[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]En escrito dirigido al magistrado juez del Juzgado Central de
Instrucción Nº 2 de la Audiencia Nacional EL CORONEL MARTÍNEZ INGLÉS
RECLAMA COMO TESTIGOS A ANTONIO TEJERO, BÁRBARA REY, ALFONSO ARMADA Y
MARIO CONDE (Por Amadeo Martínez Inglés – Canarias Semanal).
El coronel del Ejército español Amadeo Martínez Inglés, imputado por
el artículo publicado en Canarias Semanal: “¿Por qué te callas ahora?”,
dedicado a Juan Carlos de Borbón, se dirige ahora al magistrado de la
Audiencia Nacional ante el que tendrá que comparecer el próximo lunes.
Lejos de amilanarse por la condena que la acusación por un presunto
“delito contra la Corona” podría acarrearle, Martínez Inglés se reafirma
en cada una de las denuncias sobre el monarca español planteadas en su
polémico artículo. El oficial también propone al magistrado de la AN
(Audiencia Nacional) que llame a declarar como testigos de su caso a la
actriz y ex vedette Bárbara Rey, a Antonio Tejero Molina, a Alfonso
Armada, José María Ruiz Mateos o el banquero Mario Conde.
Don Amadeo Martínez Inglés, coronel del Ejército diplomado de Estado
Mayor, escritor e historiador militar, se dirige a VS en relación con la
cédula de citación recibida en su domicilio con fecha 23-03-2012 en
base a las diligencias previas que, en providencia de 21.03.12, ha
abierto ese Juzgado por un presunto delito CONTRA LA CORONA,
exponiéndole las siguientes consideraciones:
PRIMERA.- Como coronel de Estado Mayor, historiador militar y
profesor de esta última materia en la Escuela de Estado Mayor del
Ejército español me he dedicado durante más de treinta años,
concretamente desde mediados de los años ochenta del pasado siglo, a
estudiar e investigar la vida del actual rey de España Juan Carlos I
tanto en su ámbito personal como en el público e institucional.
SEGUNDA.- Como consecuencia de esas investigaciones y estudios
profesionales pronto llegarían a mi conocimiento abundantes indicios
racionales de la comisión por parte del monarca español de variados
presuntos delitos tales como (por orden cronológico): “homicidio
imprudente” o “fratricidio premeditado” (esta disyuntiva nunca la han
dilucidado los jueces que deberían haberlo hecho); “alta traición a la
nación española”, al haber pactado en secreto en noviembre de 1975 con
el Departamento de Estado norteamericano la entrega unilateral a
Marruecos y Mauritania de la antigua provincia española del Sahara
Occidental; “cobardía ante el enemigo”, al retirar en esa fecha de
manera humillante y sin combatir las fuerzas militares españolas de ese
territorio ostentando la Jefatura Suprema de las FAS; “genocidio de la
antigua población del Sahara español en grado de colaborador necesario”
(más de tres mil víctimas) al haberla entregado al rey alauí Hassan II
totalmente indefensa; “golpismo de Estado”, al haber autorizado a sus
militares cortesanos (Armada y Milans del Bosch) la planificación,
preparación y ejecución de la maniobra político-militar desarrollada en
España la tarde/noche del 23 de febrero de 1981, conocida popularmente
como “la intentona involucionista del 23-F”; “terrorismo de Estado”, al
tener previo conocimiento, como comandante en jefe de las FAS, de la
guerra sucia que preparaban los servicios secretos militares y de la
seguridad del Estado contra ETA (GAL) y no haber impedido su puesta en
marcha; “malversación de caudales públicos” de los denominados “fondos
reservados” adscritos a Defensa, presidencia del Gobierno e Interior, al
conocer y no desautorizar el pago a determinada vedette del espectáculo
español por las prestaciones sexuales que le había realizado durante
más de quince años y que ella, en 1996, amenazaba con hacerlas públicas a
través de documentos audiovisuales de su propiedad; “corrupción
generalizada”, al recibir durante décadas regalos multimillonarios
procedentes tanto del exterior como de la propia España: yates, fincas
de recreo, petrodólares en forma de créditos a fondo perdido…etc, etc;
“enriquecimiento ilícito” como consecuencia de todo lo anterior y de
oscuros negocios de todo tipo que en los últimos años han trascendido a
la opinión pública española a través de libros y documentos nunca
desmentidos oficialmente hasta convertir a su familia en una de las
mayores fortunas del mundo (la 134, con 1.790 millones de euros en su
haber según la conocida revista “Forbes” ).
