Dos gatitos negros muy simpáticos
—Oye, ¿qué hace ese tío que nos está mirando?
—No sé, y tampoco sé qué es ese artilugio tras el cual nos mira.
—Pues veo que pone “canon” en letras grandes, pero no conozco su significado.
—Y ¿te das cuenta que está girando para atrás y para adelante una ruedecilla?
—Sí, lo estoy observando detenidamente y no me fío ni un pelo.
—¿Nos largamos de aquí?
—No, espera un poco, tampoco observo que tenga cara de mala persona.
—Yo recuerdo haber visto un tipo igual, con un aparato similar y decía algo así como que iba a salir un pajarito.
—¿Y salió?
—Que va, ¡qué mas hubiese querido yo! Ni un pajarito ni un ratón.
—Escucha, ¿has oído lo mismo que yo?
—¿Un “clic”? Sí, lo he oído.
—Míralo, ahora está observando no se qué en ese artilugio y parece muy satisfecho el muy tonto.
—Vaya, ahora que ya no estaba temiendo nada, parece que se marcha de aquí.
—Sí, se ha colgado al cuello ese artilugio y nos abandona.
—Oye, ¿te atreverías a preguntarle qué es lo que ha hecho?
—Pues por mí… ¡Oiga usted, señor humano! ¿qué es lo que acaba de hacer?
Y el humano se gira y mira hacia una parte y otra, algo intrigado, como si hubiese entendido lo que el minino le decía. Mira y vuelve a mirar pero no ve a nadie, y algo mosqueado sigue su marcha; el muy bobo no sabe que los mininos, a veces, hablamos.
Pero de repente el humano se para en seco, se gira nuevamente y mirando a los gatitos fijamente, piensa un poco con cara extrañada y les dice:
—Os he hecho una fotografía, y mostraré a mis amigos de "Todos los Foros", incluido don Antisozzial, que sois dos gatitos negros muy simpáticos.
Y los gatitos, muy traviesos, se parten en culo de la risa que les entra.
El Postiguet