.
LOS MADRILEÑOS NO SE ENTERAN
Yo los tenía, si no por los más inteligentes, sí de una inteligencia política elevada. Pero hete aquí que si los idus de abril no nos engañan, cometerán el grave error de no elegir para presidir su Comunidad a don Pablo Iglesias, el cual está muy preparado, pues la experiencia reciente de la vicepresidencia del Gobierno de España. además de su amplio conocimiento de la política y su maestría en la buena y excelente gestión de gobierno, lo presentan, no solo como el mejor candidato, sino como el único que los madrileños verdaderamente necesitan.
Es, don Pablo Iglesias, el verdadero maná en unos momentos de travesía del desierto madrileño donde la buena gobernanza ante los graves problemas sociales que padece la ciudadanía son imprescindibles. Es, don Pablo Iglesias, por esa carencia de prepotencia, chulería, fanfarronería que en otros es moneda común, la persona ideal para que un día, tras su presidencia madrileña, pueda alcanzar la Jefatura del Estado, pues, seamos sinceros ¿en quién mejores actitudes democráticas que en él? Demócrata de toda la vida, hombre sensato en el hacer y en el decir, honesto a carta cabal, defensor del pobre y el necesitado, justo, ecuánime, condescendiente, progresista, es el único capaz de enderezar el entuerto de los gobiernos neo liberales de tintes fascistoides.
Es por eso que desde estas líneas sugiero a todos sus seguidores, fans y defensores a ultranza de sus excelentes cualidades, salir en respetuosa romería desde la Plaza del Sol hasta el Templo de Debod, haciendo una petición a los dioses olímpicos para que iluminen la intención de voto de la ciudadanía matritense, y no haya un solo voto que no contemple su honorable nombre.
En esa romería cívica, democrática y respetuosa, que sólo se oiga un canto unánime, que diga, más o menos, así:
¡Oh! gran Pablo, a ti te juramos seguir,
por la victoria lucharemos hasta el fin.
Camaradas, siempre alerta estad,
a nuestro caudillo siempre hay que adorar,
Pablo a ti te juramos seguir,
por verte Jefe del Estado
lucharemos hasta el fin.
.