TERCERA.- Como consecuencia de todo lo anterior, señor magistrado
juez del Juzgado Central número 002 de la AN, el 23 de septiembre de
2005, y ante la incompetencia constitucional que presentan los
tribunales españoles (y de todo el mundo) para juzgar los presuntos
delitos cometidos por el actual rey de España, Juan Carlos I, envié al
presidente del Congreso de los Diputados un exhaustivo informe (40
páginas) sobre las muy claras y decisivas responsabilidades del monarca
en la ya señalada “intentona involucionista del 23-F”, solicitándole la
creación de una Comisión parlamentaria que depurara esas presuntas
responsabilidades tanto en el terreno personal como en el histórico e
institucional. Posteriormente, el 25 de enero de 2006, remití el citado
informe al presidente del Gobierno de la nación, al del Senado y a los
de las más altas instituciones del Estado: Consejo de Estado, Tribunal
Constitucional, Consejo General del Poder judicial…etc, etc.
Asimismo, en años posteriores (12 de febrero de 2007, 4 de abril de
2008, 8 de octubre de 2008 y 13 de diciembre de 2011) seguí enviando al
Congreso de los Diputados periódicos y detallados informes que he ido
extendiendo y ampliando a la totalidad de los presuntos delitos
cometidos por el actual jefe del Estado español. Del remitido con fecha 4
de abril de 2008, y con casi un año de retraso, recibí acuse de recibo
por parte de la Cámara Baja del Parlamento español comunicándome que
había sido trasladado a la Comisión de Peticiones de la misma para su
oportuno “estudio y tramitación”.
CUARTA.- El 8 de septiembre de 2008, y en relación con el “homicidio
imprudente” (así lo admitió en su día su noble autor y su familia) o
“flagrante asesinato” (eso deberían haberlo ya dilucidado los jueces
portugueses o los militares españoles, ya que en marzo de 1956 “el
caballero cadete Juanito” era un profesional de las FAS españolas)
cometido por el actual rey de España Juan Carlos I a las 20,30 horas del
día 29 de marzo de 1956 en la finca denominada “Villa Giralda” de
Estoril (Portugal), me permití enviar al Fiscal General de Portugal
(Procurador-Geral da República) un prolijo estudio profesional (sin duda
el único estudio balístico que existe en relación con este caso) sobre
las condiciones y las circunstancias en las que se desarrolló el
supuesto accidente familiar que le costó la vida al infante Alfonso de
Borbón a manos de su hermano mayor Juan Carlos, solicitándole la
apertura de una investigación judicial al respecto. El Fiscal General
del Estado portugués admitió a trámite el informe y prometió “que o caso
vai ser analisado”. A los pocos días, por presiones del Gobierno
español según medios portugueses, me comunicó su archivo debido al
tiempo transcurrido y a la complejidad de abrir en esos momentos un caso
judicial tan delicado.
QUINTA.- Pues bien, señor magistrado de la Audiencia Nacional, cuando
este historiador militar que se dirige a VS a través de las presentes
líneas creía que, tras la admisión a trámite de sus reiteradas denuncias
contra el todavía rey Juan Carlos I por parte del Congreso de los
Diputados, iba por fin a poder exponerlas con todo lujo de detalles ante
los señores diputados de la Cámara Baja, resulta que lo que recibe (a
horas intempestivas y a través de una patrulla de la policía municipal
que no se recata en mostrar a los vecinos todo su poder institucional e
intimidatorio, seguramente para asustar al coronel que suscribe ¡qué
risa!) es una cutre cédula de citación (una muy mala fotocopia torcida,
casi ilegible y con abundantes errores que pone en evidencia la miseria y
postración en la que se debate hoy en día la justicia española) para
que acuda el 16 de abril, a las 10,30 horas, al digno Juzgado del que VS
es titular a fin de declarar como imputado en un presunto delito CONTRA
LA CORONA ¡Toma ya! ¡Aquí tenemos otra vez la España cañí! ¡El
historiador/mensajero a los tribunales por haber osado meterse con el
supremo y divino rey de los españoles (de algunos españoles, cada vez
menos)! Y para más inri ¡para eso vivimos en un Estado democrático y de
derecho! por un artículo publicado en la prensa digital (en la otra, en
los medios de comunicación tradicionales del Estado, le tienen censurado
desde hace años para que no dañe la impoluta imagen del rey sin par que
nos puso el dictador Franco) sustentado, además, sobre la base de su
libertad de expresión y de décadas de estudios, investigaciones y
denuncias que ha puesto a disposición, una y otra vez, de las más altas
instituciones del Estado.
