Todavía tengo casi todos mis dientes casi todos mis cabellos y poquísimas canas puedo hacer y deshacer el amor trepar una escalera de dos en dos y correr cuarenta metros detrás del ómnibus o sea que no debería sentirme viejo pero el grave problema es que antes no me fijaba en estos detalles.
¡Llegó la tarde! ¡Qué linda frase! Aquí no hay viejos solo que llegó la tarde: una tarde cargada de experiencia experiencia para dar consejos. Aquí no hay viejos, solo que llegó la tarde. Viejo es el mar y se agiganta, viejo es el Sol y nos calienta, vieja es la Luna y nos alumbra, vieja es la Tierra y nos da vida, viejo es el amor y nos alienta. Aquí no hay viejos solo nos llegó la tarde. Somos seres llenos de saber graduados en la escuela de la vida y en el tiempo que nos dio postgrado. Subimos al árbol de la vida cortamos de sus frutos lo mejor, son esos frutos nuestros hijos que cuidamos con paciencia, nos revierte esa paciencia con amor. Fueron niños, son hombres, serán viejos, la mañana vendrá y llegará la tarde y ellos también darán consejos. Aquí no hay viejo solo llegó la tarde. Joven: si en tu caminar encuentras seres de andar pausado de mirada serena y cariñosa de piel rugosa, de manos temblorosas, no los ignores ayúdalos, protégelos ampáralos. Bríndales tu mano amiga tu cariño. Toma en cuenta que un día también a ti... te llegará la tarde.
Agranda la puerta padre porque no puedo pasar, la hiciste para los niños y yo he crecido, a mi pesar. Si no me agrandas la puerta, achícame por piedad. Vuélveme a la edad aquella en la que vivir es soñar.
Para que nunca haya malentendidos para que nada se interponga voy a explicarte lo que mi amor convoca
tus ojos que se caen de desconcierto y otras veces se alzan penetrantes y tibios tienen tanta importancia que yo mismo me asombro
tus lindas manos mágicas que te expresan a veces mejor que las palabras tan importantes son que no oso tocarlas
y si un día las toco es solamente para retransmitirte ciertas claves
tu cuerpo pendular que duda en recibirse o entregarse y es tan joven que enseña a pesar tuyo es un dato del cual me faltan datos y sin embargo ayudo a conocerlo
tus labios puestos en el entusiasmo que dibuja palabras y promete promesas son en tu imagen para mí los héroes y son también el ángel enemigo
en mi amor estás toda o casi toda me faltan cifras pero las calculo faltan indicios pero los descubro
sin embargo en mi amor hay otras cosas por ejemplo los sueños con que muevo la tierra la pobre lucha que libré y libramos los buenos odios esos que ennoblecen el diálogo constante con mi gente la pregunta punzante que me hicieron las respuestas veraces que no di
en mi amor hay también corajes varios y un miedo que a menudo los resume hay hombres como yo que miran tras las rejas a una muchacha que podrías ser vos
en mi amor hay faena y hay descanso sencillas recompensas y complejos castigos hay dos o tres mujeres que forman tu prehistoria y hay muchos años demasiados años de inventar alegrías y creerlas después a pie juntillas
querría que en mi amor vieras todo eso y que vos muchachita con paciencia y cautela sin herirme ni herirte rescataras de allí la luna el río los emblemas rituales los proyectos de besos o de adioses el corazón que aguarda pese a todo.
Mario Benedetti
Hombre que mira a una muchacha (Mario Benedetti)-Quédate (Silvio Rodríguez)
Es bueno tener siempre a punto el recurso de una palabra que llene el vacío de ti, para hacer de ella la pertinente coraza que me preserve de la pesadilla de la añoranza y la tristeza. Entonces te me haces presente en cada verso que escribo, y cuando, solo, me lo repito no hay distancia entre tu cuerpo y el mío, unidos para siempre en el poema.
Va la brisa reciente por el espacio esbelta, y en las hojas cantando abre una primavera. Sobre el límpido abismo del cielo se divisan, como dichas primeras, primeras golondrinas. Tan sólo un árbol turba la distancia que duerme, así el fervor alerta la indolencia presente. Verdes están las hojas, el crepúsculo huye. anegándose en sombra las fugitivas luces. En su paz la ventana restituye a diario las estrellas, el aire y el que estaba soñando.
