La red social Twitter ha denegado, vía correo electrónico, la petición que el Ministerio de Sanidad hizo pública el jueves pasado en relación a la eliminación de mensajes con contenidos que fomentan la anorexia y la bulimia. Sanidad ha hecho pública la noticia a través de su usuario de la red social @sanidadgob. La red social en su carta ha dejado claro que "Twitter cree firmemente en la importancia de la libertad de expresión y trabaja para preservarla". "Limitar esta libertad en cualquier herramienta social podría producir el resultado adverso de que lo que normalmente se permite en el mundo real se restrinja online", añade.Y concluye tajantemente: "Nos oponemos firmemente a esto, puesto que podría causar en la práctica conflictos con la libertad de expresión".

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La respuesta "era esperable", admitió una portavoz del ministerio de sanidad. A pesar de ello, el departamento que dirige Leire Pajín afirma que "seguirá recogiendo denuncias en una cuenta de correo" que han creado "para que cualquier persona notifique qué cuentas utilizan el altavoz del Twitter para fomentar la anorexia". Este correo es [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. El objetivo es que "no se haga publicidad a estos comportamientos que pueden afectar a gente vulnerable".

Además, trabajadores del ministerio seguirán rastreando este tipo de conductas en Twitter y "mandarán un informe, cada semana, a la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil", asegura la portavoz de Sanidad.

Sanidad buscará apoyo de la Unión Europea para afrontar conjuntamente el problema de fomentar los trastornos alimentarios en las redes sociales. "Vamos a ver si este tipo de mensajes se da en otros países europeos. Supongo que no será lo mismo para Twitter. Debería reaccionar diferente si en vez de un país, son varios", afirma la portavoz. "El objetivo es conseguir una autorregulación a nivel europeo", añade.

Publicar este tipo de mensajes no es un delito, motivo por el cual no es posible solicitar su eliminación por vía judicial y es necesario apelar al propio autocontrol de las redes sociales. El usuario de Twitter también puede denunciar este tipo de conductas si las detecta ante Twitter.

Los trastornos alimentarios afectan a más de medio millón de personas en España. Y quienes fomentan estas conductas siempre han encontrado en las nuevas tecnologías un eficaz aliado. Ya hace 10 años se detectaron páginas webs de contenidos denominados pro-ana (proanorexia) y pro-mia (probulimia) en la que los usuarios ?sobre todo adolescentes? se animaban unas a otras para adelgazar más allá de lo razonable, con prácticas como las carreras de kilos o consejos para evitar que los padres detectaran el trastorno o las muestras de que se había vomitado después de comer.

Estas webs sí que han sido cerradas en más de una ocasión, de la misma manera que el pasado 26 de agosto Twitter eliminó un perfil de un usuario que invitaba a los usuarios, simplemente, a no comer.