SEXTA.- Mi, al parecer, demoníaco artículo, señor Juez, dejando de
lado el estilo duro, bronco, intempestivo y, seguramente, impertinente,
en el que ha podido ser redactado (cada escritor escribe como quiere
¡faltaría más! en un país libre, democrático y de derecho) solo refleja
la verdad, una verdad a la que este escritor ha tratado de llegar con su
esfuerzo y dedicación durante más de treinta años. Y que, repito una
vez más, desde al año 1994 ha puesto numerosas veces, mucho antes de que
este artículo “Por qué te callas” viera la luz digital, a disposición
del pueblo español en general y de las más altas instituciones del
Estado (Las Cortes y el Gobierno de la nación) en particular.
Entrando en un apresurado análisis de autor debo decirle señor
magistrado del JUCINAN 002 (perdone, señoría, pero es que los militares
de Estado Mayor somos muy amigos de las siglas, seguramente porque en la
guerra el enemigo nunca nos da el tiempo suficiente para escribir en
román paladino todo lo que quisiéramos), por si no se ha leído despacio
mi artículo que me temo que no dada la cédula de citación que ha tenido a
bien enviarme, que éste presenta tres núcleos o almendras literarias
bien diferenciadas:
1ª).- Un ataque, reconozco que inmisericorde y duro pero veraz y
ajustado históricamente, contra la dinastía borbónica, de cuya muy baja
catadura moral, profesional y social pocas personas en este país tienen
dudas. ¿O acaso Felipe V no fue un loco y egoísta que para ceñir la
corona española sumió a este país en una guerra cruel y despiadada que
provocó miles de muertos y la pérdida sensible de territorios patrios?
¿Y Fernando VII no fue un traidor de tamaño natural, un gran felón como,
afortunadamente, reconoce la historia de España? ¿E Isabel II no tuvo
bastante de ninfómana o meretriz regia, como propaló su propio pueblo?
¿Y su esposo oficial, Francisco de Asís de Borbón, alias el “Paquita” y
“el Puntillas”, no fue toda su vida marital un cabrón consentido? ¿Y el
nefasto rey Carlos IV, un cobarde y un traidor a su patria? ¿Y Alfonso
XIII, el abuelo del actual titular de la dinastía, un putero de las
noches madrileñas y un borracho perpetuo? ¿Y el conde de Barcelona,
padre del Juan Carlos I al que le soltó aquella frase lapidaria de
“Júrame que no lo has hecho a propósito” cuando lo encontró sobre el
cadáver de su hermano Alfonso la tarde del fatídico 29 de marzo de 1956,
no se pasó media vida a bordo de su yate trasegando ginebra a
espuertas? Y el rey actual, que primero mata a su hermano, traiciona a
su padre y besa el culo a Franco para conseguir ceñir la corona de
España y después abandona a Adolfo Suárez a manos de los militares y
borbonea con éstos para mantener como fuera su estatus regio ¿ha hecho
algo aparte de preparar golpes de Estado, fornicar a destajo a cargo de
los fondos reservados, navegar en el Fortuna y en el Bribón, cazar osos
(borrachos o con tasa de alcoholemia legal), esquiar en Baqueira Beret,
pasarse los veranos a cuerpo de rey en Marivent y labrarse un afortuna
apañadita?
2ª).- Una revista rápida y fugaz de los presuntos delitos cometidos
por el rey Juan Carlos I, antes y después de subir al trono. Que, como
ya le he expuesto, los he denunciado repetidas veces durante los últimos
ocho años a las más altas instituciones del Estado y que no es cuestión
de volver a repetir.