LUIS CERNUDA
A athenea y a Laberinto les gusta esta publicaciòn
Está bien que se mida con la dura Sombra que una columna en el estío Arroja o con el agua de aquel río En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino Se parecen los dos: la imponderable Sombra diurna y el curso irrevocable Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos Otra substancia halló, suave y pesada, Que parece haber sido imaginada Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento De los grabados de los diccionarios, La pieza que los grises anticuarios Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada Inerme, del borroso telescopio, Del sándalo mordido por el opio Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo Y tétrico instrumento que acompaña En la diestra del dios a la guadaña Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso Deja caer la cautelosa arena, Oro gradual que se desprende y llena El cóncavo cristal de su universo.
Hay un agrado en observar la arcana Arena que resbala y que declina Y, a punto de caer, se arremolina Con una prisa que es del todo humana.
La arena de los ciclos es la misma E infinita es la historia de la arena; Así, bajo tus dichas o tu pena, La invulnerable eternidad se abisma.
No se detiene nunca la caída Yo me desangro, no el cristal. El rito De decantar la arena es infinito Y con la arena se nos va la vida.
En los minutos de la arena creo Sentir el tiempo cósmico: la historia Que encierra en sus espejos la memoria O que ha disuelto el mágico Leteo.
El pilar de humo y el pilar de fuego, Cartago y Roma y su apretada guerra, Simón Mago, los siete pies de tierra Que el rey sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo arrastra y pierde este incansable Hilo sutil de arena numerosa. No he de salvarme yo, fortuita cosa De tiempo, que es materia deleznable.
Vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran, me esparcen el corazón y me aventan la garganta.
Los bueyes doblan la frente, impotentemente mansa, delante de los castigos: los leones la levantan y al mismo tiempo castigan con su clamorosa zarpa.
No soy un de pueblo de bueyes, que soy de un pueblo que embargan yacimientos de leones, desfiladeros de águilas y cordilleras de toros con el orgullo en el asta. Nunca medraron los bueyes en los páramos de España.
¿Quién habló de echar un yugo sobre el cuello de esta raza? ¿Quién ha puesto al huracán jamás ni yugos ni trabas, ni quién al rayo detuvo prisionero en una jaula?
Asturianos de braveza, vascos de piedra blindada, valencianos de alegría y castellanos de alma, labrados como la tierra y airosos como las alas; andaluces de relámpagos, nacidos entre guitarras y forjados en los yunques torrenciales de las lágrimas; extremeños de centeno, gallegos de lluvia y calma, catalanes de firmeza, aragoneses de casta, murcianos de dinamita frutalmente propagada, leoneses, navarros, dueños del hambre, el sudor y el hacha, reyes de la minería, señores de la labranza, hombres que entre las raíces, como raíces gallardas, vais de la vida a la muerte, vais de la nada a la nada: yugos os quieren poner gentes de la hierba mala, yugos que habéis de dejar rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes está despuntando el alba.
Los bueyes mueren vestidos de humildad y olor de cuadra; las águilas, los leones y los toros de arrogancia, y detrás de ellos, el cielo ni se enturbia ni se acaba. La agonía de los bueyes tiene pequeña la cara, la del animal varón toda la creación agranda.
Si me muero, que me muera con la cabeza muy alta. Muerto y veinte veces muerto, la boca contra la grama, tendré apretados los dientes y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte, que hay ruiseñores que cantan encima de los fusiles y en medio de las batallas.
Gacela de la terrible presencia, de Federico García Lorca
Yo quiero que el agua se quede sin cauce. Yo quiero que el viento se quede sin valles. Quiero que la noche se quede sin ojos y mi corazón sin la flor del oro. Que los bueyes hablen con las grandes hojas y que la lombriz se muera de sombra. Que brillen los dientes de la calavera y los amarillos inunden la seda. Puedo ver el duelo de la noche herida luchando enroscada con el mediodía. Resisto un ocaso de verde veneno y los arcos rotos donde sufre el tiempo. Pero no me enseñes tu limpio desnudo como un negro cactus abierto en los juncos. Déjame en un ansia de oscuros planetas, ¡pero no me enseñes tu cintura fresca!
Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas.
Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano.
A veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas como laguna insomne con un embarcadero ya sin embarcaciones una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces, sereno en mi confianza confiando en que una tarde te acerques y te mires, te mires al mirarme.
Soñé que tú me llevabas por una blanca vereda, en medio del campo verde, hacia el azul de las sierras, hacia los montes azules, una mañana serena. Sentí tu mano en la mía, tu mano de compañera, tu voz de niña en mi oído como una campana nueva, como una campana virgen de un alba de primavera. ¡Eran tu voz y tu mano, en sueños, tan verdaderas!... Vive, esperanza ¡quién sabe lo que se traga la tierra!
Soñé que tú me llevabas por una blanca vereda, en medio del campo verde, hacia el azul de las sierras, hacia los montes azules, una mañana serena. Sentí tu mano en la mía, tu mano de compañera, tu voz de niña en mi oído como una campana nueva, como una campana virgen de un alba de primavera. ¡Eran tu voz y tu mano, en sueños, tan verdaderas!... Vive, esperanza ¡quién sabe lo que se traga la tierra!
Antonio Machado (1875-1839)
Maravilloso Machado! Es uno de mis autores preferidos...siempre hay algo suyo en mi mesilla de noche...
Lo que me ha sorprendido es la pintura. A primera vista me pareció impresionista, me encanta el impresionismo, y lo constaté mirando la firma...no conocía a este autor y tiene obras que me gustan mucho. Esta que tú has puesto es genial!
Hoy a las 8:28 am por Tinajas
» Wordle
Hoy a las 8:18 am por Tinajas
» Sustantivos y nombres propios en catalán.
Hoy a las 7:54 am por Tinajas
» A hacer sudokus
Hoy a las 7:51 am por Tinajas
» Relaciona palabras
Hoy a las 7:49 am por Tinajas
» Sinónimos múltiples
Hoy a las 7:48 am por NEROCAESAR
» ¿Qué tal el tiempo de hoy?
Hoy a las 7:38 am por Tinajas
» Sustantivos y nombres propios en inglés.
Hoy a las 3:43 am por athenea
» twitts
Hoy a las 1:29 am por Tatsumaru
» Buenas noches
Hoy a las 12:48 am por Laberinto
» VOX: Es lo que hay.
Hoy a las 12:41 am por Laberinto
» Como se le ve el plumero a TVE.
Hoy a las 12:11 am por el.loco.lucas
» Que ha pasado en el Libano a los terroristas de Hezbola
Ayer a las 11:57 pm por el.loco.lucas
» Vejez, divino tesoro.
Ayer a las 11:45 pm por NEROCAESAR
» Feijoo
Ayer a las 11:41 pm por Laberinto
» Sustantivos y nombres propios en francés.
Ayer a las 10:28 pm por athenea
» Bichillos y animalillos en acción
Ayer a las 10:28 pm por Z
» Un minuto de baile:
Ayer a las 10:23 pm por Z
» El teatro de Will. (Videos)
Ayer a las 8:51 pm por Z
» En directo en TVE: Pedro Sánchez dando la tabarra y sus seguidores aplaudiendo como focas!
Ayer a las 7:14 pm por Séneca
» Begoña Gerpe:
Ayer a las 7:11 pm por Z
» Nuevo intento de asesinato de Trump...
Ayer a las 7:07 pm por Séneca
» El humor politico
Ayer a las 6:10 pm por NEROCAESAR
» Un abogado contra la demagogia. (Videos)
Ayer a las 5:50 pm por Z
» Música y danza de la India:
Ayer a las 5:26 pm por Z
» El gobierno de España implicado en el golpe de estado en Venezuela
Ayer a las 5:13 pm por Séneca
» Chorradas varias
Ayer a las 5:10 pm por Tatsumaru
» CNI y Venezuela.
Ayer a las 4:28 pm por Séneca
» Yoyomi.
Ayer a las 3:46 pm por Z
» Ayuso
Ayer a las 2:42 pm por marapez