... para la persona realmente correcta y educada no existe el problema de cómo actuar ante el público, por la sencilla razón de que se comporta exactamente igual delante de la gente que a solas consigo mismo.
... no hay que exigir más de lo debido a quienes accidentalmente están a nuestro servicio: vendedores, taquilleros, funcionarios o cobradores de autobús. Pensemos que están realizando un trabajo durante horas y horas; que han de tratar con muchas personas y contentar a todos lo cual es casi imposible, y, por encima de todo, debemos tener en cuenta que son hombres y mujeres como los demás.
... en caso de ser nosotros quienes estemos detrás de un mostrador o de una ventanilla, no debemos nunca olvidar que vivimos del público, y nos debemos a él.
... tanto si prestamos servicios a alguien, como si los recibimos, tengamos en cuenta el tener siempre a flor de labios las dos palabras mágicas que todo lo consiguen: "por favor" y "gracias", junto a nuestra mejor sonrisa.
El Postiguet