3ª).- Una clara y nueva acusación contra el monarca español por su
actuación en el “caso Urdangarín” puesto que, conociendo desde el año
2006 (la misma Casa Real lo ha admitido) los oscuros manejos (presuntos
delitos) de su famoso yerno, se calló (por eso titulé mi artículo” ¿Por
qué te callas?). Señor Juez, usted seguramente sabe de esto más que yo,
que para eso es un señor magistrado de la Audiencia Nacional (antes TOP,
siglas del Tribunal de Orden Público en la época franquista), pero esta
actuación de nuestro amado rey en defensa de su familia (¿de su corona,
tal vez?) podría ser constitutiva de un nuevo presunto delito de
encubrimiento. ¿O no?
SÉPTIMA.- De todo lo anterior se desprende, señor magistrado, que mi
artículo titulado “¿Por qué te callas?” de delictivo no tiene nada de
nada. Es un trabajo serio y profesional, aunque duro en las formas, que
recoge una vez más y de forma un tanto airada (los tiempos no están para
genuflexiones versallescas) lo que vengo diciendo desde hace años en
multitud de libros, artículos y conferencias. Además, su señoría conoce
mucho mejor que este antiguo uniformado, la “Exceptio veritatis”, el
escudo jurídico que protege la verdad del ataque inmisericorde de los
poderosos e impide que pueda ser considerada un delito. Sea quien sea el
autor de los hechos denunciados.
Y por otra parte ¿qué es eso de un delito CONTRA LA CORONA? Yo,
personalmente, demócrata, progresista y republicano hasta la médula, no
reconozco corona alguna. Ni española ni de ningún otro confín del mundo.
En un Estado moderno, democrático y de derecho, todos los ciudadanos
debemos tener los mismos derechos y ser iguales ante la ley. Sin
privilegios de ninguna clase, como por otra parte santifica la muy
mejorable constitución del 78. En España ya ha habido movimientos
políticos y sociales para erradicar de nuestro ordenamiento jurídico
estos anómalos y extemporáneos delitos contra la corona. Pero de momento
siguen ahí esperando el momento propicio para defenestrarlos. Por
cierto ¿Por qué no existen en nuestras leyes delitos similares contra la
presidencia del Gobierno, contra el ministerio de industria o contra el
defensor del pueblo, por referirme solo a algunas de nuestras muy
numerosas instituciones democráticas? Todas las personas que representan
al pueblo soberano (bien es verdad que el rey actual solo representa al
dictador Franco, que fue quien lo puso en la jefatura del Estado con
arreglo a su particular derecho testicular) pueden (y deben) ser objeto
de crítica por parte de los ciudadanos (que no súbditos). Así que
dejémonos, de una vez, de delitos “contra la corona”, señor magistrado.
Por cierto, y perdone por la pequeña insolencia de la pregunta: ¿El
señor Urdangarín, forma parte o no de la corona española contra la que
yo, presuntamente, he delinquido? Porque, vamos, tendría bemoles la
cosa…
OCTAVA.- Y ya para terminar este largo escrito, señor magistrado-juez
del JUCINAN 002, me permito significarle que así como su señoría,
debido a su cargo, ostenta ese preeminente tratamiento de VS, el
coronel, escritor e historiador que suscribe, debido fundamentalmente a
su empleo en el Ejército español y a las múltiples condecoraciones que
posee, algunas de ellas con categoría de gran cruz o placa, tiene
también derecho al tratamiento de VE (excelentísimo señor),
circunstancia ésta que le refiero sin un ápice de personal vanidad, muy
dormida después de más de cincuenta años de luchar en este mundo cruel,
pero con toda mi determinación de que sea respetado. Y mucho más después
de la clamorosa falta de respeto por su parte al enviarme una cédula de
citación que no es de recibo, propia más bien de Somalia o de cualquier
otro país tercermundista.
Y es que ese tratamiento y el empleo de coronel del Ejército español
que poseo, señor magistrado, no llegaron a mí a través de una rifa. Ya
en 1958 y con un poco más de 20 años de edad (cuando su señoría, con
todos los respetos, seguramente se meaba todavía en sus pantalones) tuve
que jugarme decenas de veces la vida luchando por defender este país de
las huestes de Hassan II, que habían invadido la “provincia española”
de Ifni, realizando misiones cuasi suicidas tras las líneas enemigas al
frente de un puñado de soldados voluntarios de elite. Sin vanidad
alguna, debo decírselo de nuevo, fui propuesto para la medalla al mérito
militar y en mi hoja de servicios se reconoció mi valor en acción de
guerra.
