Mucho revoltijo, unos que se levantan antes que otros, que mueven más la cervíz que otros, que si los niños nada más levantarse ya están en la mar (seis a siete metros de ella la casita los cojones) y hay que echarles un ojo, que si esto o si lo otro. Pero al final, y ya entrada la noche, todos los adultos nos reuníamos al pié del murillo limítrofe de la casa para poder saborear unos “Baileys” (nos dio ese año por él de tal manera que hoy me pregunto si no acabamos las existencias de la localidad no fue porque ya contaban con nosotros) mirando a la mar salada, con unas guitarras y una armónica y cantando a varias voces unas habaneras ya mil veces cantadas anteriormente.

Ante todo, y hago un inciso preciso, debo decir que yo fumeteaba muy de vez en cuando un porrete que otro liado ya por un compañero de trabajo o por un vecino amiguete, que de hay no pasaba porque me sentaba como un tiro, ya que o bien me amuermaba y me dejaba en estado comatoso, o me veía obligado a devolver la primera papilla que mi madre me dio … o me daba una risa de lo más gilipollas que se haya podido escuchar.

El caso es que la culpa de ello (y lo he comprobado después) es que estos energümenos de amigos y compañeros hacían verdaderas trompetas y … pa más recochineo … de las mismas debía ser yo quién se llevaba en dos caladas todo el tinglado. Otra cosa no me explico.

Pero bien. Ese año, y previa consulta con la parienta (que de esto como que sabía pero no cataba) me hice con un “talego” (mil pelas de las antíuguas pesetas y la única vez), o sea, con una “china” para fundirla en esas vacaciones de hermandad. Esto yo que tan sólo había hecho unos cinco o seis pitillos con su correspondiente papelillo, su filtro con billete de metro y poco más.

Hasta aquí lo normal, a no ser que también se entienda que por normal sea que se me olvidara la plateada (por su envoltorio) sustancia hasta un día concreto, muy concreto, de las vacaciones.

Una noche de tantas. Nos arrellanamos en sillones y mecedoras como de costumbre. Baileys con hielo, guitarras lloronas, armónica del tatarabuelo y nuestras angelicales voces como acompañamiento a un murmullo muy pequeñito de unas olas de chichinabo. ¡Cantar, cantábamos bien, ¿eh?; que hasta nos quiseron contratar (pagar las copas que fuesen, no más) para animar a quiienes se paraban a escucharnos! ….

… (¡Santo dios!. ¡que oido debían tener esas criaturas que paraban y aplaudían!. Pa mandarles a un otorrino pero a la voz de ar!).

En esto que esa noche, muy tranquila y solitaria del mediado Septiembre que corría, se dejan ver tres muchacha y un muchacho que paseaban por el paseo marítimo frente a la casa. No recuerdo bien si fue un comentario de una de ellas o del mozalbete que las acompañaba, pero la cosa fue algo así como:

- ¡Mira aquí a la familia!, cantando y pegándose unos lingotazos de aquí no te menées y pasándolo de lujo!. (Algo así).

Yo no me corté, que cortito soy pero pa estas cosas como que no. Les dije que se acercaran y que la barra estaba abierta, si es que tenían lo que tenían que tener (en plan enormemente amigable y con sonrisa de oreja a oreja pero chulillo, que todo me viene de nacimiento).

No había terminado de invitarles y allí estaban clavaditos.

- Tu que quieres tomar - pues si tienes me pones un … - ¿y tú? - lo que estais tomando - ¡marchando! …. Lo suyo. Un ir y venir buscando hielo y bebida .. y cachondeo preparatorio para lo que vendría después.

El caso es que montamos una algarabía que pa que contar, por lo que (como primogénito y mandón que soy) les dije a todo dios que se cogiese sus vasos, las botellas y toda la mandanga que nos desplazábamos hasta el (enfrente de casa) embarcadero, pues allí no íbamos a despertar a nuestros bebés.

Y para acortar, que esto es muy largo.

Hubo presentaciones. A mí en concreto (que es lo único que recuerdo de las mismas) el chaval (unos 25 años) me dijo:

- Esta es Dora, la violadora. - A lo que yo me quedé con los ojos haciendo chirivitas. Y el muy cabroncete, viéndo mi cara me dijo, -¡leñe, que se llama Dora y toca la viola!.

En ese momento (a decir verdad no se si tardé unos minutos en comprenderlo) me di cuenta de la bromilla, que era al final medio broma y medio verdad, (que tocara la viola, no que fuese violadora, coño).

