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No poseedor de bola de cristal alguna, desconozco la idea de Sánchez con la que dirigirá el PSOE, que se intuye no irá por los mismos derroteros que lo hubiese llevado la faraona andaluza y toda la pandilla de neoliberales como han demostrado ser la mayoría de la vieja guardia, esa que le ha tomado el pelo a millones de simpatizantes y votantes del PSOE.

Creo que no se irá hacia la izquierda radical, entre otras cosas porque no le conviene, y si ese papel lo quiere representar Podemos, es un derecho que le asiste y nada que objetar. Sin embargo, en mis reflexiones privadas, que hoy hago públicas, si Sánchez conduce al PSOE hacia la izquierda moderada que nunca debió abandonar, pues para el neo liberalismo ya tenemos al corrupto PP, puede que haya un éxodo de votantes podemitas hacia el PSOE, no olvidando que muchos de los votos obtenidos por el partido de Pablo Iglesias procedían de allí.

Es tarea difícil para Sánchez, pero su tenacidad no claudicando ante la idea de hacerlo desaparecer y su desafío a la vieja guardia, le ha hecho obtener un gran resultado, y ya no sólo entre sus afiliados, sino de gran parte de los votantes que el PSOE perdió y hoy ven renacer la esperanza. Se le ve con ganas.

España hoy no es radical. Puede sí, y con mucha razón, estar indignada, y nada mejor que votar a un nuevo partido para demostrar su desencanto, pero si el PSOE de Sánchez vuelve a la normalidad de ser un partido de la izquierda moderada, es de suponer que quienes lo abandonaron vuelvan otra vez.

Y aquí Pablo Iglesias tiene su propio reto. Ese punto de radical que utiliza en muchas ocasiones, si lo mantiene, verá ir desfilando votos de su organización hacia el PSOE, y si pierde radicalidad y se modera, o sea que se vuelve un partido socialdemócrata, tendrá que decir adiós a Izquierda Unida, y dos partidos socialdemócratas me parece excesivo. Es por tanto, Pablo Iglesias, quien debe definirse, ya que el PSOE de Sánchez lo que intenta es tomar el puesto que abandonaron sus predecesores, y ganas, arrojo, y simpatías entre el electorado de la izquierda no radical se le ve.

No tengo bola de cristal, ni falta que me hace, ya que si pronostico algo y fallo me da igual; no vivo de los pronósticos ni me creo dueño del saber ni de la verdad, pero a no mucho tardar veo, en el nuevo o renovado PSOE, a un tal Iñigo Errejón ¿les suena este nombre? Pues al tanto, porque no sólo se irán hacia el PSOE de Sánchez (y no digo en una semana o un mes) muchos votantes de Podemos, sino algunos dirigentes que se hayan mostrado nada radicales.

El P©stiguet