Poesía erótica

Miel

Derrámame la miel de tus placeres
viste de su nectar mis aureolas
arrópame en su dulce suavidad
y lámeme entera, mi piel toda

Amárrame a tu cama pecadora
saca de mí el demonio que poseo
doma mi ímpetu de loba
y sométeme al capricho del deseo

Lléname toda, siénteme toda
no dejes ya rincón que te sea ajeno
y bebe mi pasión embriagadora
hasta cargarte mi inmaculado aliento

Precioso hilo, Suku.

Mi aportación


Deseándote al alba

Hoy amaneció; desperté adherida a ti,
mis sábanas blancas fueron testigo
prendida en tu pecho, aplacada y feliz
mis ojos cerrados, amando contigo
sintiendo tu rostro tan cerca de mí
embriagado en paz, sereno, tranquilo.


Tu cara sedosa, curtida en mil batallas
nariz caprichosa y labios suculentos
ojos profundos, cejas delineadas.
Besaste mis cejas con roces de deseo
No puedo creerlo, estás aquí, mi alma
Dime que es verdad, dime que es tu cuerpo.

Riadas de placer, dicha y agonía,
tu cuerpo vibrante y colmado de fuego,
¡me extasiaste entera, dulce vida mía!
Te dejé la huella de mis ardientes besos,
que frenéticamente tu cuerpo recorrían
mojados en lujuria, pasión y embeleso


Besé lentamente, con ansia y pericia
todos los poros de tu piel deseada.
Sentí como vibrabas al son de mis caricias,
frenesí infinito que desbordó tu cama,
cabellos revueltos en pasión incontenida
yo te devoraba, tú me suplicabas…


Respiraste profundo, sonriente y en calma,
abriste los ojos, tocaste mi pelo,
no hizo falta ya que tus labios hablaran,
lo decían todo tus ojos de cielo,
y un mar de gratitud y regocijo al alba
y ambos supimos que sería eterno


Sigilosamente me acerqué a tu espalda,
trémula y ansiosa, vigorosa y cálida
mis manos temblaban apenas rozándola,
preparando el nido para otra dádiva
de edén de fluidos y secretas palabras,
palabras que hoy ya no serían válidas


Y surges en mi alcoba, y tendido en mi cama
hierves al amor de caricias evocadas,
Eres la pasión y la ternura aumentadas,
el sueño que alimenta esta sedienta alma
que cada día espera entre sábanas blancas
y anhela de nuevo compartirte al alba…

Tay

Esta noche...



Esta noche fue buena, amor...

Porque pude palpar tu esencia y
Pude entrar sin miedo al túnel
De la utópica promesa del amor,
Porque hoy, fuiste libro abierto,
En donde escribí, te amo,
Pero también escribí mi pasión.

Esta noche fue especial, amor...

Porque con mi ternura y una gran dosis de ilusión,
Con cada beso, fui deshojando tus tristezas
Y recogiendo tus anhelos,

Esta noche fue hermosa amor...

Porque fuimos más allá de la rutina,
Y tuve tus cálidas sonrisas,
Porque hoy reconocí tus manos,
En mi pecho, en mi cintura como olas ávidas,
De llegar a la playa que las esperaban...

Esta noche fue bella, especial, inolvidable, única...

Aunque no me bastara besarte hasta perder la cuenta,
Ni con sentirte impregnado en mi piel.
Porque además me dijiste algo que no olvidaré jamás,
Y que le dio alas a mi corazón enamorado y loco,
Que se permitió seguir labrando su fantasía,
De que tu me amaras, igual que yo, algún día;
Pues hoy dijiste amor, te quiero un poco.



Colaboración de Mina
México

Francísco Alvarez Hidalgo

Francísco Alvarez Hidalgo

Tu caricia dibuja de luna mi seno
y mis aureolas se transforman en puntas
que humedeces con tu lengua

Tu mano despierta mis sentidos
y tu calor florece en mi piel
con frutos frescos y olorosos

Tierra y madera entremezclados
Aire y agua, volatil como tú
elementos que en el fuego se transforman
incendiando los anhelos, avivando el pensamiento

Y mi seno se hace luna en tu sonrisa
y mi vientre valle siempre en primavera
reflejada en tu mirada como un rio
sonora como el eco en la montaña

Ceci Sukubis

Amor constante más allá de la Muerte

Cerrar podrán mis ojos la postrera
sombra, que me lleve el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, más tendrá sentido;
polvo serán, más polvo enamorado.

Francisco de Quevedo (1580 - 1645)

he de decir que hay poco erotismo

Liptuan escribió:

he de decir que hay poco erotismo

Falta imaginación...

Volviste

Volviste

como vuelve el verano cada junio,

cálido y radiante.

Volviste a alejar el frío invierno

a despejar con tus caricias mis ansias.

Volviste a instalarte en una esquina del corazón,

en el vértice izquierdo de mi alma

donde es tan difícil hacer limpieza.

Volviste para quedarte.

Ceci.sukubis

Mi anhelo


Quiero que me desees al extremo



que al verme te enciendas



que al recordarme te vuelvas loco



Quiero que en tu cama me busques



que despiertes en la noche en medio de mis caricias



que mi solo recuerdo te evoque una sonrisa



Quiero ser el deseo ferviente de tu fervoroso anhelo



el roce que se anticipa, la caricia que se regala



quiero volverme necesaria, cercana



Sukubis

Éxtasis

Tu cuerpo rebotando sobre el mío,

mi carne hundiéndose en ti,

tus senos prisioneros de mis manos,

amenazan con escaparse en cada embestida.

Tus caderas dibujan movimientos obscenos,

tu lengua penetra mi boca, ávidamente.

Al instante supremo, nuestras vidas se cruzan.

Dueña de mí, dueño de ti,

nos damos estallidos mágicos,

desbordándonos el uno al otro.

Eres canela que siento en mi boca.

Eres mirra que se derrite en mis manos

Al rozar tu cuerpo de seda.

Eres mirada, presa en mis ojos,

Reflejo sereno de un lago tranquilo, profundo.

Eres jazmín y azahares,

aroma delicado entre tus pechos morenos, llenos de dulzura.

Hundido en ti está mi camino, mi destino

Prisionero de un tiempo.

Que tiene un principio y que no conoce fin.

Ceci.sukubis

Perverso
Entra dentro de mí, poséeme

embriaga mis ansias de tu semilla

Dejame consumirme en la flama

que desatas en mis sábanas

Deja que te cuente al oído

el último sueño que tuve

y lasciva menearme en tu regazo

mientras siento la presión de tu sexo

que me ata.

Atada al sexo de tu sexo,

esclava me ofreces cabalgadura

tomas con tus manos mi cintura

y revota a tu ritmo mi hermosura

Maravillosa montura, jinete alegre

quiero beberme de tu esencia

la última gota que derrames

¡Ven ya, Perverso, te conjuro!

Sukubis

Deseos

Quien haya visto la curva de tus senos
no logrará apartar de su mente la idea
de tocarlos, de testar su suavidad,
de constatar la dureza que se adivina.

Quien haya visto tu boca, tus labios
deseará tocarlos con cada parte de su cuerpo
deseará que le regales en un beso
todo el placer que encierra tu ser

Quien haya visto el vaivén de tu cuerpo
querrá poseer el compás de tus caderas
amasar tus nalgas y atarte a su cintura
con feroz desenfreno y lúdico movimiento.

Sukubis