Después resultó que los cuatro eran músicos profesionales y que estaban de gira por la provincia.

A todo esto (y aquí reside el quiz de esta anécdota), el chavalote le dice a una de sus compañeras que ya no le queda chocolatina que fumar. Y yo, en ese momento, caigo en que tengo algo que ni me acordaba de ello.

Le digo a la pequeña (que para eso uno es el mayor) que se acerque a mi dormitorio y que coja un papelillo de plata que allí debe haber.

Lo trae. Se lo doy al chavea. Este me dice que lo haga yo. Yo le digo que naranjas de la china si lo que pretende es que fumemos. El lo coje. Lía una petardo de tres pares de narices. Me devuelve le papelico con el sobrante (imaginaros el sobrante dado que no lo había tocado hasta ese momento). ……… ¡Y yo …. ni corto ni perezoso … pero gilipollas perdido… digo:

-Esto pa los peces - y voy y lo tiro al agua.

La cara que me pusieron no la puedo describir …. Pero no se me olvida ni se me olvidará, lo juro.

A la mañana siguiente, y como tenía por costumbre, saqué mi caña de pescar y me planté donde había tirado la china. Más que nada pensando en si los peces podían haber terminado tan gilipollas como el que os cuenta esto.

Reiros porque es para ello. Si no lo haceis me enfado, hala!.

rafael...fumar hash y beber alcohol ..no es compatible. suele venir acompañado de una bajada de tension con vomitona (lo que vulgarmente de llama : blancazo.. morao ...amarillo) y es porque como ya he dicho la mezcla no es compatible... el cuerpo cuando se da cuenta..te hace vomitar para sacar el alcohol que tienes en el estomago y que no llegue a la sangre...

hace falta tener una alta tolerancia al thc (principio activo del hash) para poder bebr alcohol y que no te de el amarillo...

supongo que esa es la razon ..por la que fumar te sento mal..

por lo demas ...buena historia..yo podria contar unas cuantas..pero me da pereza escribir.

CasaBlanca escribió:

Este enlace me parece muy interesante.

Nos muestra como el cáñamo es un material con múltiples ventajas si se utiliza en construcción.
Estoy convencida que vamos camino de una forma de vida más natural...
o eso quiero pensar.

http://www.cannabric.com/index.php

en francia hace años ya que se utiliza para contruir...la historia es que el cannabis tiene la fibra mas resistente que da la naturaleza.. no tiene plagas por lo cual no hay que usar pesticidas ni hervicidas... crece mucho...y es completamente reciclable...lo cual lo convierte en un material sumamente rentable y ecologico.

a ver si empezamos a copiar las cosas buenas de losvecinos y nos dejamos de monsergas..

Imagino la cara que pusieron los músicos cuando tiraste el sobrante al mar... También deben recordar la anécdota...

Grizzlyman, muchacho; debe ser como tu dices, que no lo dudo ni por un momento.

Yo .... tolerancia (mi cuerpo, mejor dicho) ¡cero paratero! para el fumeteo. Tal es así que si doy una caladilla a un porrete hecho en familia .... pillo el sillón más cómodo pa dormirla seguidamente, y eso si la doy.

A mi me va el bourbon, el Jack Daniels , los buenos escoceses (me refiero al whisky, que aquí tó hay que dejarlo atao y bien atao) y ginebras secas o rones añejos. Paladeando y calentando la copa o el vaso con la mano, como los dioses mandan.

Pero cada día menos por cuestión de no darle pie a la caja de pino a coger "madre" con mi cuerpo macizote.

Gloriana escribió:

Imagino la cara que pusieron los músicos cuando tiraste el sobrante al mar... También deben recordar la anécdota...

Pues ya digo que no se me olvidará. Un poco más y me voy yo detrás (que juro pretendian que en plena noche me tirase a por ella). ¡Pa que contar!.

Rafael escribió:

Grizzlyman, muchacho; debe ser como tu dices, que no lo dudo ni por un momento.

Yo .... tolerancia (mi cuerpo, mejor dicho) ¡cero paratero! para el fumeteo. Tal es así que si doy una caladilla a un porrete hecho en familia .... pillo el sillón más cómodo pa dormirla seguidamente, y eso si la doy.

A mi me va el bourbon, el Jack Daniels , los buenos escoceses (me refiero al whisky, que aquí tó hay que dejarlo atao y bien atao) y ginebras secas o rones añejos. Paladeando y calentando la copa o el vaso con la mano, como los dioses mandan.

