Yo he trabajado, como hago todos los días del año y no me ha pasado nada.
He trabajado en mi huerto, que no lo voy a abandonar ni por Hispanidades ni por Diadas ni por nada, que si mis coles, o lechugas, o acelgas, o mis tomates de invierno, zanahorias, nabos, puerros necesitan del riego, que les quite las malas hierbas o que los abone, no hay fuerza ninguna en este mundo que me lo impida. O al menos eso creo yo.
Y trabajo (para un jubilado) es también hacer deporte, o leer, o escribir, o mirar a las nubes o escuchar al ruiseñor. No trabajar es no hacer nada, ni bueno ni malo, como por estos pagos es natural. Por eso, digo a veces, yo no soy de aquí. Y muchas de ellas, me alegro de no serlo.
El Postiguet