Después, y a lo largo de casi cuarenta años, seguí arrostrando los
claros peligros de mi profesión, tanto en unidades paracaidistas como en
las nómadas del desierto del Sahara. He estudiado años y años sin parar
estando en posesión de tres diplomas de Estado Mayor (uno de ellos
extranjero) y de prácticamente todos los diplomas de especialización de
mi Ejército. Y, buscando siempre “los puestos de mayor riesgo y fatiga”
como recomiendan los reglamentos militares españoles, hasta pedí dos
veces ir voluntario al país vasco (cuando muy pocos compañeros lo
hacían) donde, vestido con el uniforme de coronel, en un coche negro sin
blindar y con matrícula ET, sin escoltas de ninguna clase (esas
escoltas que sus señorías de los altos tribunales de justicia reclaman
ahora con insistencia a un Gobierno cicatero que amenaza con
quitárselas) tuve que atravesar centenares de veces las peligrosas
calles de las ciudades vascas a solas con mi entrepierna y con un
pequeño revólver en la mano derecha, bajo mi portafolios, listo para
escupir plomo.
Así durante años, sin quejarme lo más mínimo (mi profesión no me lo
permitía) no sabiendo nunca, cuando cada mañana cogía el vehículo, si
regresaría a mi despacho en el mismo o en otro, negro también, pero con
una corona en el cristal trasero. Como le ocurriría finalmente a otro
compañero mío, el único con categoría de coronel destinado en la misma
ciudad que yo que, curiosamente, se desplazaba siempre de paisano y en
coche camuflado y que murió ametrallado en un semáforo.
Años después, por luchar por unas Fuerzas Armadas más modernas y
profesionales, los generales franquistas ¡ojo, de 1990! me señalaron la
puerta de la que había sido mi carrera (después de cinco meses en una
prisión militar) y tuve que reciclarme a escritor e historiador.
Así que figúrese, señor magistrado, y por eso le he contado una parte
sustantiva de mi vida profesional, la preocupación o la angustia vital
(la palabra “miedo” no la puede ni siquiera nombrar un militar, como les
ocurre a ustedes los jueces con la de “prevaricación”) que ha podido
generar en mi alma de soldado su cutre cédula de citación para que acuda
a su Juzgado a declarar por un presunto delito contra la corona. Es que
desde ese fatídico día vivo sin vivir en mí o, como diría el señor
Rajoy, envuelto permanentemente en un lío emocional. Pero no se
preocupe, señoría, que voy a ir. Sí, sí, voy a ir (si hay que ir se
va…según el humorista Mota) pero no para perder ni un solo segundo de mi
tiempo hablando de ese presunto delito que al parecer he cometido
contra la panda sociofamiliar que habita en La Zarzuela sino para
hablar, si VS quiere, de los presuntos delitos del rey Juan Carlos que
es, en definitiva, el presunto delincuente y no yo. Para lo cual,
obviamente, tendrá VS que leerse y estudiarse (si no es imposible que
nos entendamos) todos los libros, artículos y documentos que he parido
(con perdón) durante los últimos veinte años.
Y nada más, señor magistrado-juez del JUCINAN 002. En anexo aparte le
señalo los libros y documentos que es preciso se lea previamente para
la buena marcha de la futura entrevista así como los documentos de
diferentes instituciones del Estado que ese Juzgado debería interesar de
los organismos competentes para la buena marcha de las diligencias
previas que acaba de emprender, instadas todavía no sé por quien.
También le relaciono la lista de personas que, a mi juicio, deberían
aportar testimonio en calidad de testigos.