Pero cada día menos por cuestión de no darle pie a la caja de pino a coger "madre" con mi cuerpo macizote.

yo soy mas de fumar que de beber...pero tambien bebo....normalmente ginebra con limon..con media lima exprimida..y mucho hielo...ahora en verano entra muy bien...

lo de cuidarse esta bien...pero yo soy mas de vivir dia a dia que de pensar en el mañana..
y la muerte..pues esa siempre nos acompaña...no hay que tenerle miedo..es parte de eso que llaman vida.

No estoy conforme con la legalización a lo "viva la pepa".

Cree adicción o no, tiene efectos secundarios.

Oye, Oso, tú buscas los temas adrede para pelearte conmigo, ¿verdad?

Thelma escribió:

No estoy conforme con la legalización a lo "viva la pepa".

Cree adicción o no, tiene efectos secundarios.

Oye, Oso, tú buscas los temas adrede para pelearte conmigo, ¿verdad?

es un tema largo ...hay varias formas de hacerlo..lo de legalizar digo...
yo abogo por la despenalizacion...osea..que no haya carcel para el que plante plantas(valga la rebuznancia)que llevan mas tiempo que nosotros en la tierra...y que no haya multas por tenencia y consumo en sitio publico.
pero de ahi el estado no saca dinero...salvo el que se ahorraria en poblacion carcelaria..juicios y tal

hay otras maneras de normalizar...como la holandesa...y esa si que tendria beneficios directos e indirectos..
de esa manera tambien se podria controlar la edad minima (que yo pondria en los 21)

lo de efectos secundarios ...no se a que te refieres...porque todo en esta vida tiene efectos secundarios... y que yo sepa ...no se ilegaliza la sal ni el azucar.

y no ..thelma... ese no es el caso...solo resucito hilos mios del antiguo foro.

Thelma escribió:

No estoy conforme con la legalización a lo "viva la pepa".

Cree adicción o no, tiene efectos secundarios.

Oye, Oso, tú buscas los temas adrede para pelearte conmigo, ¿verdad?

La "Pepa" (que ojala viviera y me refiero a la primera Constitución) no creó adicción nada más que a un pueblo que terminó jodido por el Borbón Fernado VII. Los efectos secundarios aún los padecemos hoy en día.

Y si suelto esto es por aquello de la cuestión de la legalización, que nadie pretende que sea "viva la Pepa" (yo la Pepa la pongo en mayúsculas, ... pa darle un cierto aire de importancia, que la tiene.

Rafael escribió:

Buen hilo y buen tema, merecedor de tratarlo con una pizquita de conocimiento en el asunto. Hay quién hoy se piensa que es el agua bendita de la virgen del Carmen la que se inyecta a los convalecientes para sus dolores o a aquellos que van a ser anestesiados previo paso por una intervención quirúrgica.

Pero no, no voy a tratar del asunto a no ser de manera jocosa y como anécdota de lo que uno (yo concretamente) puede llegar a ser como idiota total.

(Conste que a un hermano me lo asesinó un drogata al que él había ayudado o intentado regenerar, pero esto es otro cantar y no viene a cuento ahora).

Voy a contar una anécdota con el fin único de que nos riamos todos como yo lo hago de mi mismo.

Resulta que corría el año 1987 (me acuerdo porque mi hija tenía unos meses) en el que decidimos y acordamos los cuatro hermanos que podíamos hacerlo (el quinto trabajaba por la zona de director de un hotel y es el ciutado anteriormente) pasar una quincena de vacaciones en una casa familiar que teníamos desde tiempo inmemorial en Los Alcázares (Mar Menor).

Dicho y hecho. Allí que nos reunimos con nuestras respectivas familias (mujer o marido e hijos).

Los días pasaban pues como suelen pasar en estos casos. Mucho revoltijo, unos que se levantan antes que otros, que mueven más la cervíz que otros, que si los niños nada más levantarse ya están en la mar (seis a siete metros de ella la casita los cojones) y hay que echarles un ojo, que si esto o si lo otro. Pero al final, y ya entrada la noche, todos los adultos nos reuníamos al pié del murillo limítrofe de la casa para poder saborear unos “Baileys” (nos dio ese año por él de tal manera que hoy me pregunto si no acabamos las existencias de la localidad no fue porque ya contaban con nosotros) mirando a la mar salada, con unas guitarras y una armónica y cantando a varias voces unas habaneras ya mil veces cantadas anteriormente.

