Aunque agunos de sus chistes me han sacado una leve sonrisa, este se los come.
Va un ciempies corriendo a toda velocidad a su casa mientras es perseguido por un sapo que se lo quiere devorar.
El ciempies desesperado por escaparse del sapo alcanza a llegar a su casa y a gritos toca la puerta, papa!!! papa !!!, abre la puerta rapido que un jijeputa sapo esta que me alcanza y me quiere comer, papa, papaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
El papa ciempies se levanta de la cama y le grita, Tranquilo hijo, tranquilo, espera a que me ponga los zapatos