Más del 90% de nuestras acciones diarias, como coger una taza de café, cambiar de canal o abrir una puerta, se hacen inconscientemente por medio de una especie de piloto automático que tenemos en el cerebro. Con la ayuda de algunos de los neurocientíficos más prestigiosos del mundo, como los profesores Allan Snyder o John Bargh, veremos cuáles son los mecanismos que rigen estos procesos y en qué medida el cerebro inconsciente es capaz de moldear nuestra atención, percepción y memoria.
En realidad, investigaciones recientes ya han revelado que el inconsciente determina también decisiones más importantes, como, por ejemplo, escoger a nuestra pareja afectiva o pilotar un caza de combate. Este apasionante documental sobre el cerebro inconsciente, en el que desafiaremos a los espectadores por medio de divertidos e interesantes retos mentales. Descubriremos que engañar a nuestro propio cerebro es mucho más fácil de lo que pensamos.
Quizas la primera pareja la escoge el incociente, pero si te divorcias la segunda como que vas con los ojos bien abiertos y un contrato de separacion de bienes.
Yo creo que influyen los dos, me explico, en nuestro cerebro inconsciente tenemos esa información que desde niños se nos ha ido configurando de la mujer que nos gustaría tener a nuestro lado, luego está el corazón, esas vibraciones químicas que atraen a dos personas, y si todo ello esta rociado con hormonas en ebullición, deseos, y enamoramientos, se ciega uno en la pareja, es lo que se dice, no-vio, cuando despiertas es cuando te das cuenta de que no viste nada, esa persona no es la que tu pensabas que era la ideal para ti, o si, pero hay unos mecanismos en el cuerpo que pueden más que uno. No sé si os ha pasado, de ver a una persona y los dos quedarse prendados como si un imán os atraera, también al contrario estar con una persona que te gusta compartir amistad y aficiones, pero no te atrae a más.
Soy consciente de que mi conciencia, intenta configurar lo que mi cerebro inconsciente me hace ver en una mujer, cuando la miro conscientemente con mala conciencia
Me quedo en el enunciado de hilo: A ver, hay mucho cerebro inconsciente eligiendo pareja...Otra cosa es que la pareja los elija a ellos y para qué. Al ser inconsciente el cerebro, no se entera de nada.
El corazón, en el amor, hay gente que cree que es un dibujito rojo, y otros lo ubican más abajo de donde se encuentra el corazón biológico, más bien en la zona genital...En fin, hay mucha confusión en esas cosas
Un nuevo estudio científico echa por tierra el viejo mito de encontrar a la media naranja y asegura que cuanto más diferente es la genética de dos personas, más probabilidades tienen de elegirse el uno al otro como pareja.
Más allá de aficiones comunes, mismas ideas sobre la vida y un proyecto compartido, en cuestión de amores manda una región genética situada en el cromosoma 6. Quizás sea ése el misterio de lo que llaman cuestión de piel, lo que hace que nos sintamos irremediablemente atraidos por alguien.
Lástima que no aparezca en el carné de identidad, porque nos ahorraría unas cuantas citas fallidas, mucha energía y bastante tiempo perdido. Se acabó el romanticismo, lo que importa es el cromosoma.
Al menos así lo asegura la profesora Maria da Craça Bicalho, responsable del Laboratorio de Inmunogenética y Histocompatibilidad de la Universidad de Paraná (Brasil), que hoy participa en Viena en la conferencia anual de la Sociedad Europea de Genética Humana. Un estudio realizado por esta especialista y su equipo -además de científicos son brasileños, así que algo saben del asunto- concluye que las personas tienden a elegir como pareja a otros individuos con diferencias de la región del cromosoma 6 denominada complejo de histocompatibilidad mayor (MHC, en sus siglas en inglés) en vez de a los que son similares, lo que parece ser una estrategia de la evolución para asegurarse una descendencia sana. «El MHC se encuentra en la mayoría de los vertebrados. Juega un importante papel en el sistema inmune y en el éxito de la reproducción. Además de ser un área grande, es extraordinariamente diversa.
... el corazón, el cerebro inconsciente, y en algunos casos el bolsillo Cuando era cría, con que fuese mono y me hiciese reír... Ahora lo que busco en la pareja es un equilibrio.. Y lo hago con el corazón y de forma consciente, o eso creo
De cualquier modo hay una lógica en la intuición, y una coherencia en el instinto, así que aun surgiendo el sentimiento de forma no premeditada, siempre se puede llevar el mismo a la conciencia, meditarlo y razonar si nos interesa o no, y para cuanto tiempo, esa vinculación espontánea. Quizá el juicio que hagamos no cambie lo que sentimos, pero las decisiones no tienen porque ir en sintonía con el corazón, basta con que vayan en sintonía con nuestro bienestar. La clave está precisamente en saber distinguir "entre besos y raíces", no como Bunbury.
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