Ana González-Pinto: «Fumar cannabis duplica el riesgo de patología mental en menores de 16»
Ana González-Pinto, Psiquiatra y profesora de la UPV/EHU, Afirma que «en el mercado se ve un aumento de sustancias con más THC, que es lo que estimula y genera adicción»
- ANE URDANGARIN | SAN SEBASTIÁN
16 marzo 201606:38
http://www.diariovasco.com/gipuzkoa/201603/16/gonzalez-pinto-psiquiatra-profesora-201603161108.html
Problemas cognitivos, síndrome amotivacional, depresión, ansiedad, psicosis... Un consumo esporádico del cannabis puede derivar en enfermedad mental si pasa a ser adictivo, un riesgo que se duplica en menores de 16 años. De todo ello habló recientemente Ana González-Pinto Arrillaga, jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Álava y profesora de la UPV/EHU, en una de las charlas informativas que organizó el Colegio de Médicos de Gipuzkoa en colaboración con la Sociedad Vasco Navarra de Psiquiatría.
- ¿En qué porcentaje se relaciona el consumo de cannabis con enfermedad mental?- El cannabis es una sustancia en principio ilegal, aunque está en vías de qué pasa con ella, de consumo generalmente lúdico, recreacional de fin de semana. Pero también es cierto que como todas las sustancias adictivas tiene efecto sobre el cerebro, y va a haber un porcentaje de personas, el 10%, que se enganchan al consumo, que deja de ser lúdico para convertirse en patológico y asociado a enfermedad mental. No estamos hablando de todos los consumidores de cannabis, sino de ese 10%, que pasaría a ser un 20% si estamos hablando de gente muy joven. En menores de 16 años, va a haber el doble de riesgo de generar un problema asociado a una adicción y a una enfermedad mental.
- ¿Cuánto más joven peor?- Sí. Parece que es debido a que todos tenemos dentro de nuestro cerebro y organismo unas sustancias internas, unos receptores para cannabis, y en el momento en que metemos una sustancia igual producimos un desequilibrio interno, que es lo que genera una situación de euforia en un momento concreto si el consumo es esporádico. Pero si es diario, estamos haciendo que ese cerebro, en personas muy jóvenes, no madure. Puede generar unas alteraciones de funcionamiento que pueden llegar a ser permanentes si el consumo es muy continuado, dura años. Entonces, pueden producirse problemas importantes.
- ¿De qué enfermedades estamos hablando?- Los problemas más comunes que produce la dependencia al cannabis, el consumo diario, son los cognitivos, de memoria y de atención. Y lo más frecuente es que eso se asocie a una dificultad para el rendimiento escolar. Otros problemas son los trastornos depresivos y ansiosos. Y en algunos casos, no con mucha frecuencia, se puede llegar a producir un cuadro psicótico. Más o menos hay psicosis en el 2% de la población, y si esas personas en riesgo consumen cannabis, tienen el doble de posibilidad de tener un episodio psicótico. Para personas vulnerables es un factor de riesgo aumentado; para los que no tienen problemas en la familia, es mucho menor.
- ¿Cómo suelen intervenir?- A nosotros nos llegan los casos problemáticos y con muchos síntomas psiquiátricos, como cuadros psicóticos, o personas con una enorme dependencia, fracaso escolar, cuadros depresivos... Solemos examinar los casos, porque otro problema que produce el cannabis es que duplica el riesgo de consumo de otras sustancias. Hay gente que solo consume cannabis, pero otros toman también estimulantes, algo bastante común. Si hay un consumo doble intentamos que se dejen las drogas más fuertes y luego vamos dando pasos hacia el abandono de cannabis. Y si solo consume cannabis, intentamos motivarle para que lo deje o, al menos, disminuya el consumo. Luego están las personas que todavía no han entrado en esa situación, sino que simplemente están empezando a ser dependientes del cannabis. Se ha visto que muchas veces hay síntomas ansiosos y depresivos unidos a ese enganche.
- El debate de la legalización del cannabis está en calle. ¿Cree que la sociedad está bien informada?- El tema de las drogas y su legalización es tan interesante y llamativo desde el punto de vista social que, a veces, la información que se da está balanceada un poco a favor del consumo. Y creo que nosotros tenemos la obligación de hablar también de la otra parte. Si se analiza la encuesta de consumo de sustancias a nivel nacional, en este momento hay más personas que se inician en el cannabis que el tabaco. Es decir, se considera que el cannabis entraña menos riesgo que el tabaco, a pesar de que se fuma con tabaco y sin filtro. Se ha conseguido banalizar tanto su consumo que se ha generado una sensación de que es menos perjudicial que el tabaco, y cuando las personas tienden a usar una sustancia con fines recreativos y lúdicos, se están balanceando más hacia el cannabis.
- Pero tiene usos terapéuticos, luego tan malo no será, se suele argumentar a su favor.- Tenemos que ser muy cautos, porque se mezclan muchas cosas. El cannabis es una planta con muchos componentes. Algunos se extraen en laboratorio y se están estudiando para fines terapéuticos. Eso es una cosa. Luego, el cannabis en sí mismo se ha autorizado en algunos sitios para el tratamiento de trastornos muy concretos: la espasticidad de la esclerosis múltiple o para las náuseas producidas por la quimioterapia. Pero también la morfina se usa todos los días en los hospitales para combatir el dolor y eso no tiene nada que ver con que esa sustancia se pueda usar libremente, a diario, por personas jóvenes, sin ninguna información, y tras una compra ilegal en la que no sabes lo que realmente estás comprando. Hay muchos matices y creo que es importante tener la información. El cannabis es lo que es. Que una persona de 40 años quiera consumirlo los fines de semana entra dentro de su libertad. Es su elección, pero otra cosa muy distinta es que sean menores de edad quienes empiezan a consumirlo, que alguien les venda esa sustancia como si no tuviera riesgos, y eso no es cierto.
- ¿Qué le parece su regulación?- El Gobierno Vasco hizo una propuesta para legalizar algunos centros de uso de cannabis pero siempre pensando en mayores de edad y en un consumo responsable. El tema de la legalización es algo que se nos escapa porque depende de muchos factores, son decisiones políticas en las que hay que tomar en cuenta muchos ámbitos, no solo el sanitario, sino también el social... Lo que yo y mis compañeros de la psiquiatría y medicina queremos destacar es que el consumo no se puede banalizar, hay que advertir de que hay unos riesgos. Que la morfina pueda tener unos usos terapéuticos y sanitarios no significa que haya que consumirla por parte de la sociedad, y menos si se trata de menores.
- ¿Por qué en los últimos congresos de psiquiatría han alertado sobre el cannabis sintético?- El cannabis tiene distintos componentes. El tetrahidrocannabinol (THC) es el que te estimula y te hace seguir consumiendo, el que te engancha y te genera adicción. En cualquier planta de marihuana, por muy suave que sea, hay más THC que cannabidiol, que es el tranquilizante. Pero cuando vas al sintético, las personas que quieren generar un mercado normalmente van a buscar sustancias que tienen más THC, porque engancha más y te llevan a comprar más. Ahora en el mercado se está viendo un incremento de sustancias con más THC