Ante todo, y hago un inciso preciso, debo decir que yo fumeteaba muy de vez en cuando un porrete que otro liado ya por un compañero de trabajo o por un vecino amiguete, que de hay no pasaba porque me sentaba como un tiro, ya que o bien me amuermaba y me dejaba en estado comatoso, o me veía obligado a devolver la primera papilla que mi madre me dio … o me daba una risa de lo más gilipollas que se haya podido escuchar.

El caso es que la culpa de ello (y lo he comprobado después) es que estos energümenos de amigos y compañeros hacían verdaderas trompetas y … pa más recochineo … de las mismas debía ser yo quién se llevaba en dos caladas todo el tinglado. Otra cosa no me explico.

Pero bien. Ese año, y previa consulta con la parienta (que de esto como que sabía pero no cataba) me hice con un “talego” (mil pelas de las antíuguas pesetas y la única vez), o sea, con una “china” para fundirla en esas vacaciones de hermandad. Esto yo que tan sólo había hecho unos cinco o seis pitillos con su correspondiente papelillo, su filtro con billete de metro y poco más.

Hasta aquí lo normal, a no ser que también se entienda que por normal sea que se me olvidara la plateada (por su envoltorio) sustancia hasta un día concreto, muy concreto, de las vacaciones.

Una noche de tantas. Nos arrellanamos en sillones y mecedoras como de costumbre. Baileys con hielo, guitarras lloronas, armónica del tatarabuelo y nuestras angelicales voces como acompañamiento a un murmullo muy pequeñito de unas olas de chichinabo. ¡Cantar, cantábamos bien, ¿eh?; que hasta nos quiseron contratar (pagar las copas que fuesen, no más) para animar a quiienes se paraban a escucharnos! ….

… (¡Santo dios!. ¡que oido debían tener esas criaturas que paraban y aplaudían!. Pa mandarles a un otorrino pero a la voz de ar!).

En esto que esa noche, muy tranquila y solitaria del mediado Septiembre que corría, se dejan ver tres muchacha y un muchacho que paseaban por el paseo marítimo frente a la casa. No recuerdo bien si fue un comentario de una de ellas o del mozalbete que las acompañaba, pero la cosa fue algo así como:

- ¡Mira aquí a la familia!, cantando y pegándose unos lingotazos de aquí no te menées y pasándolo de lujo!. (Algo así).

Yo no me corté, que cortito soy pero pa estas cosas como que no. Les dije que se acercaran y que la barra estaba abierta, si es que tenían lo que tenían que tener (en plan enormemente amigable y con sonrisa de oreja a oreja pero chulillo, que todo me viene de nacimiento).

No había terminado de invitarles y allí estaban clavaditos.

- Tu que quieres tomar - pues si tienes me pones un … - ¿y tú? - lo que estais tomando - ¡marchando! …. Lo suyo. Un ir y venir buscando hielo y bebida .. y cachondeo preparatorio para lo que vendría después.

El caso es que montamos una algarabía que pa que contar, por lo que (como primogénito y mandón que soy) les dije a todo dios que se cogiese sus vasos, las botellas y toda la mandanga que nos desplazábamos hasta el (enfrente de casa) embarcadero, pues allí no íbamos a despertar a nuestros bebés.

Y para acortar, que esto es muy largo.

Hubo presentaciones. A mí en concreto (que es lo único que recuerdo de las mismas) el chaval (unos 25 años) me dijo:

- Esta es Dora, la violadora. - A lo que yo me quedé con los ojos haciendo chirivitas. Y el muy cabroncete, viéndo mi cara me dijo, -¡leñe, que se llama Dora y toca la viola!.

En ese momento (a decir verdad no se si tardé unos minutos en comprenderlo) me di cuenta de la bromilla, que era al final medio broma y medio verdad, (que tocara la viola, no que fuese violadora, coño).

Después resultó que los cuatro eran músicos profesionales y que estaban de gira por la provincia.

A todo esto (y aquí reside el quiz de esta anécdota), el chavalote le dice a una de sus compañeras que ya no le queda chocolatina que fumar. Y yo, en ese momento, caigo en que tengo algo que ni me acordaba de ello.

Le digo a la pequeña (que para eso uno es el mayor) que se acerque a mi dormitorio y que coja un papelillo de plata que allí debe haber.

Lo trae. Se lo doy al chavea. Este me dice que lo haga yo. Yo le digo que naranjas de la china si lo que pretende es que fumemos. El lo coje. Lía una petardo de tres pares de narices. Me devuelve le papelico con el sobrante (imaginaros el sobrante dado que no lo había tocado hasta ese momento). ……… ¡Y yo …. ni corto ni perezoso … pero gilipollas perdido… digo:

-Esto pa los peces - y voy y lo tiro al agua.

