En el mundo tan pero tan diferente del que conozcáis y tan imaginario y maravilloso como queráis, no esperen que empiece a imaginar maravillas que eso cansa, había un gran alboroto y una amenaza. Los dos aspectos estaban relacionados, el alboroto con la inesperada llegada de dos visitantes de otro mundo por las celebraciones de los mil años de reinado de Dictador I el Indeciso. Uno de los viajeros lo conocían al haberse presentado de la nada montado del revés en el lomo del elefante sagrado,en la calle principal, la dorada con aceras de oro chapado. No les cuadraba a enanos que eran ciertamente demasiado grandes, a hadas con mal genio y malvadas, y a toda la fauna habitual de los cuentos. Un hombre con un traje curioso, una cinta anudada al cuello curiosa y que era lento y casi inmóvil como un golem de piedra de los que hibernan años confundidos con montañas. Respondía desganado, decía que era ejecutivo,una misteriosa ocupación. Así que lo llamaron ejecutivo y le buscaron que encajase, pero el hombre no estaba interesado en la magia, en llevar espadas míticas, en ser el gracioso habitante del pueblo que canta baladas porque sí y otros trabajos tan necesarios en la ciudad. Le buscaron acomodo en un pajar, y allí le escuchaban quejarse en voz bajita, los trolls, gente malpensada donde las haya, aseguraban que cuando decía "con lo que yo he sido de activo" lo fingía. Pero como a nadie le hacía mal lo adoptaron en su comunidad.
Ahora llega la amenaza que se cernía, no crean que la he olvidado. Este monstruo desconocido surgió en un lugar apartado ya que nadie lo había visto aparecer y sinceramente, estaban perplejos. Lo describían blanco, de la altura de un hombre y de una velocidad impensable, superando los unicornios con motor de 16 válvulas que corrían por sus praderas. Los testigos de sus ataques, si hay que fiarse de que no estuviesen perjudicados por la liquimiel, el licor de hierbas y otros brebajes "mágicos", afirmaban que tamaña bestia se abalanzaba sobre las víctimas, abría su interior lanzando una luz y que los engullía. Tras unos segundos arreciaba la sorpresa, pues no se los comía. Podemos convenir que si a alguien lo regurgitan hecho un bloque de hielo es malo, ¿no?. Eso era lo que les sucedía a los que tenían la desgracia de encontrarse con el monstruo. Los caballeros del reino se lanzaron a perseguirla y a detenerla, volvían desalentados. Las espadas no le hacían mella y cuando impactaban con el cuerpo hacían clonk, como si estuviese compuesto de metal el cuerpo de la bestia. Hicieron uso de su último recurso , el famoso Arafón, hijo de Malfón, Nieto de Vodafón y sucesor etc de nombres acabados en Fón. No pudo hacer nada, y jodidos estaban.
El archiconsejo de archimagos archicaviló en reunión de emergencia en su chabola fortificada ¿De dónde había salido la bestia?, ¿por qué congelaba?, ¿era el resultado de un hechizo fallido de un estudiante, o peor, era la maquinación de los nigromantes del Norte?, ¿y si se llegaba a un acuerdo de paz podrían aprovechar para enfriar el liquimiel y los licores de la tierra?, ¿era ético el hechizo de preparar los banquetes sin pagar a los cocineros y a los del mercado?, ¿qué le habría pasado a Ninganor, que estaba experimentado con la transformación en pulga y le habían perdido la pista? De repente se sucedieron los toques de campana, los sonidos de los cuernos de guerra, los monos que tocaban los tambores les dieron a tope a las baquetas y a los platillos, el elefante sagrado chilló en ultrasonidos como un murcielago, los perros se enfadaron y los habitantes de la ciudad corrieron en estampida.
-¡Por Crom! ¡Sálvanos, Arafón! ¡Ojalá congele al pesado del recaudador!¡Archimagos, haced el hechizo del volcán!¡Cubito de hielo el último!- gritaban desaforados.
Los archimagos eran sumamente inteligentes y se dijeron "tate quieto, aquí ocurre algo grave", y desalojaron la chabola fortificada a investigar. En efecto, el poderoso monstruo corría que volaba en dirección a la ciudad. Y, ¡oh!, repararon en que ejecutivo, en una de esas contadas ocasiones que daba unos pasos fuera del pajar se estaba estirando y desperezando en mitad de la calle y se iba a encontrar cara a cara con la bestia, aquí insertar música de urgencia en este relato. Le avisaron a grito pelado que se apartase, pero ejecutivo no reaccionó. Y la bestia que congelaba frenó en seco al inicio de la calle, ejecutivo y ella quedaron estáticos. El hombre entrecerró los ojos porque no estaba acostumbrado a estar despierto y la luz del sol le cegaba, el monstruo yo creo que también lo hizo mientras una planta seca de las que arrastra el viento cruzó en medio de los dos oponentes.
-Vaya, un nevera...-dijo ejecutivo.
Entonces el monstruo se remeneó, amagó con atacar pero dio medio vuelta y escapó, para decepción de quienes habían previsto un duelo épico. Los archimagos, que son sumamente inteligentes, observaron la extraña actitud de "nevera" y se dieron cuenta de que ejecutivo podía ser la respuesta. Pero al ser archimagos, le dieron a la manivela de las teorías ¿Y si "nevera" era un monstruo invocado por ejecutivo? Había que estudiarlo con precaución. ¿Pero y si era el antídoto contra "nevera, ese monstruo brutal? Cargados de esperanza y de aprensiones bajaron a encontrarse con ejecutivo.
-Dinos, ¿qué sabes de nevera,? Y no nos ocultes nada o te convertimos en Michael Mackson, rey de los madrigales y de los bardos, en su etapa de blanco.
-Pos eso, un nevera, tíos. No sé como se mueve la jodida.
- Uhm, ¿de qué la conoces? ¿Acaso la has invocado para sembrar la destrucción? ¿Por qué te rehuye?
No obtuvieron respuesta, ejecutivo se había quedado dormido nuevamente y un moco le caía de la nariz, pero posiblemente tendría que ser el campeón que luchase contra la amenaza. Y eso no le ofrecía garantías a los archimagos a la hora de encomendarle la misión de poner fin a su era de terror. Los archimagos hicieron gestos de resignación y al ser sumamente listos empezaron a atar cabos ¿No habían coincidido ejecutivo y nevera en la fecha de llegada? ¿Se podía cerrar el portal que conectaba al mundo de nevera y ejecutivo y evitar nuevos terrores? ¿Qué otros monstruos correteaban por el mundo que había depositado aquí a estos dos? ¿Quién era el guapo que despertaba al vago y lo cargaba a hombros para buscarle un aposento en la cabaña fortificada? ¿Lo echamos a suertes?
