La Marina Alta, la Safor y el Comtat son comarcas alicantinas donde existen pueblos en los que se usa el artículo “salat” propio del catalán de Mallorca, también se practica la matanza del cerdo al estilo isleño, con la sobrasada como embutido estrella, y encontramos entre sus habitantes apellidos como Llodrà, Muntaner, Monjo, Gomis o Calafat. Son los descendientes de los aproximadamente 5.000 mallorquines, un 10% de la población isleña, que hace exactamente 400 años cruzaron el charco en un viaje sin retorno para repoblar las comarcas del País Valencià cuyas tierras habían quedado descuidadas y los pueblos deshabitados tras la expulsión de los moriscos decretada en 1609.
Aquellos hombre y mujeres mallorquines colonizaron parte del Levante peninsular por iniciativa de los señores feudales, que querían mantener los diezmos y necesitaban nuevos habitantes para sus tierras. Los isleños accedieron a marcharse, porque en Mallorca había hambre y desesperación, sin tierras suficientes para mantener a las familias y con unas rentas muy altas a pagar a los señores. El pueblo mallorquín con más habitantes que emigraron a Alacant fue Santa Margalida, que perdió a una cuarta parte del censo. Se fueron entre 400 y 500 personas. Pero también hubo colonos de Llucmajor, Manacor, Artà, Pollença, Andratx, Calvià o Puigpunyent.
Las costumbres de los isleños han permanecido vivas en algunos pueblos como Tàrbena, donde pervive el artículo “salat” y se elabora la sobrasada, así como en la Vall d´Ebo, Llíber, Xaló, Pedreguer o la Vall de Gallinera. Al menos una vez al año nos acercamos mi familia a estas poblaciones y compramos la deliciosa sobrasada que la hacen como sus antepasados: extraordinaria.
.
A NEROCAESAR y a marapez les gusta esta publicaciòn