Firmo el presente documento en Alcalá de Henares a 9 de abril de 2012
ANEXO
Libros y documentos del autor del presente escrito
Libros:
- La transición vigilada (Temas de Hoy 1994)
- El golpe que nunca existió (Foca 2001)
- Juan Carlos I el último Borbón (Styria 2008)
- La Conspiración de Mayo (Styria 2009)
Informes al Congreso, al Gobierno y a otras instituciones del Estado:
- Informe al Congreso sobre responsabilidad del rey en el 23-F (23 de septiembre de 2005)
- Informe al Gobierno, al Senado y a otras instituciones (25 de enero de 2006)
- Informe al Congreso sobre el 23-F (12 de febrero de 2007)
- Informe al Congreso presuntos delitos del rey (4 de abril de 2008)
- Informe al Congreso presuntos delitos del rey (8 de octubre de 2008)
- Informe al Congreso presuntos delitos del rey (13 de diciembre de 2011)
- Informe a la Fiscalía General de Portugal para investigar homicidio imprudente o presunto asesinato rey de España.
Artículos y escritos sobre el rey y sus presuntos delitos:
Más de cien trabajos publicados en la prensa escrita y digital
durante los últimos veinte años, en iguales o parecidos términos al
“¡Por qué te callas” de diciembre de 2011 y que pueden ser descargados,
de forma totalmente libre, de numerosas páginas web y periódicos de la
red.
Documentos a interesar de entes, instituciones u organismos del Estado
Del ministerio de Defensa:
- “Panorámica de las operaciones en marcha” (CESID, 1980) relativa a los golpes de Estado en preparación en otoño de 1980.
- “Estado actual y perspectivas de la lucha antiterrorista” (CESID,
julio de 1979) proponiendo al Gobierno de Adolfo Suárez la apertura de
una guerra sucia contra ETA. Propuesta rechazada por el Gobierno.
- “Acta fundacional de los GAL” (CESID 1983) proponiendo otra vez la
apertura de una guerra sucia contra ETA. Definitivamente fue autorizada.
- Documentos audiovisuales sobre las salidas extramaritales del rey
de España (DIEME, División de Inteligencia del Estado Mayor del
Ejército, años 1984- 1996)
- Documentos sobre la entrega del Sahara español a Marruecos y
Mauritania (DOPEME, División de Operaciones del Estado Mayor del
Ejército, año 1975 y posteriores).
- Documentos y archivos sonoros grabados en la tarde/noche del 23-F
relativos a conversaciones del rey con diversas autoridades del Cuartel
General del Ejército y Capitanías Generales.
- Grabaciones y documentos relativos al 23-F de las Capitanías
Generales de Aragón, Valencia, Sevilla, Burgos, Valladolid, La Coruña,
Madrid y Baleares.
- Documentos de la Sección de Inteligencia de la Brigada DOT V
(Zaragoza) relativos a la conspiración castrense lista para estallar el 2
de mayo de 1981 (Conspiración de Mayo).
- Cartilla de tiro de la AGM (Academia General Militar) de Zaragoza,
correspondiente a los años 1955 y 1956 a nombre del caballero cadete Don
Juan Carlos de Borbón y Borbón.
Del ministerio de Asuntos Exteriores:
- Escrito del embajador alemán en Madrid a su Gobierno, en febrero de
1981, en el que relata una conversación privada con el monarca español,
que acaba de ser desclasificado por el Ejecutivo germano y que ha sido
incluido en las “Actas de Historia Contemporánea” de ese país.
De particulares:
- Libro “El negocio de la libertad” del periodista Jesús Cacho (editorial Foca)
- Vídeo “Juan Carlos I: 30 años a cuerpo de rey (Canarias-Semanal)
Personas que se propone evacuen testimonio en el JUCINAN 002” en las
diligencias abiertas por el artículo periodístico “¿Por qué te callas?”
- Bárbara Rey (María García García), actriz, vedette y presentadora.
- Antonio Tejero Molina (ex teniente coronel de la Guardia Civil)
- Alfonso Armada y Comyn (ex general de División del Ejército de Tierra español)
- Jesús Cacho (periodista)
- José María Ruiz Mateos (empresario)
- Mario Conde (ex banquero, político, escritor y periodista)
Nota del autor: la relación de personas, libros, documentos,
artículos y escritos relacionados en el presente anexo en ningún caso
puede considerarse exhaustiva y excluyente ya que podría aumentarse
substancialmente en el Juzgado dentro de las diligencias previas
abiertas.
Para los amantes de la ¿Historia?… Seguramente! Bienvenido al “Club”, Mi Coronel.