Pruebas de la teoría de la evolución que puedes hallar en tu propio cuerpo
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antartida Profesional
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Tema: Pruebas de la teoría de la evolución que puedes hallar en tu propio cuerpo Dom Mayo 21, 2017 3:07 am
Algunas partes de nuestro cuerpo son vestigios primitivos que alguna vez en el pasado remoto tuvieron una función importante que hoy ya no tienen. El apéndice, la capacidad para mover las orejas a voluntad, la «piel de gallina», el coxis, o las muelas del juicio. Todos ellos son caracteres que no contribuyen a incrementar nuestra supervivencia y, sin embargo, siguen ahí, haciéndonos compañía como prueba de una evolución que todavía no ha sido capaz de quitárselos de en medio. En el siguiente video se analiza en detalle el porqué de algunos de estos rasgos vestigiales.
Hay algunos otros ejemplos que son menos conocidos, como la presencia del palmaris longus, también mostrado en el video. El palmaris longus es un tendón que se encuentra en la muñeca entre dos músculos flexores (carpi radialis y carpi ulnaris). La forma de poder verlo es juntar los dedos pulgar y meñique de una mano y girar la muñeca hacia la parte anterior del antebrazo. La cuestión es que no todos tenemos este tendón. Un artículo mostró que en torno al 16% de la población caucásica no lo tiene. Se cree que el palmaris longus no es excesivamente útil para nosotros, pero sí para los primates como chimpancés u orangutanes. Este tendón les permitiría una mejor sujeción a las ramas de los árboles y por eso poco a poco se ha ido perdiendo en nosotros El video también habla de la llamada piel de gallina, la cual se produce por estímulos como el frío o una emoción. El músculo arrector se contrae y el pelo se eriza. Esto es útil para los mamíferos cubiertos de pelaje o las aves, ya que sirve como aislante térmico y por ende los ayuda a mantenerse más calientes. Para los humanos, la función también contribuía a que nuestros ancestros parecieran de mayor tamaño ante los depredadores.
Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar.
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