La cara que me pusieron no la puedo describir …. Pero no se me olvida ni se me olvidará, lo juro.

A la mañana siguiente, y como tenía por costumbre, saqué mi caña de pescar y me planté donde había tirado la china. Más que nada pensando en si los peces podían haber terminado tan gilipollas como el que os cuenta esto.

Reiros porque es para ello. Si no lo haceis me enfado, hala!.

Qué buena historia Rafa, aunque no me guste nada el final, eso de dar chocolate a los peces...

Tengo grandes recuerdos de Los Alcázares, pasé allí uno de los mejores veranos de mi juventud.

Un abrazo.

P.D: Si mañana tengo un rato, os cuento alguna de mis absurdas anécdotas relacionadas con la planta...

yo la fumo regularmente desde hace unos 14 años y en 6 años que llevo en mi curro jamas me he dado de baja....bueno vale soy joven aun...pero nada nigun resfriado ni enfermedades relacionadas con los bronquios ni nada asi...

Aunque no halla ningun estudio que lo demuestre, tengo la sensacion de que Maria refuerza mi sistema imunitario.

Ahora puede ser idea mia.

Tambien decir que trabajando de noches, no hay nada mejor que un peta de white widow apra pillar el ritmo diurno en unos minutos...sin tener que tomarme ninguna pastilla que me haga perder el conocimiento y dormir demasiado profundo...

Desde que empeze a fumar....me di cuenta que reprimia mi sonambulismo, osea que dormia sin levantarme y sin hablar a penas....tambien es cierto que no recuerdo casi ningun sueño y cuando dejo de fumar varias semanas sueño demasiado e incluso tengo alguna pesadilla....

y si que produce adiccion spicologica....pero es superable con un minimo de voluntad....mas facil que dejar el tabaco o el acohol

Pato, tú y yo tenemos pendiente un caldero (plato que nació en Los Alcázares) en cabo de Palos, que no se te olvide.

Y ánimo. Cuenta alguna de esas anécdotas que seguro guardas.

Abrazo para todos, chicos/as.

Para que veaís desde cuando mamo yo de ese mar que era divino y hoy es una charca de marranos .... aquí va una fotillo en la que al menos se puede adivinar quién soy y quién la madre que me parió (mamaba mar y teta, que no porretes ):

ARRIBA este Hilo !!!!!!

Marihuana es clave para mantener población carcelaria controlada en Suiza

International Journal of Drug Policy estima que del 50 al 80% de los reos en las prisiones suizas usan de esta planta para contrarrestar los efectos del confinamiento.
La estigmatización de la marihuana como droga dura dado a que se ha tipificado respondiendo a criterios ideológicos y no de salud pública, mantiene la satanización de una planta salutífera, con una historia tan larga como la propia civilización humana, que además ha servido como materia prima sustentable para distintas fábricas, una de ella la textil y farmacológica.
Hoy se plantea la despenalización del autocultivo, y cada día más estados se suman a la legalización para acabar con el narcotráfico. Es más, muchos han dejado atrás el mito de que es una droga "iniciática", sino que más bien es una droga de salida, pues muchas adicciones más complejas, pueden ser superadas con el uso de marihuana. Esta funcionalidad es la que está siendo aplicada en la población penal suiza.
Se realizó una encuesta desde el International Journal of Drug Policy, la cual estimó que del 50 al 80% de los reos en las prisiones suizas usan de esta planta. Pese a esto la marihuana está prohibida, pero no se penaliza su consumo, siendo, como en muchas otras partes del mundo, una regulación ambigua que no define una política de drogas.
Tanto reclusos como gendarmes estuvieron de acuerdo en los efectos que provocaba su uso al interior de un penal. Entre los beneficios fueron nombrados su efecto analgésico, calmante y como una buena manera de reducir la experiencia traumática de estar en prisión.  Entre los efectos negativos, se nombró la somnolencia, el aislamiento social y la disminución en la percepción de peligro.
Lo que más recalcaron ambos grupos es que si se endurecían las medidas de control y prohibición de su uso, podía aumenta la violencia por el tráfico, el miedo y el consumo de drogas más nocivas y potentes.
Es curioso, pero en muchas partes hay muchos presos por plantar marihuana para uso personal. Acá es al revés. Se utiliza para mitigar el impacto y lograr la rehabilitación:

 Interesante reportaje par aquel que desconozca la historia del Cáñamo.